Oposición y oficialismo chileno miden fuerzas en elecciones regionales
- 24/11/2024 00:00
- 23/11/2024 18:27
Un proceso electoral que se considera como un barómetro de las presidenciales de 2025, con la derecha fragmentada y la centroizquierda buscando frenar la pérdida de votos tras el desgaste de la gestión de Gabriel Boric Este domingo tendrá lugar el balotaje de los comicios regionales en Chile, considerados como un termómetro electoral de las preferencias políticas en el país sudamericano, de cara a las presidenciales del próximo año.
La primera vuelta, realizada el pasado 27 de octubre y donde se eligieron gobernadores y autoridades locales, tuvo una convocatoria del 84.8%, lo que duplica la participación de 2021, en el que solo asistieron el 43.2% del padrón, bajo un régimen de voto obligatorio.
En aquella jornada electoral, ninguna de las fuerzas políticas se impuso ampliamente. Aun así, dejó ver que se dieron retrocesos de la centroizquierda ligada al gobierno, al tiempo que hubo avances de la derecha tradicional y la extrema derecha.
Si bien de las 345 municipalidades que se encuentran en disputa, la coalición oficialista de centro izquierda Contigo Chile Mejor, conformada por el Frente Amplio, el Partido Socialista de Chile, el Partido Comunista y otras nueve fuerzas políticas, consiguió el 30.08% de las alcaldías y 41.02% de los concejales, es menor a la suma total de cargos públicos obtenidos por la derecha y extrema derecha, un 35,67% en los municipios y 48,52 de los concejales.
En el caso de Chile Vamos, donde participan partidos como la Unión Demócrata Independiente o Renovación Nacional – colectivos más bien ligados a la derecha tradicional – consiguieron el 26.55% de las alcaldías. En tanto que la ultraderecha, esta última consolidándose en torno al Partido Republicano, del excandidato presidencial José Antonio Kast. Esto deja por vez primera una superioridad de las fuerzas de derecha a nivel municipal.
Cuando se ve los resultados por gobernaciones, las 16 que debían decidirse, cuatro las ganó el oficialista y una la derecha, dejando once para la segunda vuelta de hoy.
Si bien la coalición de gobierno consiguió presentar una propuesta de bloque que permitió un éxito parcial en cuanto a evitar la fragmentación del voto a nivel territorial, a diferencia de la derecha que corrió con distintas coaliciones, los resultados apuntan de manera preliminar a un crecimiento sostenido de las posturas conservadoras tras el reflujo en las presidenciales de 2021, que llevaron al poder a Gabriel Boric, en medio del impulso por estallido social de 2019 y el proceso constituyente que surgió de este.
Aunque algunos analistas sostienen que dicho estallido abrió por las costuras el modelo político chileno fueron impuestos por la dictadura del Augusto Pinochet tras el golpe de Estado en 1973, al mismo tiempo se ha dado una respuesta conservadora que tiene a Kast como figura más visible, un abierto apologista del pinochetismo y en sintonía con las políticas de corte neoliberal con fuerte reducción de la participación del Estado en la economía y mayor presencia en el plano militar y de seguridad. De allí que los resultados de la segunda vuelta podrían señalar el marco político en el que se llevarìan a cabo las presidenciales de 2025.
Zonas clave como la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, Santiago, y hay habilitados para votar más de 6 millones de personas, será uno de los terrenos donde el independiente apoyado por el oficialismo Claudio Orrego, se medirá con el Francisco Orrego –miembro del partido de Renovación Nacional- y parte de Chile Vamos.
Otras regiones importantes en el sur del país también se definirán, donde en distintas municipalidades el oficialismo de centro izquierda gobierno con los democristianos. Aunque estos no son oficialmente parte del Gobierno, han conseguido alianzas en 15 de las 16 regiones del país.
El Gobierno de Boric, enfrenta a su vez una prueba en estos comicios regionales, al verse cuestionada su administración recienteme por el caso de su exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que enfrenta una denuncia por presunto abuso sexual. En tanto que la crisis de seguridad es otro asunto sobre el cual ha girado gran parte de la campaña electoral y que la gestión de Boric no ha logrado reducir.
