Sugieren reformas al impuesto del tabaco para incidir en su consumo
- 19/12/2024 14:00
- 19/12/2024 13:31
La OCDE comenta que la prevalencia del tabaquismo en América Latina y el Caribe sigue alta, lo que conlleva costos sanitarios, económicos y sociales significativos La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lanzó el informe denominado “Tributación del tabaco en América Latina y el Caribe”, donde concluye que los costos sociales y económicos del consumo de tabaco en los países de América Latina y el Caribe superan con creces los ingresos recaudados mediante los impuestos al tabaco.
Según el documento elaborado para Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, la prevalencia del tabaquismo sigue siendo alta en América Latina y el Caribe, lo que conlleva costos sanitarios, económicos y sociales significativos. Y, pese a que algunos países de la región han realizado grandes avances en sus políticas de control del tabaco, aún queda espacio para avanzar en la reforma de los impuestos al tabaco en la región.
La OCDE señala que los impuestos selectivos al tabaco tienen el potencial de generar ingresos tributarios relevantes. La recaudación de los impuestos indirectos al tabaco se sitúa entre el 0,01 % en Barbados y el 2,58 % en Chile de la recaudación tributaria total. Los impuestos selectivos al tabaco generan, en promedio, un 0,50 % de la recaudación total de impuestos en América Latina y el Caribe, lo que representa alrededor de un tercio del promedio de los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo. Los países donde la prevalencia del consumo de tabaco es mayor son los que más impuestos al tabaco recaudan. La recaudación promedio del impuesto selectivo al consumo de tabaco por cajetilla de cigarrillos vendida legalmente aumentó de $1,20 a $2,00 (expresados en paridad de poder adquisitivo) entre 2008 y 2016 a raíz de incrementos fundamentales en los tipos impositivos durante este periodo. Sin embargo, esta recaudación promedio por cajetilla de cigarrillos aumentó solo ligeramente desde 2017, reflejando la ausencia de reformas ambiciosas de los impuestos selectivos al tabaco en los últimos años.
Según la OCDE los cigarrillos, que son el producto de tabaco más consumido en la región, resultan, en general, muy asequibles y su asequibilidad ha aumentado a lo largo del tiempo. La carga tributaria efectiva aplicada a los cigarrillos sigue estando por debajo del umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de, al menos, el 75% del precio al por menor.
No obstante, la OMS afirma que desde 2012 se han estancado los avances en el ámbito de reforma de los impuestos selectivos al consumo de tabaco, por lo que aún queda un margen de mejora significativo. Entre las deficiencias más comunes en el diseño de los impuestos selectivos al consumo de tabaco figuran la falta de mecanismos que garanticen el pago de una cuota tributaria mínima y el hecho de que estos impuestos no se apliquen de forma coherente a los diferentes productos de tabaco, incluidos los productos novedosos de tabaco y nicotina.
Debido al tema, Jorge Miñoso, socio director de la consultora Cadenza Group, considera que los países de la región que ya disponen de sistemas de trazabilidad fiscal al tabaco, deben avanzar en intercambiar la información que recopilan acerca de los volúmenes de producción y comercio de cigarrillos, porque el análisis de aquella será útil para prevenir formas de contrabando, comercio ilegal y evasión de impuestos.
Entre muchas conclusiones y recomendaciones, el informe señala que “la coordinación y cooperación regional en materia de políticas de impuestos al tabaco es, tanto, una de las reformas de carácter prioritario para la región”.
Cuando desde muchas industrias se señala a los gobiernos que es imperativo actualizar estrategias y proveer recursos para enfrentar de mejor forma el crimen organizado que esconde el contrabando y el comercio ilícito, esta es otra razón de peso para que los sistemas de marcación cobren mayor relevancia en el aporte que pueden dar a esos fines.
A juicio de Miñoso los sistemas de trazabilidad fiscal se basan en la identificación única de cada producto sujeto a impuestos, como bebidas o cigarrillos. Su objetivo es diferenciar los productos que pagan impuestos de aquellos del comercio ilícito, mediante tecnologías de la información y de alta seguridad. Estos sistemas pueden estar en toda la cadena de distribución y comercialización.
