Ambientalízate, súmate al voluntariado ambiental

En sociedades de países con marcada cultura ambiental, el ciudadano conforma el primer anillo de seguridad ambiental a través de acciones unipersonales, al punto de alcanzar la responsabilidad colectiva.

El Estado juega su rol de líder de las políticas ambientales y presenta al gobierno de turno los compromisos para sustentar los recursos y los proyectos ambientales. En tanto que la sostenibilidad ambiental se fortalece con la unidad comunitaria centrada en valores e institucionalizada como participación ciudadana, responsable de realizar tareas que ningún presupuesto pudiera financiar.

La misión de conservar el ambiente, es una de las tareas más complejas y onerosas para cualquier Estado o sociedad, dado el radio de acción que ello conlleva (aire, mar y tierra); la estructura orgánica administrativa y el recurso técnico y profesional que demanda. Esta materia se tiene que tratar como la misión compartida para un proyecto integral de sobrevivencia. El voluntariado altruista sería el eje transversal hacia ese cambio de cultura ambiental, con visión conservacionista y provisora.

La educación ambiental formal, lamentablemente no es materia de la currícula y pénsum académico en casi ninguno de los niveles del proceso de enseñanza aprendizaje de nuestro sistema educativo. Esta desidia encuentra tierra fértil y se yergue con el desconocimiento de las ciencias ambientales, dejando el compromiso de proteger el único hábitat que tenemos y que dejaremos a las próximas generaciones, a un grupo de individuos con formación ambiental no fiable.

Otros aportes de países desarrollados, sin caer en el radicalismo ecoambiental, nos enseñan que la sensibilización con vocación y algo de docencia en la niñez y la juventud, es un elemento que combate la mediocridad medioambiental.

La participación ciudadana está inmersa en toda gestión ambiental y promoción de acciones desinteresadas en beneficio común, tal es el caso del voluntariado ambiental, las comisiones consultivas ambientales, los comités de cuencas hidrográficas, activismo corporativo y alianza con líderes comunitario, entre otras iniciativas solidarias, convirtiéndose en la tabla de salvación que contribuirá a que las comunidades y demás asentamientos humanos se organicen, mediante alianzas programáticas y emprendan un proceso continuo de capacitación e intercambio de experiencias, para implementar métodos de sostenibilidad ambiental, aplicable en múltiples escenarios, entre ellos el cambio climático.

Proteger el ambiente y los recursos naturales renovables es una responsabilidad consagrada en principios humanitarios y de derechos humanos guiada por una política de Estado y otros organismos debidamente certificados; contrariar un marco constitutivo es caer en un alpinismo mezquino que diezma convocatoria y voluntades. El medioambiente debe considerarse como un patrimonio sagrado, donde pende y se desarrolla la vida y hacer uso de ello con saña depredadora, debería ser sancionado con normas sacrílegas.

Corresponderá al Estado gestionar presupuesto cónsono con la responsabilidad que tiene como rector de la política ambiental en el país y canalizar la colaboración que fluye de los diferentes ámbitos institucionales, incluyendo los intercambios de información para fortalecer las capacidades del recurso humano. Debería endurecer las normativas ambientales vigentes y ejemplarizar la certeza del castigo, así se promovería el respecto y la responsabilidad de proteger el ambiente o, al menos, contrarrestar la destrucción de mi ambiente, que también es el ambiente de todos. Súmate al voluntariado ambiental.

En Colombia y en muchas ciudades de Sur América practican fiestas ambientales a través de congresos y festivales, una de ellas es el proyecto “Ambientalízate, un cuento verde”, para promover estrategias educativas y sensibilizar a la comunidad sobre el cuidado e importancia de los recursos naturales y generar conciencia ambiental - igual que nosotros en Panamá - para contrarrestar los diversos fenómenos ambientales que amenazan al planeta. Acá buscamos el mismo objetivo, promover el voluntariado ambiental a través de barridos comunitarios, ferias familiares y educativas con artistas culturales. Siempre de la mano de la participación ciudadana.