Olade lanza nuevo indicador de inflación energética para la región
- 12/06/2024 00:00
- 11/06/2024 19:10
Con esta herramienta, el organismo busca ayudar a los formuladores de políticas y a los actores del mercado a tomar decisiones informadas La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) ha lanzado el Indicador de Inflación Energética de América Latina y el Caribe (IE-LAC).
Este nuevo instrumento promete ser una herramienta para medir la variación de los índices de precios al consumidor (IPC) de la canasta energética a nivel regional.
Con publicaciones mensuales, el IE-LAC buscará proporcionar una visión detallada y actualizada de la dinámica de los precios energéticos en la región, ayudando a los formuladores de políticas y a los actores del mercado a tomar decisiones informadas.
Según Olade, “el lanzamiento del IE-LAC es un paso significativo hacia una mejor comprensión y gestión de los precios energéticos en América Latina y el Caribe (ALC)”.
Explica que la herramienta permitirá a los países de la región monitorear de cerca las fluctuaciones de los precios energéticos y tomar decisiones informadas para proteger sus economías y ciudadanos.
“La menor sensibilidad de la inflación energética en ALC a las condiciones internacionales y su dependencia de políticas internas destacan la importancia de seguir fortaleciendo las capacidades y la autonomía energética de la región”, señala el organismo.
El aumento de la inflación energética hasta junio de 2022 estuvo impulsado por varios factores. Entre ellos, el conflicto Rusia-Ucrania, el desmantelamiento de los subsidios energéticos aplicados durante la pandemia, y la recuperación económica pospandemia. Estos factores llevaron a un aumento significativo en los precios de la energía a nivel global, afectando a todas las regiones, incluida América Latina y el Caribe.
Sin embargo, Olade sostiene que ya en marzo de 2024 la inflación energética mensual en ALC bajó sustancialmente y alcanzó un 0,58%, mientras que la tasa anual alcanzó un 1,96%.
Señala que este dato refleja una etapa de estabilización de los precios de la energía en la mayoría de las economías regionales, después de la tendencia ascendente observada entre 2021 y principios de 2022.
“La estabilización es positiva, sugiriendo que las economías de ALC están logrando manejar mejor las fluctuaciones de precios en comparación con períodos anteriores”, recalca.
Agrega que es interesante cómo la inflación energética anual en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico alcanzó 40,48% en junio de 2022, mientras que en ALC fue de solo 18,41%.
“Esta diferencia, y mayor resiliencia frente a los shocks en los precios internacionales, se debe a que la región dispone de una cobertura natural dada por la alta penetración de energías renovables (65% de la generación eléctrica) y la producción propia de petróleo, gas natural y biocombustibles”, destaca Olade.
La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) ha lanzado el Indicador de Inflación Energética de América Latina y el Caribe (IE-LAC).
Este nuevo instrumento promete ser una herramienta para medir la variación de los índices de precios al consumidor (IPC) de la canasta energética a nivel regional.
Con publicaciones mensuales, el IE-LAC buscará proporcionar una visión detallada y actualizada de la dinámica de los precios energéticos en la región, ayudando a los formuladores de políticas y a los actores del mercado a tomar decisiones informadas.
Según Olade, “el lanzamiento del IE-LAC es un paso significativo hacia una mejor comprensión y gestión de los precios energéticos en América Latina y el Caribe (ALC)”.
Explica que la herramienta permitirá a los países de la región monitorear de cerca las fluctuaciones de los precios energéticos y tomar decisiones informadas para proteger sus economías y ciudadanos.
“La menor sensibilidad de la inflación energética en ALC a las condiciones internacionales y su dependencia de políticas internas destacan la importancia de seguir fortaleciendo las capacidades y la autonomía energética de la región”, señala el organismo.
El aumento de la inflación energética hasta junio de 2022 estuvo impulsado por varios factores. Entre ellos, el conflicto Rusia-Ucrania, el desmantelamiento de los subsidios energéticos aplicados durante la pandemia, y la recuperación económica pospandemia. Estos factores llevaron a un aumento significativo en los precios de la energía a nivel global, afectando a todas las regiones, incluida América Latina y el Caribe.
Sin embargo, Olade sostiene que ya en marzo de 2024 la inflación energética mensual en ALC bajó sustancialmente y alcanzó un 0,58%, mientras que la tasa anual alcanzó un 1,96%.
Señala que este dato refleja una etapa de estabilización de los precios de la energía en la mayoría de las economías regionales, después de la tendencia ascendente observada entre 2021 y principios de 2022.
“La estabilización es positiva, sugiriendo que las economías de ALC están logrando manejar mejor las fluctuaciones de precios en comparación con períodos anteriores”, recalca.
Agrega que es interesante cómo la inflación energética anual en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico alcanzó 40,48% en junio de 2022, mientras que en ALC fue de solo 18,41%.
“Esta diferencia, y mayor resiliencia frente a los shocks en los precios internacionales, se debe a que la región dispone de una cobertura natural dada por la alta penetración de energías renovables (65% de la generación eléctrica) y la producción propia de petróleo, gas natural y biocombustibles”, destaca Olade.