“Hoy en día, (el impacto de los sistemas de trazabilidad fiscal) son clave en la lucha contra el comercio ilícito y son propuestos por organismos internacionales como herramientas eficientes contra el contrabando y la evasión fiscal”, destacó el empresario.
Citó el informe de 2016 del Instituto de Investigaciones de Crímenes Interregionales y Justicia de las Naciones Unidas (Unicri), denominado “Asegurando la cadena de suministro: el rol de las tecnologías contra el contrabando, falsificaciones y comercio ilícito”, estableció este sistema como el más eficiente, utilizado en más de 30 países en el mundo para el control y trazabilidad de estos productos.
“Algunos de los países que han implementado la trazabilidad fiscal son Kenia, Marruecos, Turquía y, en América, Canadá, Estados Unidos (estados de California y Massachusetts), Brasil, Chile, Ecuador y República Dominicana. Todos ellos han experimentado incrementos en las recaudaciones de impuestos entre un 20 % y un 50 %”, comentó.
En República Dominicana, por ejemplo, la Dirección General de Impuestos Internos ha impulsado el Sistema “Tráfico”, aplicando la trazabilidad fiscal a las bebidas alcohólicas y los cigarrillos, siendo un pionero en la región en la trazabilidad de productos sujetos a impuestos selectivos al consumo.
Esto —dijo— ha tenido un impacto positivo en la reducción de muertes por ingesta de alcohol adulterado, disminuyendo de 400 muertes en 2020-2021 a ninguna tras la incorporación total del sistema. Además, la recaudación del impuesto selectivo al consumo aumentó en más de 162 millones de dólares en 2021 vs. el año 2019, representando el mayor aumento registrado en los últimos 10 años de este impuesto.
El caso Panamá
En el caso puntual de Panamá en febrero pasado con base en un estudio de la encuestadora Nielsen de 2022, Crime Stopper estimó que las arcas del Tesoro Nacional habían dejado de percibir el ingreso anual de $165 millones en impuestos, debido a que el 92 % del tabaco o cigarrillos que ingresa al país son producto del comercio ilícito, así que no pagan tributos. Además, Panamá distribuye el 50 % de ese producto ilícito a América Latina y el Caribe.
La mayoría de estos cigarrillos procede de Asia, y según los datos de la organización cada mes a Panamá ingresan 15 contenedores, es decir, que nueve de cada 10 personas consumen estos cigarros del comercio ilícito.
Los cigarrillos de contrabando en Panamá son de fácil acceso, ya que es común verlos en puestos de vendedores deambulantes, algunas de las marcas más recurrentes y que están en la página web de Crime Stopper son Bohem cigar master, D&J Double switch, D&J Switch, Esse change, Gold Seal Capsula, Gold Seal menthol, Gold Seal rojo, Modern, Pine Azul, Pine Change, Pine Gold, Pine Rojo, Pine Verde, Pine silver, Richman Royale, Royale Menthol, Royale rojo, Jaisalmer Full Flavour, Jaisalmer Menthol, Jaisalmer rojo, Jaisalmer Ultra Light, Gold City, Golden Deer rojo, Golden Deer azul, Ultima, Miles, Win, Cumbia, Brass, Ruby, Have Good Day American, Marshal Full Flavor, Marlboro double fussion amber, Marlboro full flavor, Marlboro fusion blast, Marlboro gold original y Marlboro Ice blast.
La semana pasada, el personal de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) decomisó 41.000 unidades de cigarrillo de marcas de presunto contrabando, entre ellas Silver elephant, Rumba y Englishman.
En todo el país hasta el 15 de diciembre, la ANA retuvo 133,4 millones de unidades de cigarrillos cuyo valor CIF es de aproximadamente $24,7 millones, sacando un aproximado de $50 millones en ganancia al crimen organizado, la cifra representa el 65 % en las retenciones en comparación a 2023.
La Ley 30 de 1984, otorga a los inspectores Dirección de Prevención y Fiscalización Aduanera de la ANA, la potestad de verificar en locales comerciales, vehículos particulares u oficiales cuando haya indicios razonables de posible violación a la normativa aduanera del país.
