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Ante una encrucijada, ¿qué hacer?

Actualizado
  • 25/08/2024 23:00
Creado
  • 24/08/2024 13:01

En el gobierno central será necesario fortalecer ingresos y reducir gastos de menor productividad para eventualmente convertir al déficit primario en superávit

¿Sería posible replicar y mejorar el desenvolvimiento económico pasado con mayor inclusión social? El financiamiento externo y acceso privado a fuentes de crédito en el sistema financiero fueron claves en lograr resultados. Los requerimientos para repetirlos son alcanzables. No obstante, a pesar del optimismo generado por los resultados electorales y nombramiento de un equipo económico y asesores con credenciales, los desafíos no serán fáciles en hacerles frente en el corto plazo. Requerirán tenacidad y urgencia.

Las condiciones globales durante treinta años de rápido crecimiento están cambiando. El sistema dolarizado basado en políticas de mercado, aprovechamiento de la posición geográfica y expansión de logística y servicios es clave, pero no será suficiente para movilizar crecientes volúmenes de flujos externos netos que generen empleos de mayor productividad. Es necesario fortalecer el sistema educativo para mejorar productividad de la mano de obra, adaptar competencias a las necesidades del mercado y aumentar la población empleada a la vez de reducir tramitología que aumenta costos. Si no la ralentización del crecimiento de la fuerza laboral lastrará la economía. Asimismo, será prioritario aumentar capacidad y acrecentar el manejo del comercio global, al igual que la inversión extranjera como atenuar la demanda y requerimientos del sector público de fondos en el sistema financiero.

El debilitamiento del PIB en el primer cuatrimestre del 2024, aumento en informalidad e inflexibilidad en bajar la tasa de desempleo preocupa, porque implica que los ingresos familiares reales están disminuyendo. A ello se les añade el insuficiente crecimiento de flujos externos que alimentan la expansión del crédito. Estos provienen de exportaciones de bienes y servicios, inversión extranjera menos utilidades repatriadas y crédito neto del sistema financiero internacional inyectándole vigorosidad a la actividad económica. Este proceso pareciera encaminarse hacia un “crowding out,” una restricción de crédito al sector privado nublando las perspectivas de crecimiento de los ingresos familiares. Esta aflora al reducírsele la disponibilidad de recursos a raíz de su acceso incremental por el sector público. Dicha situación emerge al acrecentarse la deuda pública financiada internamente requiriendo una proporción creciente de recursos, al igual que por disminuciones en reservas de la CSS depositadas en el Banco Nacional de Panamá (BNP), restringiéndole su potencial de suministrar crédito.

El rápido endeudamiento público financiado domésticamente no solo presiona sobre el costo y monto de préstamos, consume capital que podría invertirse en actividades privadas más redituables y con mayor potencial en generar empleos. Dicha situación es afectada a medida que el crecimiento de los flujos externos disminuye y las reservas de la CSS se reducen. La disminución de reservas, junto con una creciente proporción de instrumentos de deuda pública financiados internamente eventualmente restringirán flujos crediticios en las operaciones del BNP a actividades puramente privadas que expanden la economía. Si no hacemos nada o lo mismo y de la misma forma el riesgo de un “crowding out” aumenta.

El déficit fiscal es culpable del problema al aumentar la demanda de fondos para financiar al sector público internamente. Con tasas de interés internacionales permaneciendo altas y crecientes endeudamientos aumenta el riesgo país. ¿Qué hacer? Se requiere introducir un ajuste fiscal que reduzca la presión del sector público sobre los recursos domésticos para dotarle de más oxígeno (crédito) a la actividad privada, al igual que promover mayores ingresos externos netos que se convierten en crédito para financiar la expansión privada.

En el gobierno central será necesario fortalecer ingresos y reducir gastos de menor productividad para eventualmente convertir al déficit primario en superávit. Ello debe lograrse sin incluir la CSS en el consolidado financiero que lo mide, ya que el gobierno central no dispone de esos fondos para cubrir necesidades al integrarse ambas magnitudes. Para cubrir el déficit fiscal originado por el déficit primario el gobierno central sale al mercado internacional para financiarse aumentando la deuda pública. El mayor nivel de endeudamiento con relación al PIB impacta sobre la solvencia del país limitando el crecimiento de los flujos netos externos que alimenta al sistema financiero. Urge, por lo tanto, reducir sustancialmente el déficit primario de su nivel del 2024. En la CSS se requiere introducir medidas cónsonas con recomendaciones de actuarios de la Organización Internacional del Trabajo que pongan fin a la pérdida de reservas, garanticen jubilaciones y mejoren eficiencia a la vez de generarle nuevas fuentes de ingresos.

El autor es economista