Confianza es un sentimiento, ‘chen chen’ es un hecho
- 15/06/2024 23:00
- 14/06/2024 13:18
Existe una crisis de liquidez en la economía, que está teniendo un fuerte impacto sobre el consumo [...] Cumplir la promesa del presidente electo, José Raúl Mulino, de poner “chen chen” en el bolsillo de los panameños será un proceso, no un acto. Históricamente, por cada $1 que el sector público invierte en la economía, el sector privado invierte $5 o $6.
Los cuentos pesan más que las cuentas.
Un preocupante resultado de las Pruebas PISA 2018 para Panamá es que menos del 1% de los jóvenes distingue una opinión de un dato. Los resultados en el 2009 fueron idénticos.
Construímos narrativas de satanización, descalificación y victimización basadas en opiniones, consignas y eslóganes que poco tienen que ver con la realidad. En particular, en Panamá ha habido un proceso sistemático de satanización de la iniciativa privada tan exitoso que nuestra economía sólo genera informales y funcionarios.
Los hechos convencen, las opiniones confunden.
Con la grave situación fiscal y precariedad de las finanzas públicas, ese “chen chen” solo puede venir del sector privado, no el público.
A esta coyuntura se le agregan los enormes desbalances fiscales, una planilla estatal sobredimensionada y parasitaria financiada con préstamos, la severa crisis del Programa de IVM, la pérdida del Grado de Inversión, el consecuente aumento de intereses bancarios y el impacto socioeconómico del cierre de la mina, así como el hecho de que en el 2024 el Gobierno no estará recibiendo los $375 millones de regalías mineras y el Canal estará aportando $700 millones menos al Fisco, debido a la sequía.
Hay menos “chen chen” en la calle.
Existe una crisis de liquidez en la economía, que está teniendo un fuerte impacto sobre el consumo, y es ocasionada por factores como:
1. Deuda del Gobierno con sus proveedores, que ronda los $1,300 millones a sus proveedores y contratistas, pero no hay partida presupuestaria para pagarles en el Presupuesto 2024.
2. Los nuevos financiamientos bancarios al sector productivo nacional entre enero y abril 2024 fueron $1,274 millones inferiores que en el mismo período del 2019 (20% menos).
3. Colapso de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el INEC, en el 2023 totalizaron $2,014.6 millones, cifra 30.7% inferior a la del 2022 y prácticamente la mitad de los $3,921 millones recibidos en el 2019.
Adicionalmente, según Mitradel, el cierre de la mina aumentó el desempleo en 1.5%. Es decir, se perdieron 31,413 empleos, agregando el deprimido consumo a nivel nacional.
De hecho, en abril 2024, la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), señaló que en el primer trimestre del año, las ventas en los restaurantes fueron entre 15% y 20% inferiores al mismo período del 2023, mientras que en mayo representantes de este sector señalaron que en algunos casos la caída fue del 50%.
Y según datos de la Superintendencia de Bancos, el saldo en las tarjetas de crédito entre mayo 2023 y mayo 2024 aumentó en más de $212 millones (10% de incremento), en contraste con una disminución de $41 millones (2% menos) entre mayo 2022 y mayo 2023, síntoma de mayor dependencia del crédito (versus efectivo).
¿Qué hacer a corto plazo? Pagar la deuda a los proveedores.
Si bien no existe partida presupuestaria para el pago a los proveedores, esta deuda hay que cancelarla de manera inmediata, quizás a través de deuda o a través de la canalización de estos fondos con el sector bancario nacional, con el Estado respaldando estas transacciones bajo la figura de fiador solidario.
Mediano plazo: Financiamientos bancarios al sector productivo nacional.
El financiamiento bancario es “el aceite del motor de la economía”. El sistema bancario nacional está solido y líquido, pero canalizar estos recursos hacia el sector productivo requerirá que mejore la confianza en el clima para la inversión privada, lo cual se traduciría en más solicitudes y otorgamientos de créditos.
Recuperar los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), el gran reto.
Los flujos de IED se derrumbaron. $3,921 millones en el 2019, $2,906 millones en el 2022 y $2,014.6 millones en 2023, período en el cual países de la región han venido recibiendo IED en cifras récord.
El fiasco minero aceleró el colapso. Eliminar 5% del PIB, 14% de la IED en el país y 21% de toda la IED que entró en los últimos 14 años ocasionó un fuerte impacto económico, financiero y laboral, que apenas comienza. Amortiguar ese efecto y revertir la tendencia serán grandes retos.
