María Corina Machado: ‘Una segunda elección es inadmisible’
- 16/08/2024 08:06
- 15/08/2024 19:51
La líder opositora venezolana, resguardada por amenazas del chavismo, conversó en exclusiva con ‘La Estrella de Panamá’. Se muestra convencida de que esta vez el régimen tiene los días contados y rechaza, con contundencia, la posibilidad de un segundo comicio presidencial Tres semanas han pasado desde la cita electoral que ha convulsionado Venezuela, tiempo en el que los esfuerzos internacionales y criollos se han intensificado para que se respete su voluntad democrática. Todas las miradas están puestas en los intentos de Brasil, Colombia y México para tratar una solución negociada a la crisis; sin embargo este jueves el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respaldado por el presidente colombiano Gustavo Petro, ha sugerido la posibilidad de convocar nuevas elecciones como solución al conflicto, una vía que no ve “prudente” el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; la postura del país azteca es esperar a que resuelva la Corte Suprema, controlada por el régimen.
Para María Corina Machado (Caracas, 1967) la posibilidad de una segunda elección es “inadmisible”. Su firmeza, serenidad y convicción saltan en cada frase. Sonríe y habla segura de que la “gesta cívica histórica” alcanzada el 28 de julio no se la van arrebatar a Venezuela. “Esto no tiene vuelta atrás y nosotros vamos a luchar hasta el final”, sentencia.
Machado se refiere a la victoria de Edmundo González con el 67% de los votos, por el 30% de Nicolás Maduro, resultados respaldados tras la recolección que hicieron testigos en los centros de votación de toda Venezuela y que están expuestos a través de actas, escaneadas y subidas a una web, con datos cotejables a disposición del mundo. Actas que no ha querido mostrar el Consejo Nacional Electoral que proclamó a Maduro como ganador la madrugada de aquel domingo.
A Machado le avergüenza ser impuntual a las citas, pero estos días postelectorales son muchos más arduos, largos y más intensos que los momentos de preparación y logística, por eso - dice - se ha demorado unos 20 minutos para este encuentro. Son las 3:20 en Caracas y arranca la videollamada. La líder opositora aparece. Sentada en un sofá sencillo, viste un suéter negro y en su cuello cuelga un rosario de madera, quizá uno de esos tantos que le regalan sus seguidores en cada manifestación venezolana.
Hace unas semanas decidió resguardarse ante las amenazas del círculo íntimo de Nicolás Maduro, que ha pedido que la encarcelen junto a Edmundo González Urrutia. Los acusan de terroristas y desestabilizadores. “Estamos viendo la campaña de terror represiva más brutal que se haya desatado en este país”, denuncia.
Los ojos del mundo observan con asombro el fenómeno político que ha encabezado en su país. Hasta los que son sus detractores están seguros de que Machado ha sorprendido en todas sus conquistas. Es una mujer cargada de logros políticos que resume la mejor de las Venezuelas con su respuesta -inteligente y táctica- convertida en acción ante la amenaza recurrente y despiadada del dictador. “Actuar con serenidad no es debilidad, es todo lo contrario” remata.
Aquí la mujer que cuando habla, en su país reinicia la esperanza.
¿Cómo son sus días en el resguardo? (Sonríe y se toca el corazón) Tenemos una responsabilidad muy grande porque esta es una causa compartida. Me emociona mucho cómo lo hemos asumido los que estamos aquí y los que están afuera, sabemos que todo depende de lo que nosotros hagamos y lo estamos haciendo bien. Han sido unos días de trabajo insólito, nunca pensé que se podía trabajar más después que antes de una elección.
Son días de 20 horas, en las que hemos estado en contacto con todos los equipos, con gente de todos los partidos, los comandos que han sufrido una persecución brutal. Hemos enviado muchos mensajes a la gente [de estos equipos] y también estamos trabajando con líderes del mundo entero que acompañan la causa venezolana, dejándoles bien claro que esto no tiene vuelta atrás y nosotros vamos a luchar hasta el final. Hacer valer la soberanía popular.
