La UE discute un endurecimiento en materia migratoria y la aceleración de las expulsiones
- 18/10/2024 00:00
- 17/10/2024 18:53
La agenda de la cumbre también incluye discusiones sobre la guerra en Ucrania, así como la explosiva situación en Medio Oriente Los mandatarios de la UE discuten este jueves en Bruselas un drástico endurecimiento de su política migratoria, tras un giro a la derecha del bloque, y el lanzamiento de un polémico proyecto de expulsiones de migrantes irregulares de Italia hacia Albania.
La agenda de la cumbre también incluye discusiones sobre la guerra en Ucrania, así como la explosiva situación en Medio Oriente, aunque el tema migratorio volvió a ocupar el lugar central del encuentro.
La primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, afirmó que existe “un deseo de trabajar en soluciones pragmáticas”.
Meloni presentó en la mañana del jueves detalles de su controvertido acuerdo con Albania -país que aún aspira a ser miembro de la UE-, en una reunión con un selecto grupo de países.
Por ese acuerdo, Italia negoció con Albania la apertura de un centro de deportación en la región de Gjader, hacia donde ya fueron enviados migrantes que serán expulsados a sus países de origen.
La UE adoptó hace apenas cinco meses un Plan de Migración y Asilo, pero diversos países buscan nuevas medidas que agilicen los procesos de deportación.
Incluso, ha llegado a plantearse la creación de centros en países fuera del bloque, donde reunir a esos migrantes antes de la transferencia a sus países de origen. Se trata de los controvertidos “deportation hubs”, o centros de deportación.
Nuevo escenario político La idea de los centros de deportación, no obstante, enfrenta resistencias.
“No creemos que la discusión aún esté madura, ni que los hubs sean una solución”, dijo un diplomático europeo.
El jefe del Gobierno de Alemania, Olaf Scholz, señaló este jueves que “si todos seguimos las reglas que tenemos, ya estaríamos más avanzados”.
Sin embargo, más allá de las reticencias, es innegable que el avance y fortalecimiento de partidos de extrema derecha en Europa hizo que la expulsión de migrantes no aceptados se torne el centro de la agenda política.
Alemania reforzó recientemente sus controles fronterizos en respuesta a sospechas de ataques islamistas.
A su vez, el gobierno conservador de Polonia adelantó que suspendería parcialmente los derechos de asilo, y acusó a Rusia y Bielorrusia de enviar oleadas de migrantes para desestabilizar al país.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, echó combustible al fuego al enviar el lunes a los 27 países del bloque una carta donde discutió la necesidad de facilitar las deportaciones.
En su mensaje, Von der Leyen incluso pidió “explorar” “soluciones innovadoras”, como centros de retorno fuera de la UE, desde donde esas personas serían devueltas a sus países.
Von der Leyen sugirió que era preciso sacar “lecciones” del controvertido acuerdo entre Italia y Albania.
Por el momento, España ha expresado de manera firme su oposición a la idea, y propone concentrarse en la implementación plena del Pacto de Migración y Asilo.
Según un diplomático europeo, aún no existe “ningún plan” sobre esos centros, ya que el debate es aún “muy preliminar”, y por lo tanto difícilmente habrá “decisiones importantes” sobre el tema en esta cumbre.
Ucrania, en la agenda Más allá del delicado tema migratorio, los mandatarios europeos incluyeron nuevamente en la agenda la delicada situación en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, presentó ante los mandatarios de la de la UE su denominado “Plan para la Victoria” en la guerra de su país con Rusia.
Zelenski presentó el miércoles las líneas generales de su plan ante el Parlamento de su país, y este jueves lo hizo ante sus homólogos de la UE.
Los dirigentes de la UE analizan también la peligrosa situación en Medio Oriente, y se espera que formulen un llamado a una urgente reducción de tensiones.
No obstante, la UE muestra evidentes divergencias ante las posturas a adoptar con Israel.