Sin confianza no habrá “chen chen”, pero la confianza es un sentimiento, el “chen chen” es un hecho.
El autor es asesor empresarial
Cumplir la promesa del presidente electo, José Raúl Mulino, de poner “chen chen” en el bolsillo de los panameños será un proceso, no un acto. Históricamente, por cada $1 que el sector público invierte en la economía, el sector privado invierte $5 o $6.
Los cuentos pesan más que las cuentas.
Un preocupante resultado de las Pruebas PISA 2018 para Panamá es que menos del 1% de los jóvenes distingue una opinión de un dato. Los resultados en el 2009 fueron idénticos.
Construímos narrativas de satanización, descalificación y victimización basadas en opiniones, consignas y eslóganes que poco tienen que ver con la realidad. En particular, en Panamá ha habido un proceso sistemático de satanización de la iniciativa privada tan exitoso que nuestra economía sólo genera informales y funcionarios.
Los hechos convencen, las opiniones confunden.
Con la grave situación fiscal y precariedad de las finanzas públicas, ese “chen chen” solo puede venir del sector privado, no el público.
A esta coyuntura se le agregan los enormes desbalances fiscales, una planilla estatal sobredimensionada y parasitaria financiada con préstamos, la severa crisis del Programa de IVM, la pérdida del Grado de Inversión, el consecuente aumento de intereses bancarios y el impacto socioeconómico del cierre de la mina, así como el hecho de que en el 2024 el Gobierno no estará recibiendo los $375 millones de regalías mineras y el Canal estará aportando $700 millones menos al Fisco, debido a la sequía.
Hay menos “chen chen” en la calle.
Existe una crisis de liquidez en la economía, que está teniendo un fuerte impacto sobre el consumo, y es ocasionada por factores como:
1. Deuda del Gobierno con sus proveedores, que ronda los $1,300 millones a sus proveedores y contratistas, pero no hay partida presupuestaria para pagarles en el Presupuesto 2024.
2. Los nuevos financiamientos bancarios al sector productivo nacional entre enero y abril 2024 fueron $1,274 millones inferiores que en el mismo período del 2019 (20% menos).
3. Colapso de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el INEC, en el 2023 totalizaron $2,014.6 millones, cifra 30.7% inferior a la del 2022 y prácticamente la mitad de los $3,921 millones recibidos en el 2019.
Adicionalmente, según Mitradel, el cierre de la mina aumentó el desempleo en 1.5%. Es decir, se perdieron 31,413 empleos, agregando el deprimido consumo a nivel nacional.
De hecho, en abril 2024, la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), señaló que en el primer trimestre del año, las ventas en los restaurantes fueron entre 15% y 20% inferiores al mismo período del 2023, mientras que en mayo representantes de este sector señalaron que en algunos casos la caída fue del 50%.
Y según datos de la Superintendencia de Bancos, el saldo en las tarjetas de crédito entre mayo 2023 y mayo 2024 aumentó en más de $212 millones (10% de incremento), en contraste con una disminución de $41 millones (2% menos) entre mayo 2022 y mayo 2023, síntoma de mayor dependencia del crédito (versus efectivo).
¿Qué hacer a corto plazo? Pagar la deuda a los proveedores.
Si bien no existe partida presupuestaria para el pago a los proveedores, esta deuda hay que cancelarla de manera inmediata, quizás a través de deuda o a través de la canalización de estos fondos con el sector bancario nacional, con el Estado respaldando estas transacciones bajo la figura de fiador solidario.
Mediano plazo: Financiamientos bancarios al sector productivo nacional.
El financiamiento bancario es “el aceite del motor de la economía”. El sistema bancario nacional está solido y líquido, pero canalizar estos recursos hacia el sector productivo requerirá que mejore la confianza en el clima para la inversión privada, lo cual se traduciría en más solicitudes y otorgamientos de créditos.
Recuperar los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), el gran reto.
Los flujos de IED se derrumbaron. $3,921 millones en el 2019, $2,906 millones en el 2022 y $2,014.6 millones en 2023, período en el cual países de la región han venido recibiendo IED en cifras récord.
El fiasco minero aceleró el colapso. Eliminar 5% del PIB, 14% de la IED en el país y 21% de toda la IED que entró en los últimos 14 años ocasionó un fuerte impacto económico, financiero y laboral, que apenas comienza. Amortiguar ese efecto y revertir la tendencia serán grandes retos.
Sin confianza no habrá “chen chen”, pero la confianza es un sentimiento, el “chen chen” es un hecho.