La oposición, liderada por usted, ha tenido planes A, B, C y D para probar y asegurar la victoria de Edmundo González Urrutia. Cuando usted llama a “cobrar hasta el final”, ¿cómo se traduce esto y a quién le van a cobrar? Cobrar significa hacer que el régimen reconozca [la derrota], eso es lo que significa para los venezolanos, hacer valer la verdad y la soberanía popular. Nosotros hemos tenido decenas de elecciones con trampa y fraude estos últimos años, pero nunca lo habíamos podido demostrar y nos propusimos, hace más de un año, que íbamos a mostrar nuestra victoria.
Hicimos un análisis profundo de la ingeniería electoral del régimen, para entender dónde están las vulnerabilidades sobre las que ellos podían actuar y nosotros defender. Empezamos a montar una estructura ciudadana, voluntaria y excepcional como nunca antes se había hecho en el país. La plataforma 600K buscó a 600 mil personas que tuvieran presencia en los centros de votación, dentro y fuera, además de los 629,500 comanditos.
Son estructuras a nivel comunitario que movilizaron a mucha gente y nos permitió que cuando se imprimían todas las actas y se entregaban al testigo, escanear la certificación con un QR para luego enviar la información, inmediatamente recoger las actas y digitalizarlas, montarlas en una página web súper robusta en donde todo el mundo las ha visto y asegura la victoria de Edmundo González.
Y esa victoria ha sido respaldada por el mundo, pero hay tres países cruciales: Brasil, Colombia y México, que están impulsando una salida negociada del régimen, pero recientemente el presidente mexicano López Obrador dijo que esperará que el Tribunal Supremo de Justicia venezolano resuelva. ¿Qué opina sobre esto? ¿Ha tenido algún acercamiento con la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum? El único país con el que no hemos podido hablar es con México, con todos los demás hemos conversado. La verdad estoy muy agradecida por las demostraciones de respaldo y genuino afecto hacia Venezuela de tantos gobiernos, incluyendo el de Panamá. Siento que ha habido una convergencia de posiciones, son muy pocos los países que aceptaron el resultado del Consejo Nacional Electoral: Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia. Otros aliados del régimen dijeron: ‘No creemos, presenten las actas y paren la represión’ y lo han hecho con bastante firmeza, empezando por el presidente de Chile, Gabriel Boric.
Creo que este es un momento en el que se ha ido dando cuenta el mundo de lo que nosotros sabíamos hace mucho tiempo, no se trata de izquierda o derecha, es hacer valer la democracia, la justicia y la libertad o un sistema de corrupción, tiránico y brutalmente represivo.
En estos casos tú no puedes ser neutral y sí creo que estos tres países han hecho el esfuerzo de mantener un canal de comunicación con el régimen, lamento muchísimo la posición de México porque hoy todos los juristas de Venezuela y el mundo tienen clarísimo que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela no tiene competencia para interferir en este proceso. Le corresponde al CNE dar los resultados, tenía 48 horas para hacerlo pero a casi tres semanas no ha presentado el primer número, ni una sola acta.
También pensando en la posición de los países cruzando el Atlántico, hablando de España, ¿qué opinión tiene sobre Pedro Sánchez y la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en este contexto? La Unión Europea ha tomado una decisión unánime y es algo que le agradecemos a los 27 países porque no es fácil que haya temas que unifiquen en política interior o exterior, en un contexto geopolítico tan movido como el que estamos viviendo. Haber logrado esa posición unánime de la Unión Europea, suscrita por España, entre otros, es muy importante porque se está haciendo la unión alrededor del tema, que no se trata de izquierdas y derechas.
