¿Impuestos de EE.UU. a China afectarían la relación de Panamá con sus socios?
- 19/11/2024 00:00
- 18/11/2024 20:32
La reacción impositiva de Estados Unidos de cargar con un arancel de 60 % a los productos que pasen por el nuevo puerto de Chancay, en Perú, hace pensar a los analistas en la relación que tendrá la nueva administración Trump con la región. Estados Unidos (EE.UU.), socio estratégico e histórico de Panamá, advirtió de que impondría un arancel de 60 % a los productos de cualquier país que pasen por Chancay, el puerto recién inaugurado en Perú, gracias a una importante inversión de China, a pesar de que también hay puertos chinos en la nación norteamericana. La medida es observada de manera cautelosa por analistas, debido a la relación que mantiene Panamá con ambas potencias.
El megapuerto de alto calado, ubicado a 75 kilómetros al norte de Lima y que conlleva una inversión de 3 mil millones de dólares, ha sido visualizado como un riesgo geopolítico por analistas que alegan que China pudiera utilizarlo, no solo en el plano comercial, sino también militar.
El 60 % de esta inversión es de la empresa china Cosco Shipping, y en una reciente entrevista con este medio, el embajador de Perú en Panamá, Mario López Chavárri, se refirió a la preocupación de EE.UU. por el incremento de la presencia del país asiático.
Indicó que no entrarían en la confrontación entre socios, sino más bien se ofrece una oportunidad de invertir a todos.
“Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60 %, como si el producto fuera de China”, dijo Claver-Carone, asesor del equipo de transición del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Carone fue director principal para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en la primera administración de Trump, publicó Bloomberg.
¿Cómo podría extrapolarse esta reacción a la relación de Panamá con estas dos fuerzas?
Mientras que Panamá es el socio principal de EE.UU. en la región, por otro lado el dragón asiático es el segundo país en transitar la mayor carga por el Canal de Panamá con el 21.4 % del total, según el Ministerio de Comercio e Industrias.
Además, China ha manifestado su interés de construir la obra insigne del presidente José Raúl Mulino: el tren de 400 kilómetros que iría desde la ciudad capital hasta la provincia de Chiriquí, al extremo oeste del país, cuya vía férrea pudiera conectarse con Centroamérica.
El acercamiento también contemplaría la firma de un tratado de libre comercio.
Son proyectos grandes que no van a poder ser cambiados por los próximos gobiernos -la concesión de Chancay es a 30 años- y muestra cómo ha cambiado la forma en la que Pekín invierte en el mundo. Detrás de esto están los problemas políticos conocidos, y tenemos que pensar que detrás de las empresas chinas está el gobierno”, explicó a “La Decana” el politólogo y profesor de Política Asiática de la Universidad de Buenos Aires, Max Povse.
“Panamá tiene una posición estratégica, no solo por el istmo o el canal, por lo que el acercamiento de China a Panamá representa una forma de rebalancear los aliados de EE.UU. Los aliados de EE.UU en la región son la clave de China para hacer su diplomacia”, dijo el catedrático.
Panamá inició relaciones comerciales con China desde 2017 y su balanza comercial es deficitaria en cuanto al intercambio de bienes: el intercambio comercial en 2022 sumó unos $3 mil millones, con un déficit de $450 millones para Panamá.
En tanto que la balanza deficitaria de la región con China, que perdió el 4 % del PIB, “son miles de millones de dólares que quedan opacados por estos proyectos (...) China está llenando un vacío que ha dejado EE.UU. Son proyectos que nos sirven mucho”, manifestó Povse, quien agregó que no se debe perder de vista que Panamá y otros países de la región son Estados pequeños que no están negociando regionalmente.
En vía contraria, el analista político panameño Ebrahim Asvat destacó que para Panamá es vital mantener la buena relación con la segunda potencia del mundo, un vínculo que el país inició hace 200 años y que ahora China mantiene con varias naciones latinoamericanas.
“A nivel geopolítico hay un gran temor de que China se convierta en una gran potencia que compita con EE.UU., pues tiene cuatro veces mayor población, un tamaño de la economía que puede ser igual a la de EE.UU. en un futuro, pero basado en su población el ingreso per cápita siempre va a ser menor”, acotó Asvat.
China ha expandido su presencia durante la administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, porque no sintieron una “guerra declarada como siempre”, y la política exterior estadounidense estuvo enfocada en determinados países, argumentó Fernando Pedrosa, otro investigador y especialista en estudios asiáticos de la Universidad de Buenos Aires.