Jorge MiñosoSocio director de la consultora Cadenza GroupHoy en día, (el impacto de los sistemas de trazabilidad fiscal) son clave en la lucha contra el comercio ilícito y son propuestos por organismos internacionales como herramientas eficientes contra el contrabando y la evasión fiscal”,
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lanzó el informe denominado “Tributación del tabaco en América Latina y el Caribe”, donde concluye que los costos sociales y económicos del consumo de tabaco en los países de América Latina y el Caribe superan con creces los ingresos recaudados mediante los impuestos al tabaco.
Según el documento elaborado para Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, la prevalencia del tabaquismo sigue siendo alta en América Latina y el Caribe, lo que conlleva costos sanitarios, económicos y sociales significativos. Y, pese a que algunos países de la región han realizado grandes avances en sus políticas de control del tabaco, aún queda espacio para avanzar en la reforma de los impuestos al tabaco en la región.
La OCDE señala que los impuestos selectivos al tabaco tienen el potencial de generar ingresos tributarios relevantes. La recaudación de los impuestos indirectos al tabaco se sitúa entre el 0,01 % en Barbados y el 2,58 % en Chile de la recaudación tributaria total. Los impuestos selectivos al tabaco generan, en promedio, un 0,50 % de la recaudación total de impuestos en América Latina y el Caribe, lo que representa alrededor de un tercio del promedio de los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo. Los países donde la prevalencia del consumo de tabaco es mayor son los que más impuestos al tabaco recaudan. La recaudación promedio del impuesto selectivo al consumo de tabaco por cajetilla de cigarrillos vendida legalmente aumentó de $1,20 a $2,00 (expresados en paridad de poder adquisitivo) entre 2008 y 2016 a raíz de incrementos fundamentales en los tipos impositivos durante este periodo. Sin embargo, esta recaudación promedio por cajetilla de cigarrillos aumentó solo ligeramente desde 2017, reflejando la ausencia de reformas ambiciosas de los impuestos selectivos al tabaco en los últimos años.
Según la OCDE los cigarrillos, que son el producto de tabaco más consumido en la región, resultan, en general, muy asequibles y su asequibilidad ha aumentado a lo largo del tiempo. La carga tributaria efectiva aplicada a los cigarrillos sigue estando por debajo del umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de, al menos, el 75% del precio al por menor.
No obstante, la OMS afirma que desde 2012 se han estancado los avances en el ámbito de reforma de los impuestos selectivos al consumo de tabaco, por lo que aún queda un margen de mejora significativo. Entre las deficiencias más comunes en el diseño de los impuestos selectivos al consumo de tabaco figuran la falta de mecanismos que garanticen el pago de una cuota tributaria mínima y el hecho de que estos impuestos no se apliquen de forma coherente a los diferentes productos de tabaco, incluidos los productos novedosos de tabaco y nicotina.
Debido al tema, Jorge Miñoso, socio director de la consultora Cadenza Group, considera que los países de la región que ya disponen de sistemas de trazabilidad fiscal al tabaco, deben avanzar en intercambiar la información que recopilan acerca de los volúmenes de producción y comercio de cigarrillos, porque el análisis de aquella será útil para prevenir formas de contrabando, comercio ilegal y evasión de impuestos.
Entre muchas conclusiones y recomendaciones, el informe señala que “la coordinación y cooperación regional en materia de políticas de impuestos al tabaco es, tanto, una de las reformas de carácter prioritario para la región”.
Cuando desde muchas industrias se señala a los gobiernos que es imperativo actualizar estrategias y proveer recursos para enfrentar de mejor forma el crimen organizado que esconde el contrabando y el comercio ilícito, esta es otra razón de peso para que los sistemas de marcación cobren mayor relevancia en el aporte que pueden dar a esos fines.
A juicio de Miñoso los sistemas de trazabilidad fiscal se basan en la identificación única de cada producto sujeto a impuestos, como bebidas o cigarrillos. Su objetivo es diferenciar los productos que pagan impuestos de aquellos del comercio ilícito, mediante tecnologías de la información y de alta seguridad. Estos sistemas pueden estar en toda la cadena de distribución y comercialización.
