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Apostando a la corrupción

Actualizado
  • 20/03/2024 00:00
Creado
  • 19/03/2024 13:21

El pueblo se ha tomado, en dos ocasiones las calles, demostrando su cansancio a las injusticias, aunque, con ciertos inconvenientes, donde un grupo se tomó el liderazgo y alteraron el orden

En nuestro país, la corrupción se observa en territorios menos esperados, como en el deporte, que está secuestrado al estilo de las dinastías familiares, en los trámites administrativos y permisos en instituciones públicas o municipales, en el sistema de transporte y tránsito, en ciertas universidades estatales, importaciones de productos agrícolas, en los sistemas de justicia, en la Asamblea, que no produce ninguna ley anticorrupción y crean solo beneficios para su círculo y para ellos; en las licitaciones públicas, alquileres de oficinas, en los registros públicos, notarias, las becas, servicios de la salud y seguridad, Concursos y puestos de jefaturas, administraciones de recursos naturales, la energía eléctrica y hasta en los nombramientos de los profesores, entre otras cosas. Aclaro que la corrupción, como todo, tiene sus excepciones.

En algunos sectores guardan silencio, quizás, evitando represalias y en otros casos, son parte de la complicidad. Hay quienes sobreviven y la promueven para conservar sus intereses. No podemos extrañarnos, que parte de las campañas sucias, estén siendo patrocinadas por fracciones que acostumbran beneficiarse de la corrupción.

En nuestro país tenemos periodos con apodos, de los presidentes de las cervecerías, los mandatarios de los medios y se dice que ahora estamos en el periodo de las mineras y puertos. Supongo se refieren a las influencias de un poder económico, buscando mediar más, para mantener sus intereses particulares y prorrogar contratos, etc. No significa que cada periodo con padrinos, eximen a sus ahijados de hacer locuras, como en una época de una tienda grande, que fue un desastre completo y no tuvo misericordia de ningún tipo para extorsionar y cobrar coimas. Un periodo incompleto, sin resolverse, por excesiva demandas civiles y recursos legales.

Es triste como se compran y se venden conciencias para ser parte de un mundo bajo que no le interesa el país. Los ciudadanos tenemos que convertirnos en extintores de plagas, con nuestros votos a conciencia, impidiendo el ingreso a la política, de aquellos, que por años, nos han destruido y siguen como si nada pasa y no existen consecuencias con la justicia.

Esperemos que no nos acostumbremos a esos estilos y confrontar lo que puede pasar, si no corregimos a tiempo, los cambios que se necesitan con prioridad. Las reformas constitucionales son una gran posibilidad de iniciar la prevención y combatir desde sus raíces, siempre y cuando exista el espíritu de la letra de combatir la corrupción verdaderamente, como lo intenta el presidente Bukele en su país.

El pueblo se ha tomado, en dos ocasiones las calles, demostrando su cansancio a las injusticias, aunque, con ciertos inconvenientes, donde un grupo se tomó el liderazgo y alteraron el orden y los fines de las protestas. Los cabecillas políticos deben entender que el pueblo es el verdadero líder y no se pueden burlar con espectáculos de grandeza.

En ocasiones el objetivo de los poderes políticos se han desviado, aunque lo quieran disfrazar, “con ideologías de fantasmas del pasado” gastando en comerciales y actos de recuerdos políticos que ni asisten.

Tenemos que apostar a un país libre de la corrupción y clientelismo, no a continuar con los corruptos y de siempre.

El autor es mgtr. en Salud Pública