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Cisjordania se vuelca en recibir al líder palestino Zubeidi, liberado por Israel

El líder miliciano palestino Zakaria Zubeidi (a hombros-c) se dio un baño de masas este jueves tras su liberación en Ramala. EFE
Actualizado
  • 31/01/2025 00:00
Creado
  • 30/01/2025 19:52

Zakaria Zubeidi, que lideró las Brigadas de los Mártires de al Aqsa en la década de 1990, saltó a la fama cuando protagonizó una espectacular escapada de prisión en 2021

El líder miliciano palestino Zakaria Zubeidi se dio un baño de masas este jueves tras su liberación en el Centro Recreativo de Ramala, en Cisjordania ocupada, en el tercer canje de prisioneros por rehenes israelíes de la tregua en la Franja de Gaza.

“He venido con mis primos para ver la liberación de Zakaria. No tenía ninguna intención de venir pero cuando me enteré de que lo liberaban ni me lo pensé”, dijo a EFE Amir, un joven palestino que ha conducido durante hora y media para poder presenciar el momento.

Muchos de los presentes en el centro recreativo contaban una historia similar.

Zubeidi, que lideró las Brigadas de los Mártires de al Aqsa (el brazo armado de Fatah) en la década de 1990, saltó a la fama cuando protagonizó una espectacular escapada de prisión en 2021 junto a otros cinco prisioneros. Fue arrestado de nuevo pocos días después.

Paseado entre la multitud

El preso salió el primero, y a hombros, del autobús que lo trasladaba desde la prisión de Ofer junto a otros 94 palestinos liberados hoy por Israel en Cisjordania (14 presos más fueron liberados en la Franja de Gaza y uno en Jerusalén Este).

La multitud congregada junto al Centro Recreativo, que llevaba horas esperando, se volvió loca al ver a Zubeidi.

El preso pasó por un breve reconocimiento médico antes de ser llevado junto a la muchedumbre, donde fue paseado a hombros ante los gritos extasiados de la gente.

Pero una vez pasado el trance, con Zubeidi ya de camino al hospital y la mayoría de la multitud desperdigada, el centro se llenó de pequeñas victorias: padres besando a sus hijos, hermanos alzando a hermanos en brazos, y abuelas que lloraban y se abrazaban a los cuellos de sus nietos.

Al menos 30 de los presos liberados hoy son menores de edad.

Una espera interminable

Se esperaba que los presos llegaran al Centro Recreativo alrededor del mediodía, después de que la Yihad Islámica Palestina y Hamás liberasen en Gaza a las rehenes israelíes Agam Berger y Arbel Yehud, al rehén Gadi Moses y a cinco ciudadanos tailandeses secuestrados el 7 de octubre de 2023.

Pero poco después de las liberaciones, el Gobierno israelí ordenó pausar la puesta en libertad de los presos palestinos “hasta que se garantice la salida segura” de los rehenes.

Uno de los coordinadores palestinos en Ramala explicó a EFE que Israel estaba molesta por la forma en que se había llevado a cabo la liberación de Yehud, Moses y los cinco tailandeses, en el sur de la Franja.

Miles de gazatíes se agolparon esta mañana contra los rehenes y el desorden fue tal que los milicianos palestinos tuvieron que hacer un escudo humano alrededor de Yehud, con rostro de miedo, y apelar a los asistentes a abrir paso, lo que demoró el intercambio.

“Humillar a los palestinos”

Pero los sanitarios palestinos en Ramala, que llevaban horas esperando la liberación de los presos, tenían otra teoría.

“Israel hace esto para humillarnos”, dijo a EFE Sami, uno de los paramédicos, ante las expresiones de aprobación de sus compañeros.

Algunos familiares de liberados, que habían pasado la noche en el Centro Recreativo por miedo a no llegar a tiempo (los controles militares israelíes en Cisjordania ocupada se han vuelto mucho más estrictos desde que comenzó la tregua en Gaza) se quejaban de que no podrían volver a su casa hasta mañana si la llegada de los presos se retrasaba mucho más.

Los autobuses que los transportaban acabaron llegando después de las 18.30 hora local (16.30 GMT), y muchos familiares no vieron a sus seres queridos hasta una hora después.

Pero en el momento en el que aparecieron, la frustración se convirtió en alegría, los mohínes dieron paso a las lágrimas y el cielo se llenó de gritos: “¡Alá es grande! ¡Viva Palestina!”.