Este domingo tendrá lugar el balotaje de los comicios regionales en Chile, considerados como un termómetro electoral de las preferencias políticas en el país sudamericano, de cara a las presidenciales del próximo año.
La primera vuelta, realizada el pasado 27 de octubre y donde se eligieron gobernadores y autoridades locales, tuvo una convocatoria del 84.8%, lo que duplica la participación de 2021, en el que solo asistieron el 43.2% del padrón, bajo un régimen de voto obligatorio.
En aquella jornada electoral, ninguna de las fuerzas políticas se impuso ampliamente. Aun así, dejó ver que se dieron retrocesos de la centroizquierda ligada al gobierno, al tiempo que hubo avances de la derecha tradicional y la extrema derecha.
Si bien de las 345 municipalidades que se encuentran en disputa, la coalición oficialista de centro izquierda Contigo Chile Mejor, conformada por el Frente Amplio, el Partido Socialista de Chile, el Partido Comunista y otras nueve fuerzas políticas, consiguió el 30.08% de las alcaldías y 41.02% de los concejales, es menor a la suma total de cargos públicos obtenidos por la derecha y extrema derecha, un 35,67% en los municipios y 48,52 de los concejales.
En el caso de Chile Vamos, donde participan partidos como la Unión Demócrata Independiente o Renovación Nacional – colectivos más bien ligados a la derecha tradicional – consiguieron el 26.55% de las alcaldías. En tanto que la ultraderecha, esta última consolidándose en torno al Partido Republicano, del excandidato presidencial José Antonio Kast. Esto deja por vez primera una superioridad de las fuerzas de derecha a nivel municipal.
Cuando se ve los resultados por gobernaciones, las 16 que debían decidirse, cuatro las ganó el oficialista y una la derecha, dejando once para la segunda vuelta de hoy.
Si bien la coalición de gobierno consiguió presentar una propuesta de bloque que permitió un éxito parcial en cuanto a evitar la fragmentación del voto a nivel territorial, a diferencia de la derecha que corrió con distintas coaliciones, los resultados apuntan de manera preliminar a un crecimiento sostenido de las posturas conservadoras tras el reflujo en las presidenciales de 2021, que llevaron al poder a Gabriel Boric, en medio del impulso por estallido social de 2019 y el proceso constituyente que surgió de este.
Aunque algunos analistas sostienen que dicho estallido abrió por las costuras el modelo político chileno fueron impuestos por la dictadura del Augusto Pinochet tras el golpe de Estado en 1973, al mismo tiempo se ha dado una respuesta conservadora que tiene a Kast como figura más visible, un abierto apologista del pinochetismo y en sintonía con las políticas de corte neoliberal con fuerte reducción de la participación del Estado en la economía y mayor presencia en el plano militar y de seguridad. De allí que los resultados de la segunda vuelta podrían señalar el marco político en el que se llevarìan a cabo las presidenciales de 2025.
Zonas clave como la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, Santiago, y hay habilitados para votar más de 6 millones de personas, será uno de los terrenos donde el independiente apoyado por el oficialismo Claudio Orrego, se medirá con el Francisco Orrego –miembro del partido de Renovación Nacional- y parte de Chile Vamos.
Otras regiones importantes en el sur del país también se definirán, donde en distintas municipalidades el oficialismo de centro izquierda gobierno con los democristianos. Aunque estos no son oficialmente parte del Gobierno, han conseguido alianzas en 15 de las 16 regiones del país.
El Gobierno de Boric, enfrenta a su vez una prueba en estos comicios regionales, al verse cuestionada su administración recienteme por el caso de su exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que enfrenta una denuncia por presunto abuso sexual. En tanto que la crisis de seguridad es otro asunto sobre el cual ha girado gran parte de la campaña electoral y que la gestión de Boric no ha logrado reducir.