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Exclusiva | Albert Ramdin: ‘Espero que la OEA no se involucre en la geopolítica global’

Albert Ramdin, el secretario de la OEA asumirá el cargo en mayo para el periodo 2025 - 2030. AFP
Actualizado
  • 19/03/2025 05:23
Creado
  • 18/03/2025 18:34

Con prioridades claras, el secretario general promete fortalecer la OEA, enfrentar las crisis políticas de los países y promover una región más pacífica y sostenible

Albert Ramdin fue elegido como nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado 10 de marzo y ya cuenta con un plan de ruta a seguir para cuando tome posesión en mayo de este año.

“Hay cuatro prioridades principales”, contó en una entrevista exclusiva conLa Estrella de PanamáVía Zoom. La primera medida es fortalecer el diálogo e interacción entre los Estados pertenecientes a la organización para avanzar en una agenda común.

La segunda prioridad es la reestructuración del equipo de la OEA para obtener resultados eficientes. “La organización está haciendo muchas cosas buenas, pero no se ha contado la historia”, dijo.

Dijo que planea dialogar no solo con los Estados miembros, sino con las organizaciones subregionales como la Comunidad del Caribe (Caricom) y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para responder “a los problemas difíciles que debemos abordar”.

Su tercera tarea será abordar los problemas que viven los países de la región, como Haití. “Tenemos que ser un intermediario honesto y no tomar posiciones. Se deben definir soluciones para el futuro. Nadie se beneficiará de la inestabilidad ni de la inseguridad política”, resaltó.

Su última prioridad apunta a construir e invertir en un futuro más sostenible, un entorno político más estable y un territorio más pacífico. “Esto no sucederá en cinco años. Quiero disipar cualquier tipo de expectativas. Es un trabajo que se llevará a cabo poco a poco”.

Ramdin no solo habló de sus aviones al frente de la OEA por los próximos cinco años. También sobre el panorama actual de la región, la credibilidad de la OEA y su iniciativa para disminuir la crisis en ciertos países de Latinoamérica donde el crimen y la violencia han sacudido a la población.

“Es fundamental que nos comprometamos con la construcción de sociedades pacíficas y bien organizadas, invirtiendo en educación, en salud y en el sector privado. No es únicamente una responsabilidad del gobierno. expresado.

En los últimos años, la organización ha sido criticada por su gestión de algunos conflictos regionales. ¿Cómo planea fortalecer la credibilidad de la OEA?

Debemos involucrarnos, dialogar con los países y ser un intermediario honesto. No podemos tomar partido. Mi trabajo es encontrar soluciones para el futuro. Escucharemos a todos los Estados miembros, ya que tenemos que trabajar con ellos. Ellos son los dueños de la OEA.

Hay que cumplir con las expectativas y asegurarnos de que los países vean un beneficio en la organización. Eso solo puede suceder si comprendemos mejor lo que les es relevante y alineamos esa necesidad con las actividades que realizamos.

En países como Venezuela, Nicaragua y Haití persisten las crisis políticas y humanitarias. ¿Cuál sería su enfoque para mediar y encontrar soluciones?

En cuanto a Nicaragua, el país ya no es miembro de la OEA. No quiero decir que no somos responsables de monitorear el desarrollo allí. Pero, a menos que quieran involucrarse de nuevo, se vuelve muy difícil hacerlo.

Con respecto al país caribeño, vamos a restablecer el Grupo de Amigos de Haití. Este conjunto puede movilizar apoyo político, experiencia técnica y fondos. Involucraremos no solo a los Estados miembros, sino también a los bancos, las agencias de desarrollo, las Naciones Unidas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Haití tiene una crisis humanitaria y debemos abordarla en términos de necesidades médicas, alimentos y agua.

Colaboraremos con el consejo de transición haitiano, ya que la inversión en seguridad será crucial. También es fundamental la financiación política para mantener un nivel de estabilidad, garantizar la eficiencia y que los parlamentarios cumplan con su deber de contribuir a un gobierno democrático.

Y Venezuela, ¿qué ocurre con su crisis humanitaria y su situación política?

No está clara la posición de Venezuela en la OEA. Esta es una investigación que debe realizarse. Pediré a los expertos legales que estudien el caso. Con base en eso, podemos tomar medidas más formales. Si no son miembros, la situación cambia un poco.