Lo mismo ocurre en Estados Unidos, teniendo una elección tan polarizada, Venezuela sigue siendo un tema bipartidista porque se tiene plena conciencia que es el conflicto prioritario por la forma en la que afecta la seguridad nacional de Estados Unidos y la seguridad hemisférica. Por varias razones: los vínculos que tiene el país con Irán, Rusia y Cuba; la forma que desde Venezuela se ha estado estimulando y protegiendo las actividades de bandas de crimen organizado como el Tren de Aragua, que está desde Canadá hasta Chile y el tema de la migración.
Hay que entender que si Maduro se queda un tiempo más a la fuerza podríamos estar viendo la ola migratoria más grande que haya ocurrido. Esto es algo que nosotros vamos a impedir que el régimen se consolide, al final lo que queremos es que incluso los que se han ido regresen a casa.
Hablando de Estados Unidos, su presidente reconoce la victoria de Edmundo González, pero no lo reconoce como presidente electo, ¿cómo interpreta esta ambigüedad? Yo no veo ambigüedad, creo que es un proceso progresivo y lo que se ha buscado es mantener un consenso en la región. Todos saben que Edmundo ganó, incluso quienes no han querido aceptarlo públicamente.
¿Cuáles son esos límites y qué es lo no negociable en este momento tan crucial? En primer lugar, nosotros estamos dispuestos a participar en una negociación que funcione en un marco de cuatro elementos: primero, que parta del reconocimiento de la soberanía popular y los resultados del 28 de julio; que busque una transición democrática, aquí nadie está hablando de ‘power sharing’ o muchísimo menos una segunda elección, eso es inadmisible; en tercer lugar, estamos dispuestos a dar garantías e incentivos para que esta transición fluya de manera ordenada y finalmente, en el centro de la mesa está el pueblo de Venezuela representado por sus legítimos líderes, escogidos el 28 de julio y el 22 de octubre de 2023.
¿Con usted participando? Te repito, estarán sus legítimos líderes, escogidos el 28 de julio y el 22 de octubre.
En esa transición, ¿qué papel juega Panamá? El gobierno de Panamá, a través de su canciller [Javier Martínez-Acha] y su presidente [José Raúl Mulino] han sido de las voces más claras y firmes y eso es algo que los venezolanos recordaremos toda la vida. Es muy importante por la historia y las experiencias vividas por Panamá en la lucha de su propia democracia, por todos los vínculos que nos unen y la cantidad de venezolanos que viven allá. Esa voz firme defendiendo la verdad y la justicia, es muy útil en este momento, sí creo que a lo largo de la negociación habrá papeles importantes para países amigos, procurando que haya un equilibrio entre los países que acompañen este proceso.
¿Qué pasaría si a Edmundo o a María Corina los encarcelan? Estamos viendo la campaña de terror represiva más brutal que se haya desatado en este país, reconocida por el propio Maduro, que habla de 2,300 detenciones y las ONGs registran 1,350 aproximadamente. Hay 44 desapariciones forzadas, 24 asesinatos, torturas, personas que han ido a buscar a sus casas y en caso de que no estén se llevan a sus hijos, hay más de 100 menores detenidos y muchos son de las zonas más populares del país.
Cientos de dirigentes nuestros se encuentran escondidos a esta hora por las amenazas que han recibido en sus hogares y en días recientes Maduro decía que Edmundo y yo somos terroristas, prófugos de la justicia y creo que es un momento en el que el régimen está calibrando mal, es su propia fuerza ‘versus’ la determinación del pueblo de Venezuela. No vamos a dejar esta lucha, no vamos a dejar las calles y vamos hasta el final.
¿Cómo mantener a la gente en la calle? ¿Cómo evitar la frustración? Nos tomó 25 años llegar hasta aquí, fíjense todo lo que logramos, no nos vamos a rendir ahora... cuánto nos ha costado, cuántas vidas, cuánto esfuerzo y cuánto dolor. Nos dijeron que era imposible ir a primarias, que levantáramos al país, que participáramos en las elecciones, que lograríamos un candidato unitario y todo lo logramos, este no es el momento para achicopalarse, todo lo contrario. Es momento de reconocer la magnitud de nuestra victoria y seguir adelante, lucharemos el tiempo que haga falta para cobrar esta victoria. No nos vamos a rendir, ¡no vamos a dejar las calles!.