Países como Alemania, Hungría, Austria y República Checa defienden con firmeza el derecho de Israel a defenderse y bloquean la adopción de medidas fuertes contra las autoridades israelíes.
Los mandatarios de la UE discuten este jueves en Bruselas un drástico endurecimiento de su política migratoria, tras un giro a la derecha del bloque, y el lanzamiento de un polémico proyecto de expulsiones de migrantes irregulares de Italia hacia Albania.
La agenda de la cumbre también incluye discusiones sobre la guerra en Ucrania, así como la explosiva situación en Medio Oriente, aunque el tema migratorio volvió a ocupar el lugar central del encuentro.
La primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, afirmó que existe “un deseo de trabajar en soluciones pragmáticas”.
Meloni presentó en la mañana del jueves detalles de su controvertido acuerdo con Albania -país que aún aspira a ser miembro de la UE-, en una reunión con un selecto grupo de países.
Por ese acuerdo, Italia negoció con Albania la apertura de un centro de deportación en la región de Gjader, hacia donde ya fueron enviados migrantes que serán expulsados a sus países de origen.
La UE adoptó hace apenas cinco meses un Plan de Migración y Asilo, pero diversos países buscan nuevas medidas que agilicen los procesos de deportación.
Incluso, ha llegado a plantearse la creación de centros en países fuera del bloque, donde reunir a esos migrantes antes de la transferencia a sus países de origen. Se trata de los controvertidos “deportation hubs”, o centros de deportación.
La idea de los centros de deportación, no obstante, enfrenta resistencias.
“No creemos que la discusión aún esté madura, ni que los hubs sean una solución”, dijo un diplomático europeo.
El jefe del Gobierno de Alemania, Olaf Scholz, señaló este jueves que “si todos seguimos las reglas que tenemos, ya estaríamos más avanzados”.
Sin embargo, más allá de las reticencias, es innegable que el avance y fortalecimiento de partidos de extrema derecha en Europa hizo que la expulsión de migrantes no aceptados se torne el centro de la agenda política.
Alemania reforzó recientemente sus controles fronterizos en respuesta a sospechas de ataques islamistas.
A su vez, el gobierno conservador de Polonia adelantó que suspendería parcialmente los derechos de asilo, y acusó a Rusia y Bielorrusia de enviar oleadas de migrantes para desestabilizar al país.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, echó combustible al fuego al enviar el lunes a los 27 países del bloque una carta donde discutió la necesidad de facilitar las deportaciones.
En su mensaje, Von der Leyen incluso pidió “explorar” “soluciones innovadoras”, como centros de retorno fuera de la UE, desde donde esas personas serían devueltas a sus países.
Von der Leyen sugirió que era preciso sacar “lecciones” del controvertido acuerdo entre Italia y Albania.
Por el momento, España ha expresado de manera firme su oposición a la idea, y propone concentrarse en la implementación plena del Pacto de Migración y Asilo.
Según un diplomático europeo, aún no existe “ningún plan” sobre esos centros, ya que el debate es aún “muy preliminar”, y por lo tanto difícilmente habrá “decisiones importantes” sobre el tema en esta cumbre.
Más allá del delicado tema migratorio, los mandatarios europeos incluyeron nuevamente en la agenda la delicada situación en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, presentó ante los mandatarios de la de la UE su denominado “Plan para la Victoria” en la guerra de su país con Rusia.
Zelenski presentó el miércoles las líneas generales de su plan ante el Parlamento de su país, y este jueves lo hizo ante sus homólogos de la UE.
Los dirigentes de la UE analizan también la peligrosa situación en Medio Oriente, y se espera que formulen un llamado a una urgente reducción de tensiones.
No obstante, la UE muestra evidentes divergencias ante las posturas a adoptar con Israel.
Países como Alemania, Hungría, Austria y República Checa defienden con firmeza el derecho de Israel a defenderse y bloquean la adopción de medidas fuertes contra las autoridades israelíes.