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Álvaro Menéndez Franco y el rescate de la historia

Actualizado
  • 26/08/2024 23:00
Creado
  • 24/08/2024 15:09

Pensador notable y orador aguerrido, a temprana edad demostró su gran capacidad política y valentía para enfrentar las injusticias y desigualdades, [...] La patria fue defendida por Álvaro Menéndez Franco a lo largo de su vida y su oratoria se hizo sentir como una espada que abría camino ante los infortunios

El pasado 4 de julio falleció en la ciudad de Panamá el escritor, poeta, historiador, diplomático y patriota Álvaro Menéndez Franco, dejando atrás una vida ejemplar dedicada a rescatar el pasado histórico.

Fue un profundo conocedor de la historia nacional, en sus expresiones orales y escritas situó en el más alto relieve a los héroes populares y mártires de la nación, como los del 9 de enero de 1964, que cayeron defendiendo la soberanía territorial producto del enclave colonial en la antigua Zona del Canal, herencia del antinacional Tratado Hay - Bunau Varilla de 1903, refrendado por los “próceres” de 1903 y abolido por los Tratados Torrijos - Carter de 1977, los cuales él dio su respaldo.

Pensador notable y orador aguerrido, a temprana edad demostró su gran capacidad política y valentía para enfrentar las injusticias y desigualdades, por medio de la organización y unidad popular, factores de cohesión de la población. Ello quedó evidenciado al ser electo secretario general de la Federación de Estudiantes de Panamá, en el período 1952- 1953, como resultado de su activo liderazgo

Por sus ideas y convicciones sufrió arrestos y persecuciones que fortalecieron su conciencia social, ejemplo fue el cautiverio sufrido en la isla penal de Coiba, después del golpe de Estado de 1968, junto a otros líderes, entre estos: Floyd Britton y los hermanos Moisés y Rolando Carrasquilla, miembros del Partido del Pueblo.

Sobresalió en distintos géneros de la literatura, unos extractos de sus poemas fueron publicados por la editorial Bruguera de España en “Antología general de la poesía panameña”, 1974, bajo la dirección del doctor Agustín del Saz, aparecen en esta obra sus poemas: “Canto al barrio del Marañón”, “Palabra 1”, “Palabra 4”, “Noticiario del Indio” y “Vallejo muriendo de Vallejo”. Algunos de sus cuentos fueron: “La semilla sonora”, “Los perros sedientos de punta lamas”, “Las campanadas” y “La marcha de los descalzos”.

Publicó múltiples ensayos históricos que merecen ser estudiados, porque desentrañan hechos acaecidos en el Panamá profundo, donde el pueblo fue protagonista y no las élites que representan a los círculos del poder. Entre sus escritos están: “Antecedente de la invasión de 1989”, “Cien años de Calumnia”, “Derek Walcott o “el descubrimiento del Caribe”, “Rómulo Escobar o la superación popular”, “Una muerte heroica es un segundo nacimiento”, “Apuntes sobre el 3 de noviembre”, “Victoriano Lorenzo, el Cholo en armas” y “Sustentación del Grito de Rufina Alfaro y la Independencia de Panamá de España”.

En este último analiza los antecedentes del “Grito de la Villa de Los Santos” del 10 de noviembre de 1821, así: “Las ideas libertarias de la revolución de los ciudadanos en Francia, en 1789, bullían en los cerebros de los cuidados de América. La Villa de los Santos, como el resto de los cantones del Istmo, sobresale con industrias como la de miel, jabón, quesos, objetos de cuero. El prestigio de la Villa de los Santos se basaba en dos hechos históricos: el rechazo de las incursiones de piratas y corsarios cuyas tumbas aún pueden apreciarse en las orillas de mis playas y la fundación de la ciudad que costó la vida al héroe Francisco Gutiérrez”.

He leído desde el momento de su deceso algunos autores que priorizan en su valor literario el cual es prolífico y que lo distinguen como uno de los más importantes escritores nacionales, no obstante, considero, que se debe destacar también su patriotismo y lucha incansable en defensa de la Soberanía, más aún, en los tiempos actuales donde las políticas neocoloniales amenazan a las naciones del continente.

La patria fue defendida por Álvaro Menéndez Franco a lo largo de su vida y su oratoria se hizo sentir como una espada que abría camino ante los infortunios. En esta dirección recordamos su vibrante discurso ante la tumba del Mártir Ascanio Arosemena, en el Cementerio Amador, el 9 de enero de 1987, en representación del Sindicato de Periodista de Panamá, cuando manifestó que: “Bandera de la patria, quizás no te vio oculta por este árbol que recoge las lágrimas azules de tantas madres en este camposanto, quizás no te veo porque en ese verdor está concentrado el calcio de los huesos de los mártires y de los héroes, pero baja aquí convertida en fuego y extínguenos a todos si en alguno ha surgido siquiera un gránulo de felpa de fuego de traición en el corazón y si alguno de nosotros es cobarde, porque la cobardía es el primer paso a la traición, baja, bandera de Gaspar Octavio, comandante en jefe de los periodistas panameños y acaba con febril desasosiego a los que amamos tu esplendor un día”.

El autor es abogado - Historiador