En esta transición, ¿la oposición ha podido conversar con las fuerzas militares y allegados al chavismo?, ¿confían ustedes en alguien dentro del régimen, cercano a su círculo? Creo que es un proceso progresivo, lo que nosotros vimos ese día fue una gran cooperación del Plan República en los centros para obtener las actas, eso es muy revelador de lo que están sintiendo nuestros ciudadanos militares, al final tienen los mismos anhelos que nosotros. Hay que tener esa conciencia, la comunidad venezolana ha tenido la resiliencia, inteligencia y sabemos que actuar con serenidad no es debilidad, sino todo lo contrario; hemos ido avanzado un día a la vez.
Imaginemos esa Venezuela del 11 de enero de 2025, ¿cuáles van a ser los primeros pasos estando ya en Miraflores? Es muy importante entender que la presidencia de Edmundo González va a enfrentar un país devastado en lo económico, en lo institucional e incluso en lo físico, tenemos una crisis humanitaria compleja, una crisis de servicios, una crisis de seguridad ciudadana, una crisis financiera, es decir, esto es realmente complicado. Nosotros hemos trabajado en lo que serán el conjunto de medidas de los primeros 100 días y cómo podemos abordar estas crisis de manera urgente, debemos crear la confianza en nuestras instituciones y nuestro Estado de derecho para que puedan llegar enormes inversiones, generar empleo y que la gente pueda ver resultados de manera rápida.
Yo tengo una enorme confianza en el pueblo de Venezuela y aquellos venezolanos que están fuera que se mueren por volver. Juntos vamos a ‘echarle pichón’, como decimos aquí, por dar valer a Venezuela y a ponerla a volar.
Un último mensaje... Primero yo quiero pedirle a los panameños que se unan a nuestra lucha, ustedes tienen allá a venezolanos de bien, que los quiero de vuelta, porque hay mucho que hacer en Venezuela. Esta es la misma lucha, una lucha por la justicia, por la línea humana, por la familia y la verdad. Lo que ocurre en Venezuela tiene impacto directo en la región y desde luego un impacto enorme en Panamá.
Ha sido extraordinario lo que logramos, una gesta cívica histórica, me siento orgullosa de ser venezolana y parte de este movimiento social. Les pido que sean nuestra voz, la voz de los venezolanos que quieren silenciar, y los que están allá que se preparen porque vienen unos días de mucho trabajo, ahora más que nunca.
Este sábado [mañana] nos vemos todos en las calles y nos seguiremos viendo hasta que Maduro termine de aceptar lo que el mundo sabe, que fue un triunfo contundente de la sociedad venezolana y que Venezuela será libre.
La comunidad venezolana ha tenido resiliencia, inteligencia y sabemos que actuar con serenidad no es debilidad, sino todo lo contrario; hemos ido avanzado un día a la vez” El gobierno de Panamá, a través de su canciller y su presidente han sido de las voces más claras y firmes y eso es algo que los venezolanos recordaremos toda la vida”
Tres semanas han pasado desde la cita electoral que ha convulsionado Venezuela, tiempo en el que los esfuerzos internacionales y criollos se han intensificado para que se respete su voluntad democrática. Todas las miradas están puestas en los intentos de Brasil, Colombia y México para tratar una solución negociada a la crisis; sin embargo este jueves el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respaldado por el presidente colombiano Gustavo Petro, ha sugerido la posibilidad de convocar nuevas elecciones como solución al conflicto, una vía que no ve “prudente” el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; la postura del país azteca es esperar a que resuelva la Corte Suprema, controlada por el régimen.
