Opinión

Carlos Iván Zúñiga: legado de patriotismo y defensa de Panamá

Fue un hombre ejemplar para la nación, un amigo comprometido para la Universidad de Panamá y un firme defensor de la democracia
Actualizado
  • 10/11/2024 11:24
Creado
  • 10/11/2024 11:24

El doctor Carlos Iván Zúñiga Guardia fue un hombre ejemplar para la nación, un amigo comprometido para la Universidad de Panamá y un firme defensor de la democracia. Mediante los discursos que dirigía a los estudiantes graduandos del Centro Regional Universitario de Azuero, impulsaba con conocimiento de causa el valor del bien común y la justicia social en beneficio de los más necesitados.

Durante su rectorado, entre 1991 y 1994, aprendí de su elocuencia y de su habilidad para transmitir mensajes poderosos y patrióticos. Admiré su vivificante oratoria llena de identidad nacional. Como intelectual, político, abogado y profesor, su legado se extiende más allá del ámbito jurídico y académico. Su vida estuvo marcada por una filosofía centrada en la justicia social, en la defensa de los derechos humanos y en el amor inquebrantable por Panamá y por su gente.

Originario de la campiña panameña, Zúñiga encontraba en sus raíces rurales la inspiración que impregnaba su visión de país. Sentía un amor profundo por la vida en el campo y un compromiso genuino con los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

En 1987, cuando ingresé a trabajar como profesor en la Universidad de Panamá, traía una formación con ideales socialdemócratas y los anhelos de justicia que impulsaban a Carlos Iván Zúñiga.

Pronto me encontré aprendiendo de su elocuencia y de su asombrosa habilidad para emitir mensajes vibrantes y pletóricos de patriotismo. Su retórica, apasionada y enraizada en la identidad nacional, inspiraba a todos a defender la patria istmeña con valentía y con compromiso.La sabiduría de Zúñiga era clara y poderosa: la libertad no es solo un derecho que se reclama, sino un deber que demanda sacrificio y responsabilidad hacia el prójimo.

En sus palabras, encontraba no solo ideas, sino también un llamado a la acción. Algún día, me decía a mí mismo, expresaré el amor por Panamá y el compromiso con el bien común con la fuerza y claridad con que el patriota Zúñiga lo hacía dejando una huella indeleble en todos aquellos que me escucharan. Su ideología resalta el papel fundamental del individuo en la construcción de una sociedad democrática y solidaria.

Para él, el patriotismo va más allá de un mero sentimiento; es una acción concreta, un compromiso diario con el bienestar colectivo y el respeto a los derechos ajenos. Este punto de vista es pertinente en un mundo en el que la globalización y los intereses externos amenazan la autonomía y la identidad cultural de naciones pequeñas como Panamá.

El Día del Patriota no es solo un homenaje al pasado. Es una invitación a reflexionar sobre los desafíos contemporáneos que enfrenta el país, resaltando la importancia de mantener vivos los ideales de Zúñiga y de otros grandes patriotas que lucharon por un Panamá justo y soberano.

Su legado nos manifiesta que el verdadero amor por la nación requiere acción y compromiso en la defensa de nuestra identidad. Es un tributo que se le rinde al doctor Carlos Iván Zúñiga y a otros panameños ilustres; representa un homenaje a la historia de lucha por la libertad y la democracia en el país.

A través de la celebración de este día, los panameños rememoran la importancia de proteger la soberanía y la identidad nacional, es una invitación a actuar con responsabilidad cívica. Su filosofía de justicia y libertad sigue siendo un manantial de inspiración que enseña su legado a la juventud.

Es una defensa de la soberanía nacional y de las adversidades que los gobernantes quieran implantar mediante ideologías sectarias para justificar el saqueo de las riquezas que le pertenecen al pueblo.

Este legado refuerza la identidad nacional y une a los panameños en un compromiso compartido de construir una sociedad más justa y equitativa para las futuras generaciones.