Si aún son miembros, entonces debemos asegurar una comunicación abierta y discutir temas de preocupación internacional como los derechos humanos, la detención, el proceso democrático y los asuntos electorales. Pero si uno se excluye del diálogo, se vuelve muy difícil participar y debatir.

¿Cómo debería la OEA abordar el aumento del crimen organizado y la violencia en América Latina?

La única manera de abordar este problema es mediante tres medidas. Primero, debemos asegurarnos de limitar el crimen organizado en nuestros países. Eso significa impulsar el desarrollo económico y social, especialmente para los jóvenes. Debemos abordar problemas como el tráfico ilegal de armas de fuego, que genera una situación delictiva difícil en muchos países que carecen de los recursos para combatirlo.

Lo más importante es asegurar que todas las personas capaces de trabajar, con ingresos estables, puedan mantenerse y tener una buena vida social.

Lo segundo es la aplicación de la legislación. Los países cuentan con leyes, normas y regulaciones, pero no tienen la capacidad de ejecutarla. En ese contexto, debo decir que la cooperación subregional será crucial.

Por otro lado, existen diferentes tipos de problemas en cuanto a la seguridad, como el tráfico ilícito de drogas y personas al igual que el flujo ilegal de capital. Necesitamos abordar esta situación a nivel subregional para que los países colaboren estrechamente a nivel táctico y operativo. Necesitamos un diálogo político sobre medidas de seguridad.

En el contexto de la creciente polarización global, ¿qué papel debería desempeñar la OEA en la relación entre Estados Unidos y potencias como China, Rusia y la Unión Europea?

Espero que la OEA, dado que tenemos nuestros propios problemas, no se involucre en la geopolítica global. Vemos que muchos países ya sufren el impacto negativo de los dos conflictos que tenemos en Europa del Este con Ucrania y Rusia, y en Oriente Medio.

No necesitamos más conflictos. Nuestro hemisferio ha sido pacífico durante mucho tiempo. Queremos que siga siendo así. Por lo tanto, no queremos provocar otros problemas que nos superan. Nuestro trabajo es garantizar la estabilidad política, la seguridad y la ausencia de guerras en nuestro sector.

Lo más importante es brindar a nuestros pueblos una vida próspera. Y eso solo puede lograrse si invertimos en nuestros países, si comerciamos entre nosotros y si nos aseguramos de que esa prosperidad se beneficiará no solo a esta generación, sino también a las futuras.

¿Qué iniciativas proponen para reducir la desigualdad?

Se requiere el compromiso total de las sociedades de nuestro hemisferio. Las sociedades, repito, no se componen solo de políticos, sino de toda la población.

Tenemos que enseñar a nuestros niños en las escuelas a adoptar este tipo de medidas, normas y valores. Si podemos hacerlo, creo que es un paso adelante. Nuestra labor es brindar asistencia concreta para fomentar la igualdad y garantizar que todas las personas tengan pleno derecho a participar en la sociedad.

Panamá ha enfrentado amenazas desde diciembre del año pasado por parte de Trump, quien pretende apoderarse del Canal de Panamá. Ahora, como secretario general de la OEA, ¿qué medidas deberían tomar la organización ante esta situación?

La OEA ha desempeñado un papel histórico al facilitar la construcción del Canal de Panamá mediante un tratado en 1977. Por lo tanto, la organización no puede quedarse al margen. Existe la obligación moral de participar, pero, insisto, de facilitar que todos coincidan. Y debemos comprender cuáles son los verdaderos problemas.

Más allá de eso, mi postura es muy clara: cuando se firma un tratado entre dos Estados, debemos respetarlo. Y con eso, la soberanía del Canal de Panamá reside en su país. Veremos cómo evolucionan las conversaciones entre Panamá y Estados Unidos.

(Surinam, 1958)
Diplomático que se desempeña como ministro de Relaciones Exteriores en el gabinete Santokhi desde el 16 de julio de 2020.
Miembro del Partido de la Reforma Progresista (VHP). Fue diplomático hasta 2015 y fue, entre otras funciones, Subsecretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En marzo de 2025 fue elegido secretario general de la OEA para el periodo 2025-2030.
Cuando se firma un tratado entre dos Estados, debemos respetarlo. Y con eso, la soberanía del Canal de Panamá reside en su país”.
Secretario general de la OEA
Albert Ramdin