Para María Corina Machado (Caracas, 1967) la posibilidad de una segunda elección es “inadmisible”. Su firmeza, serenidad y convicción saltan en cada frase. Sonríe y habla segura de que la “gesta cívica histórica” alcanzada el 28 de julio no se la van arrebatar a Venezuela. “Esto no tiene vuelta atrás y nosotros vamos a luchar hasta el final”, sentencia.
Machado se refiere a la victoria de Edmundo González con el 67% de los votos, por el 30% de Nicolás Maduro, resultados respaldados tras la recolección que hicieron testigos en los centros de votación de toda Venezuela y que están expuestos a través de actas, escaneadas y subidas a una web, con datos cotejables a disposición del mundo. Actas que no ha querido mostrar el Consejo Nacional Electoral que proclamó a Maduro como ganador la madrugada de aquel domingo.
A Machado le avergüenza ser impuntual a las citas, pero estos días postelectorales son muchos más arduos, largos y más intensos que los momentos de preparación y logística, por eso - dice - se ha demorado unos 20 minutos para este encuentro. Son las 3:20 en Caracas y arranca la videollamada. La líder opositora aparece. Sentada en un sofá sencillo, viste un suéter negro y en su cuello cuelga un rosario de madera, quizá uno de esos tantos que le regalan sus seguidores en cada manifestación venezolana.
Hace unas semanas decidió resguardarse ante las amenazas del círculo íntimo de Nicolás Maduro, que ha pedido que la encarcelen junto a Edmundo González Urrutia. Los acusan de terroristas y desestabilizadores. “Estamos viendo la campaña de terror represiva más brutal que se haya desatado en este país”, denuncia.
Los ojos del mundo observan con asombro el fenómeno político que ha encabezado en su país. Hasta los que son sus detractores están seguros de que Machado ha sorprendido en todas sus conquistas. Es una mujer cargada de logros políticos que resume la mejor de las Venezuelas con su respuesta -inteligente y táctica- convertida en acción ante la amenaza recurrente y despiadada del dictador. “Actuar con serenidad no es debilidad, es todo lo contrario” remata.
Aquí la mujer que cuando habla, en su país reinicia la esperanza.
(Sonríe y se toca el corazón) Tenemos una responsabilidad muy grande porque esta es una causa compartida. Me emociona mucho cómo lo hemos asumido los que estamos aquí y los que están afuera, sabemos que todo depende de lo que nosotros hagamos y lo estamos haciendo bien. Han sido unos días de trabajo insólito, nunca pensé que se podía trabajar más después que antes de una elección.
Son días de 20 horas, en las que hemos estado en contacto con todos los equipos, con gente de todos los partidos, los comandos que han sufrido una persecución brutal. Hemos enviado muchos mensajes a la gente [de estos equipos] y también estamos trabajando con líderes del mundo entero que acompañan la causa venezolana, dejándoles bien claro que esto no tiene vuelta atrás y nosotros vamos a luchar hasta el final. Hacer valer la soberanía popular.
Cobrar significa hacer que el régimen reconozca [la derrota], eso es lo que significa para los venezolanos, hacer valer la verdad y la soberanía popular. Nosotros hemos tenido decenas de elecciones con trampa y fraude estos últimos años, pero nunca lo habíamos podido demostrar y nos propusimos, hace más de un año, que íbamos a mostrar nuestra victoria.
Hicimos un análisis profundo de la ingeniería electoral del régimen, para entender dónde están las vulnerabilidades sobre las que ellos podían actuar y nosotros defender. Empezamos a montar una estructura ciudadana, voluntaria y excepcional como nunca antes se había hecho en el país. La plataforma 600K buscó a 600 mil personas que tuvieran presencia en los centros de votación, dentro y fuera, además de los 629,500 comanditos.
Son estructuras a nivel comunitario que movilizaron a mucha gente y nos permitió que cuando se imprimían todas las actas y se entregaban al testigo, escanear la certificación con un QR para luego enviar la información, inmediatamente recoger las actas y digitalizarlas, montarlas en una página web súper robusta en donde todo el mundo las ha visto y asegura la victoria de Edmundo González.