“Hoy en día, (el impacto de los sistemas de trazabilidad fiscal) son clave en la lucha contra el comercio ilícito y son propuestos por organismos internacionales como herramientas eficientes contra el contrabando y la evasión fiscal”, destacó el empresario.
Citó el informe de 2016 del Instituto de Investigaciones de Crímenes Interregionales y Justicia de las Naciones Unidas (Unicri), denominado “Asegurando la cadena de suministro: el rol de las tecnologías contra el contrabando, falsificaciones y comercio ilícito”, estableció este sistema como el más eficiente, utilizado en más de 30 países en el mundo para el control y trazabilidad de estos productos.
“Algunos de los países que han implementado la trazabilidad fiscal son Kenia, Marruecos, Turquía y, en América, Canadá, Estados Unidos (estados de California y Massachusetts), Brasil, Chile, Ecuador y República Dominicana. Todos ellos han experimentado incrementos en las recaudaciones de impuestos entre un 20 % y un 50 %”, comentó.
En República Dominicana, por ejemplo, la Dirección General de Impuestos Internos ha impulsado el Sistema “Tráfico”, aplicando la trazabilidad fiscal a las bebidas alcohólicas y los cigarrillos, siendo un pionero en la región en la trazabilidad de productos sujetos a impuestos selectivos al consumo.
Esto —dijo— ha tenido un impacto positivo en la reducción de muertes por ingesta de alcohol adulterado, disminuyendo de 400 muertes en 2020-2021 a ninguna tras la incorporación total del sistema. Además, la recaudación del impuesto selectivo al consumo aumentó en más de 162 millones de dólares en 2021 vs. el año 2019, representando el mayor aumento registrado en los últimos 10 años de este impuesto.
El caso Panamá
En el caso puntual de Panamá en febrero pasado con base en un estudio de la encuestadora Nielsen de 2022, Crime Stopper estimó que las arcas del Tesoro Nacional habían dejado de percibir el ingreso anual de $165 millones en impuestos, debido a que el 92 % del tabaco o cigarrillos que ingresa al país son producto del comercio ilícito, así que no pagan tributos. Además, Panamá distribuye el 50 % de ese producto ilícito a América Latina y el Caribe.
La mayoría de estos cigarrillos procede de Asia, y según los datos de la organización cada mes a Panamá ingresan 15 contenedores, es decir, que nueve de cada 10 personas consumen estos cigarros del comercio ilícito.
Los cigarrillos de contrabando en Panamá son de fácil acceso, ya que es común verlos en puestos de vendedores deambulantes, algunas de las marcas más recurrentes y que están en la página web de Crime Stopper son Bohem cigar master, D&J Double switch, D&J Switch, Esse change, Gold Seal Capsula, Gold Seal menthol, Gold Seal rojo, Modern, Pine Azul, Pine Change, Pine Gold, Pine Rojo, Pine Verde, Pine silver, Richman Royale, Royale Menthol, Royale rojo, Jaisalmer Full Flavour, Jaisalmer Menthol, Jaisalmer rojo, Jaisalmer Ultra Light, Gold City, Golden Deer rojo, Golden Deer azul, Ultima, Miles, Win, Cumbia, Brass, Ruby, Have Good Day American, Marshal Full Flavor, Marlboro double fussion amber, Marlboro full flavor, Marlboro fusion blast, Marlboro gold original y Marlboro Ice blast.
La semana pasada, el personal de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) decomisó 41.000 unidades de cigarrillo de marcas de presunto contrabando, entre ellas Silver elephant, Rumba y Englishman.
En todo el país hasta el 15 de diciembre, la ANA retuvo 133,4 millones de unidades de cigarrillos cuyo valor CIF es de aproximadamente $24,7 millones, sacando un aproximado de $50 millones en ganancia al crimen organizado, la cifra representa el 65 % en las retenciones en comparación a 2023.
La Ley 30 de 1984, otorga a los inspectores Dirección de Prevención y Fiscalización Aduanera de la ANA, la potestad de verificar en locales comerciales, vehículos particulares u oficiales cuando haya indicios razonables de posible violación a la normativa aduanera del país.