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Bosquejo de la chiricanidad

Actualizado
  • 22/02/2025 00:00
Creado
  • 21/02/2025 17:25

La experiencia de la chiricanidad se siente con más profundidad desde la lejanía, pero con una perspectiva espontánea a la distancia y una aspiración puramente contemplativa de esta provincia fronteriza al oeste de Panamá. No existe contradicción en esto porque tanto en la cercanía como en la lejanía está esa realidad chiricana, con su influjo sobre nuestras pasiones humanas, irracionales las más de las veces. Por eso, el drama de las pasiones la vive cada uno de nosotros, buscando una racionalidad en estos sentimientos nacionales y regionales, aunque ellos no tengan demasiada lógica o relación causal entre sí.

Pues bien, la chiricanidad es nuestra incorporación personal de toda esa diversidad de climas, paisajes, poblaciones, etnicidad, historia, geografía, hidrología, geología, etcétera que encontramos en la altiva provincia de Chiriquí y que la tipifican con su particularidad, sin que estos diversos elementos sean una dilatación de un núcleo inicial.

La chiricanidad, entonces, es más bien parte de un todo más amplio, extenso y emotivo, siendo un proceso dinámico que recibe constantemente los mencionados estímulos funcionales, enriquecedores de su dote creador de fantasías regionales, pero integradores a la vez.

Aun así, la fuerza de estos elementos funcionales tiene un carácter adjetivo y secundario al mencionado núcleo inicial, esa otra fuerza primaria, verdaderamente sustantiva, que es el cariño y amor que surgen automáticamente al haber nacido allí, o al tener raíces chiricanas, o meramente por haber escogido vivir en sus nobles tierras y entre sus amistosas gentes. Estos ingredientes de suelo y espíritu forman ese gran talento integrador del chiricanismo, con su contagiosa emotividad y dinamismo. No es difícil determinar su misión, por ser una fuerza espiritual, pues proviene de su chiricanidad innata y no solo de dichos estímulos funcionales, siendo esta una verdad palmaria que no contempla dudas.

Al tener la chiricanidad un carácter predominantemente persuasivo y emotivo, su misión es un estro o numen divino que refleja, con inspiración artística y poética, su riqueza agraria y pecuaria, su situación socioeconómica y su evolución urbana e industrial; en suma, el universo de su economía, humanizada en pueblos y villorrios a través de los siglos. Todos estos factores enriquecen su interesante historia, tanto precolombina, como colonial, colombiana y republicana. En su terruño, los chiricanos han logrado convertir este espacio istmeño en una vibrante provincia de agricultores, ganaderos y empresarios. Dicho esto, es necesario esclarecer el mito de su particularismo y regionalismo único, por más que este sentir esté arraigado en los corazones de los chiricanos y demás panameños.

Cuando vemos los distintos sectores de su producto interno bruto (PIB) en 2022, si bien se percatan diferencias entre estos y los de la región capitalina y canalera (Panamá y Colón) que conforman la mayor parte de los nacionales, los de Chiriquí vienen siendo similares a los de las demás provincias: el sector primario (agropecuario, pesca, etc.): el 8,5% de su PIB versus el 4,1 % del nacional; sector secundario (procedimientos industriales): 32,8 % versus 16,7 %; sector terciario (servicios): 58,7 % versus 79,2 %.

Tampoco se puede negar la importancia de su generación eléctrica y de su sector alimentario que expanden sus fronteras de producción, así como el aporte de muchas familias migrantes que llegaron en el siglo XIX como los Troetsch, Stapf (Staff), Marcucci, Fong, Tribaldos, Wald, Hartman, etc., que entroncaron con otras familias locales, como bien señala el libro Chiriquí en sus fronteras de producción: migraciones, poblamiento y evolución urbana e industrial 1750-1950, del historiador y geógrafo chiricano Dr. Mario J. Molina C., del cual recomiendo su lectura. Por tanto, la chiricanidad es esa eterna voluntad de mejoramiento que opera selectivamente en nosotros para forjar hombres y mujeres dignos de ser personas de bien no solo allí en Chiriquí, sino en todo el territorio nacional.