El único país con el que no hemos podido hablar es con México, con todos los demás hemos conversado. La verdad estoy muy agradecida por las demostraciones de respaldo y genuino afecto hacia Venezuela de tantos gobiernos, incluyendo el de Panamá. Siento que ha habido una convergencia de posiciones, son muy pocos los países que aceptaron el resultado del Consejo Nacional Electoral: Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia. Otros aliados del régimen dijeron: ‘No creemos, presenten las actas y paren la represión’ y lo han hecho con bastante firmeza, empezando por el presidente de Chile, Gabriel Boric.
Creo que este es un momento en el que se ha ido dando cuenta el mundo de lo que nosotros sabíamos hace mucho tiempo, no se trata de izquierda o derecha, es hacer valer la democracia, la justicia y la libertad o un sistema de corrupción, tiránico y brutalmente represivo.
En estos casos tú no puedes ser neutral y sí creo que estos tres países han hecho el esfuerzo de mantener un canal de comunicación con el régimen, lamento muchísimo la posición de México porque hoy todos los juristas de Venezuela y el mundo tienen clarísimo que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela no tiene competencia para interferir en este proceso. Le corresponde al CNE dar los resultados, tenía 48 horas para hacerlo pero a casi tres semanas no ha presentado el primer número, ni una sola acta.
La Unión Europea ha tomado una decisión unánime y es algo que le agradecemos a los 27 países porque no es fácil que haya temas que unifiquen en política interior o exterior, en un contexto geopolítico tan movido como el que estamos viviendo. Haber logrado esa posición unánime de la Unión Europea, suscrita por España, entre otros, es muy importante porque se está haciendo la unión alrededor del tema, que no se trata de izquierdas y derechas.
Lo mismo ocurre en Estados Unidos, teniendo una elección tan polarizada, Venezuela sigue siendo un tema bipartidista porque se tiene plena conciencia que es el conflicto prioritario por la forma en la que afecta la seguridad nacional de Estados Unidos y la seguridad hemisférica. Por varias razones: los vínculos que tiene el país con Irán, Rusia y Cuba; la forma que desde Venezuela se ha estado estimulando y protegiendo las actividades de bandas de crimen organizado como el Tren de Aragua, que está desde Canadá hasta Chile y el tema de la migración.
Hay que entender que si Maduro se queda un tiempo más a la fuerza podríamos estar viendo la ola migratoria más grande que haya ocurrido. Esto es algo que nosotros vamos a impedir que el régimen se consolide, al final lo que queremos es que incluso los que se han ido regresen a casa.
Yo no veo ambigüedad, creo que es un proceso progresivo y lo que se ha buscado es mantener un consenso en la región. Todos saben que Edmundo ganó, incluso quienes no han querido aceptarlo públicamente.
En primer lugar, nosotros estamos dispuestos a participar en una negociación que funcione en un marco de cuatro elementos: primero, que parta del reconocimiento de la soberanía popular y los resultados del 28 de julio; que busque una transición democrática, aquí nadie está hablando de ‘power sharing’ o muchísimo menos una segunda elección, eso es inadmisible; en tercer lugar, estamos dispuestos a dar garantías e incentivos para que esta transición fluya de manera ordenada y finalmente, en el centro de la mesa está el pueblo de Venezuela representado por sus legítimos líderes, escogidos el 28 de julio y el 22 de octubre de 2023.
Te repito, estarán sus legítimos líderes, escogidos el 28 de julio y el 22 de octubre.
El gobierno de Panamá, a través de su canciller [Javier Martínez-Acha] y su presidente [José Raúl Mulino] han sido de las voces más claras y firmes y eso es algo que los venezolanos recordaremos toda la vida. Es muy importante por la historia y las experiencias vividas por Panamá en la lucha de su propia democracia, por todos los vínculos que nos unen y la cantidad de venezolanos que viven allá. Esa voz firme defendiendo la verdad y la justicia, es muy útil en este momento, sí creo que a lo largo de la negociación habrá papeles importantes para países amigos, procurando que haya un equilibrio entre los países que acompañen este proceso.