En Panamá, por ejemplo, se han establecido cerca de 40 empresas chinas en el área de finanzas, telecomunicaciones y logística, algunas en la Zona Libre de Colón y una veintena como sedes de empresas multinacionales.
La inversión más cuantiosa, por más de 2 mil millones de dólares, es la construcción del cuarto puente sobre el Canal por el consorcio integrado por China Communications Construction Company LTD y China Harbour Engineering Company LTD, y que culminaría en 2028.
“No va a ser fácil para Panamá poder dejar entrar a China a sus inversiones sin tener problemas con EE.UU., por lo que apenas la administración Trump empiece a trabajar va a mandar mensajes con los países latinoamericanos que le interesa, y se espera la desconexión de Trump del vínculo industrial y comercial con China; vamos a esperar a futuro mucho conflicto con este tema”, expuso Pedrosa.
El abogado panameño Adolfo Linares resaltó que Panamá debe tener relaciones comerciales con todos los países, con base en su soberanía, y mantener sus relaciones diplomáticas abiertas a una mejor relación comercial, ¿y por qué no atraer buenas inversiones chinas como las de EE.UU. y las europeas?”.
“El hecho de que tengamos relaciones con China no significa que Panamá vaya a reemplazar una cosa con la otra”, y citó que con EE.UU., además de estar en el mismo hemisferio, “tenemos relaciones más profundas y arraigadas” por tener la misma visión política económica, y la misma forma que EE.UU. tiene relaciones con China y países de la Unión Europea, Panamá tiene el mismo derecho.
China ha seguido avanzando y se ha convertido en un socio regional importante con América Latina, mientras que EE.UU. no mostró el apoyo tanto en la cooperación económica y académica, y en todos los casos tiene influencia política. La respuesta de quienes defendemos la democracia “no puede ser un mensaje antichino” porque siempre iría cargado de racismo y exclusión.
“La diferencia es saber que el modelo del partido comunista único es la antítesis de la tradición republicana liberal constitucional que ha cimentado las identidades políticas de América Latina”, entonces, si América Latina lo puede tener como socio, pero sin copiar su sistema político, sería “interesante”, acotó Armando Chaguaceda, politólogo e historiador.
Además del intercambio de bienes, China ha manifestado interés en afianzar su relación con Panamá en puertos, logística y energía limpia.Relación comercialEn el país se han instalado unas 40 empresas chinas que operan en diversos sectores, como tecnología, finanzas y telecomunicaciones.
Estados Unidos (EE.UU.), socio estratégico e histórico de Panamá, advirtió de que impondría un arancel de 60 % a los productos de cualquier país que pasen por Chancay, el puerto recién inaugurado en Perú, gracias a una importante inversión de China, a pesar de que también hay puertos chinos en la nación norteamericana. La medida es observada de manera cautelosa por analistas, debido a la relación que mantiene Panamá con ambas potencias.
El megapuerto de alto calado, ubicado a 75 kilómetros al norte de Lima y que conlleva una inversión de 3 mil millones de dólares, ha sido visualizado como un riesgo geopolítico por analistas que alegan que China pudiera utilizarlo, no solo en el plano comercial, sino también militar.
El 60 % de esta inversión es de la empresa china Cosco Shipping, y en una reciente entrevista con este medio, el embajador de Perú en Panamá, Mario López Chavárri, se refirió a la preocupación de EE.UU. por el incremento de la presencia del país asiático.
Indicó que no entrarían en la confrontación entre socios, sino más bien se ofrece una oportunidad de invertir a todos.
“Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60 %, como si el producto fuera de China”, dijo Claver-Carone, asesor del equipo de transición del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Carone fue director principal para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en la primera administración de Trump, publicó Bloomberg.
¿Cómo podría extrapolarse esta reacción a la relación de Panamá con estas dos fuerzas?
Mientras que Panamá es el socio principal de EE.UU. en la región, por otro lado el dragón asiático es el segundo país en transitar la mayor carga por el Canal de Panamá con el 21.4 % del total, según el Ministerio de Comercio e Industrias.
Además, China ha manifestado su interés de construir la obra insigne del presidente José Raúl Mulino: el tren de 400 kilómetros que iría desde la ciudad capital hasta la provincia de Chiriquí, al extremo oeste del país, cuya vía férrea pudiera conectarse con Centroamérica.
