Cardenales durante la ceremonia fúnebre por el Papa emérito Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) en la Ciudad del Vaticano este 05 de enero 2023. EFE/Radek Pietruszka POLAND OUT
Radek Pietruszka / EFE
Los cardenales del Vaticano, figuras clave en la sucesión papal, reciben salarios mensuales, beneficios y privilegios exclusivos.
Tras el fallecimiento del Papa, la figura de los cardenales de la Iglesia católica cobra relevancia, ya que de este grupo colegiado saldrá quien suceda a Francisco. Se trata de un cuerpo con gran influencia dentro del Vaticano, que goza de diversos privilegios, y cuyos miembros pueden percibir salarios mensuales considerables.
Aunque la Iglesia católica no publica oficialmente los sueldos de sus altos jerarcas, según el sitio web Infobae, los cardenales que trabajan en el Vaticano reciben una asignación mensual que oscila entre los 4,000 y 5,000 euros, dependiendo de su función y antigüedad. Esta cantidad equivale a unos 4,300 a 5,400 dólares estadounidenses.
Los cardenales retirados o que residen fuera del Vaticano también pueden recibir apoyo económico por parte de la Santa Sede o de las diócesis a las que estuvieron vinculados. Además de su salario mensual, muchos de ellos tienen acceso a vivienda sin costo, personal de apoyo, atención médica gratuita y cobertura de gastos de viaje cuando representan oficialmente a la Iglesia.
Cabe destacar que el papa Francisco impulsó una política de austeridad, reduciendo los sueldos de varios cargos vaticanos —incluidos los de los cardenales— hasta en un 10 % en los últimos años, como parte de un esfuerzo por mejorar la sostenibilidad financiera del Vaticano.
El papa Francisco renunció a recibir un salario mensual.
Durante su pontificado, Francisco renunció a recibir un sueldo personal, según relató en una entrevista concedida en 2019 al periodista Jordi Évole. En su lugar, se mantenía mediante los fondos destinados a la Santa Sede, con el objetivo de cubrir sus necesidades básicas y operativas.
¿De dónde obtiene el Vaticano sus fondos?
La pequeña república del Vaticano es un Estado que percibe múltiples fuentes de ingreso. La mayoría provienen de donaciones privadas dirigidas al fondo de caridad del Papa, conocido como el Óbolo de San Pedro. También obtiene recursos del turismo religioso, la venta de sellos y monedas conmemorativas, así como de la rentabilidad de inversiones, principalmente a través del alquiler y venta de propiedades ubicadas en Roma y otras ciudades del mundo, especialmente en Europa.
Además, las diócesis de todo el mundo realizan aportaciones anuales a la Santa Sede para colaborar con su sostenimiento. Otra fuente importante de financiamiento son los fondos soberanos y las cuentas financieras administradas a través de diversas entidades bancarias, incluido el Banco del Vaticano, oficialmente llamado Instituto para las Obras de Religión.