Estamos viendo la campaña de terror represiva más brutal que se haya desatado en este país, reconocida por el propio Maduro, que habla de 2,300 detenciones y las ONGs registran 1,350 aproximadamente. Hay 44 desapariciones forzadas, 24 asesinatos, torturas, personas que han ido a buscar a sus casas y en caso de que no estén se llevan a sus hijos, hay más de 100 menores detenidos y muchos son de las zonas más populares del país.
Cientos de dirigentes nuestros se encuentran escondidos a esta hora por las amenazas que han recibido en sus hogares y en días recientes Maduro decía que Edmundo y yo somos terroristas, prófugos de la justicia y creo que es un momento en el que el régimen está calibrando mal, es su propia fuerza ‘versus’ la determinación del pueblo de Venezuela. No vamos a dejar esta lucha, no vamos a dejar las calles y vamos hasta el final.
Nos tomó 25 años llegar hasta aquí, fíjense todo lo que logramos, no nos vamos a rendir ahora... cuánto nos ha costado, cuántas vidas, cuánto esfuerzo y cuánto dolor. Nos dijeron que era imposible ir a primarias, que levantáramos al país, que participáramos en las elecciones, que lograríamos un candidato unitario y todo lo logramos, este no es el momento para achicopalarse, todo lo contrario. Es momento de reconocer la magnitud de nuestra victoria y seguir adelante, lucharemos el tiempo que haga falta para cobrar esta victoria. No nos vamos a rendir, ¡no vamos a dejar las calles!.
Creo que es un proceso progresivo, lo que nosotros vimos ese día fue una gran cooperación del Plan República en los centros para obtener las actas, eso es muy revelador de lo que están sintiendo nuestros ciudadanos militares, al final tienen los mismos anhelos que nosotros. Hay que tener esa conciencia, la comunidad venezolana ha tenido la resiliencia, inteligencia y sabemos que actuar con serenidad no es debilidad, sino todo lo contrario; hemos ido avanzado un día a la vez.
Es muy importante entender que la presidencia de Edmundo González va a enfrentar un país devastado en lo económico, en lo institucional e incluso en lo físico, tenemos una crisis humanitaria compleja, una crisis de servicios, una crisis de seguridad ciudadana, una crisis financiera, es decir, esto es realmente complicado. Nosotros hemos trabajado en lo que serán el conjunto de medidas de los primeros 100 días y cómo podemos abordar estas crisis de manera urgente, debemos crear la confianza en nuestras instituciones y nuestro Estado de derecho para que puedan llegar enormes inversiones, generar empleo y que la gente pueda ver resultados de manera rápida.
Yo tengo una enorme confianza en el pueblo de Venezuela y aquellos venezolanos que están fuera que se mueren por volver. Juntos vamos a ‘echarle pichón’, como decimos aquí, por dar valer a Venezuela y a ponerla a volar.
Primero yo quiero pedirle a los panameños que se unan a nuestra lucha, ustedes tienen allá a venezolanos de bien, que los quiero de vuelta, porque hay mucho que hacer en Venezuela. Esta es la misma lucha, una lucha por la justicia, por la línea humana, por la familia y la verdad. Lo que ocurre en Venezuela tiene impacto directo en la región y desde luego un impacto enorme en Panamá.
Ha sido extraordinario lo que logramos, una gesta cívica histórica, me siento orgullosa de ser venezolana y parte de este movimiento social. Les pido que sean nuestra voz, la voz de los venezolanos que quieren silenciar, y los que están allá que se preparen porque vienen unos días de mucho trabajo, ahora más que nunca.
Este sábado [mañana] nos vemos todos en las calles y nos seguiremos viendo hasta que Maduro termine de aceptar lo que el mundo sabe, que fue un triunfo contundente de la sociedad venezolana y que Venezuela será libre.