El acercamiento también contemplaría la firma de un tratado de libre comercio.
Son proyectos grandes que no van a poder ser cambiados por los próximos gobiernos -la concesión de Chancay es a 30 años- y muestra cómo ha cambiado la forma en la que Pekín invierte en el mundo. Detrás de esto están los problemas políticos conocidos, y tenemos que pensar que detrás de las empresas chinas está el gobierno”, explicó a “La Decana” el politólogo y profesor de Política Asiática de la Universidad de Buenos Aires, Max Povse.
“Panamá tiene una posición estratégica, no solo por el istmo o el canal, por lo que el acercamiento de China a Panamá representa una forma de rebalancear los aliados de EE.UU. Los aliados de EE.UU en la región son la clave de China para hacer su diplomacia”, dijo el catedrático.
Panamá inició relaciones comerciales con China desde 2017 y su balanza comercial es deficitaria en cuanto al intercambio de bienes: el intercambio comercial en 2022 sumó unos $3 mil millones, con un déficit de $450 millones para Panamá.
En tanto que la balanza deficitaria de la región con China, que perdió el 4 % del PIB, “son miles de millones de dólares que quedan opacados por estos proyectos (...) China está llenando un vacío que ha dejado EE.UU. Son proyectos que nos sirven mucho”, manifestó Povse, quien agregó que no se debe perder de vista que Panamá y otros países de la región son Estados pequeños que no están negociando regionalmente.
En vía contraria, el analista político panameño Ebrahim Asvat destacó que para Panamá es vital mantener la buena relación con la segunda potencia del mundo, un vínculo que el país inició hace 200 años y que ahora China mantiene con varias naciones latinoamericanas.
“A nivel geopolítico hay un gran temor de que China se convierta en una gran potencia que compita con EE.UU., pues tiene cuatro veces mayor población, un tamaño de la economía que puede ser igual a la de EE.UU. en un futuro, pero basado en su población el ingreso per cápita siempre va a ser menor”, acotó Asvat.
China ha expandido su presencia durante la administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, porque no sintieron una “guerra declarada como siempre”, y la política exterior estadounidense estuvo enfocada en determinados países, argumentó Fernando Pedrosa, otro investigador y especialista en estudios asiáticos de la Universidad de Buenos Aires.
En Panamá, por ejemplo, se han establecido cerca de 40 empresas chinas en el área de finanzas, telecomunicaciones y logística, algunas en la Zona Libre de Colón y una veintena como sedes de empresas multinacionales.
La inversión más cuantiosa, por más de 2 mil millones de dólares, es la construcción del cuarto puente sobre el Canal por el consorcio integrado por China Communications Construction Company LTD y China Harbour Engineering Company LTD, y que culminaría en 2028.
“No va a ser fácil para Panamá poder dejar entrar a China a sus inversiones sin tener problemas con EE.UU., por lo que apenas la administración Trump empiece a trabajar va a mandar mensajes con los países latinoamericanos que le interesa, y se espera la desconexión de Trump del vínculo industrial y comercial con China; vamos a esperar a futuro mucho conflicto con este tema”, expuso Pedrosa.
El abogado panameño Adolfo Linares resaltó que Panamá debe tener relaciones comerciales con todos los países, con base en su soberanía, y mantener sus relaciones diplomáticas abiertas a una mejor relación comercial, ¿y por qué no atraer buenas inversiones chinas como las de EE.UU. y las europeas?”.
“El hecho de que tengamos relaciones con China no significa que Panamá vaya a reemplazar una cosa con la otra”, y citó que con EE.UU., además de estar en el mismo hemisferio, “tenemos relaciones más profundas y arraigadas” por tener la misma visión política económica, y la misma forma que EE.UU. tiene relaciones con China y países de la Unión Europea, Panamá tiene el mismo derecho.
China ha seguido avanzando y se ha convertido en un socio regional importante con América Latina, mientras que EE.UU. no mostró el apoyo tanto en la cooperación económica y académica, y en todos los casos tiene influencia política. La respuesta de quienes defendemos la democracia “no puede ser un mensaje antichino” porque siempre iría cargado de racismo y exclusión.
“La diferencia es saber que el modelo del partido comunista único es la antítesis de la tradición republicana liberal constitucional que ha cimentado las identidades políticas de América Latina”, entonces, si América Latina lo puede tener como socio, pero sin copiar su sistema político, sería “interesante”, acotó Armando Chaguaceda, politólogo e historiador.