La inflación se enquista en EE.UU. y aleja el descenso de las tasas
- 07/07/2024 23:00
- 07/07/2024 16:01
Los pronósticos del FMI, banqueros y economistas apuntan a que si la inflación de los Estados Unidos persiste en los próximos meses, la FED deberá considerar seriamente aumentar aún más los tipos de referencia, cuya variación repercutiría en la banca de la plaza, en las tasas de los préstamos, hipotecas, plazo fijo y otros El presidente de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, Jerome Powell, reiteró, la semana pasada, que el Comité de política monetaria necesita ganar “más confianza” de que la inflación se dirige de modo sostenible hacia el objetivo del 2% antes de comenzar a bajar los tipos de interés.
Si se toma en cuenta que la inflación se mantiene estancada por encima del 3%, todo parece indicar que la bajada de las tasas se mantendrán alejadas por lo menos en lo que resta del año. En la reunión de principios de junio pasado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) votó a favor de mantener el rango objetivo de la tasa de fondos federales en el 5,25% al 5,5%, dijo la gobernadora de la Reserva Federa, Michelle W. Bowman, a finales de junio pasado.
Los datos de abril y mayo “sí sugieren que estamos volviendo a una senda desinflacionaria”, afirmó el jefe del banco central estadounidense en una conferencia de política monetaria en Sintra, Portugal, el pasado martes, publicó el portal de noticias la Voz de América. Sin embargo, “sólo queremos entender que los niveles que estamos viendo son una lectura real de la inflación subyacente (no incluye los volátiles precios de los alimentos y los combustibles)”, afirmó Powel.
Las tasas de interés, el problema La inflación es uno de los factores más importantes que intervienen en los tipos de interés. Por lo tanto, si la inflación es alta, los bancos centrales pueden subir las tasas para frenar el gasto excesivo y controlar la inflación.
En la nota, Powell advirtió que si la FED recorta las tasas de interés demasiado pronto, la inflación podría volver a acelerarse, y forzar al Comité de política monetaria a retroceder y aplicar fuertes alzas en los tipos de interés; y si tarda mucho en reducir las tasas de financiación, corre el riesgo de debilitar tanto la economía y provocar una recesión. “Conseguir el equilibrio adecuado en la política monetaria durante este período crítico es realmente en lo que pienso a altas horas de la madrugada”, dijo Powell al exponer su principal preocupación.
Carlos Berguido, presidente de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), y Fernando Aramburú- Porras, exministro de Economía y Finanzas, coincidieron en que el bajo crecimiento de la economía de los Estados Unidos “no es el verdadero problema que preocupa, sino más bien el alza de las tasas de interés que se ha experimentado en los últimos dos años”.
En el caso de Panamá, por su dependencia al dólar, cualquier cambio en los Estados Unidos, como el endurecimiento de las políticas monetarias podrían afectar directamente a la economía panameña, agregó Berguido. Y, aseveró que cada vez que el país norteamericano aumenta los tipos de interés, siempre hay un periodo de atraso, de reflejo en Panamá, de seis a 18 meses para terminar de absorber el efecto de los movimientos de las tasas, dependiendo de los productos y el periodo de vencimiento.
“Desde el momento en que la FED anuncia y ejecuta la variación en las tasas de interés, usualmente, tiene un efecto retardado en Panamá, que puede ser de seis meses para algunos productos y hasta 18 meses para los de largo plazo, como, por ejemplo, los depósitos a plazo fijo, que demoran mucho más tiempo y se debe esperar su vencimiento para poder aplicar las nuevas tasas a los clientes”, reforzó Berguido.
Aramburú-Porras, por su parte, enfatizó que las tasas de interés de la FED “sí tienen un impacto mayúsculo” en la economía panameña que está en deuda tanto en el sector público como en el privado. A esto, Berguido citó que, por ejemplo, según la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), la tasa promedio de referencia de los mercados de crédito hipotecario en Panamá, hoy en día, se ubican en 6,25%, la cual comenzó a regir en mayo de 2024, después de desplazar la tasa de 5,75% que estaba hace menos de un año.
En sus perspectivas, el banquero no cree que por ahora, el panorama esté listo para que las tasas de interés comiencen a bajar porque todavía el nivel de inflación de los Estados Unidos no ha llegado a la meta que se planteó el Comité de la FED, de 2%, ya que hasta el momento está por encima del 3%.
“Toda la lectura internacional indica que todavía no hay un escenario del ciclo bajista de la inflación de las tasas de los Estados Unidos, por lo que creo no va a ocurrir, sino hasta finales del año o a principios del 2025, ya que todavía falta un tramo por recorrer. Percibo que eso (tasas de interés de la FED) todavía no va a comenzar a bajar. Es probable que esa tasa promedio siga reflejando un aumento en lo que resta del año”, alertó Berguido.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en un reciente informe, también recomendó a la FED “esperar” para reducir los tipos de interés al menos hasta finales de año. “A pesar del importante progreso logrado hasta la fecha para devolver la inflación a su objetivo del 2%, la FED debería esperar para reducir su tasa de interés oficial al menos hasta finales de 2024. Con la economía avanzando a un ritmo impresionante, Estados Unidos no ha pagado un alto costo por la configuración actual de la política monetaria”, concluyó el FMI en su informe país para Estados Unidos.
El organismo también alertó sobre “los importantes riesgos al alza de la inflación que se pusieron claramente de relieve con los resultados de los datos a principios de este año”, por lo que considera que “sería prudente reducir la tasa de política (monetaria) sólo después de que haya evidencia más clara de que la inflación está regresando de manera sostenible a la meta del 2% del FOMC.
Además, agregó que “en el caso de que los datos de inflación entrantes sean intensos en los próximos meses, tal vez haya que considerar seriamente la posibilidad de eliminar el sesgo relajado en las comunicaciones de la FED y, potencialmente, aumentar aún más la tasa de los fondos federales”.
La economía de Estados Unidos se enfría Al mismo tiempo, el presidente de la ABP subrayó que con el elevado nivel de inflación que vive los Estados se perjudican los precios, productos y servicios, que el consumidor compra todos los meses para poder vivir, como son: el alquiler de sus casas, movilizarse en su carro, ir al cine o al restaurante, etc.
“Eso (precios de los productos y servicios) es lo que ha aumentado mucho, por el nivel de la inflación. El verdadero reto que tiene la economía de los Estados Unidos es cómo controlar el nivel de inflación porque cuando los costos al consumidor aumentan, los salarios de las personas rinden menos y sienten que por más que trabajen, o incluso le den aumento, no es suficiente para subsistir porque todo está más caro”, comentó Berguido.
Desde marzo de 2022 a julio 2023, la FED ha aumentado los tipos once veces, hasta su nivel actual, de 5,3%, en un intento por combatir la inflación más alta en décadas. Pero en los primeros meses de 2024, el repunte de la inflación fue evidente en muchas categorías de bienes y servicios, lo que está afectando la confianza de los consumidores, especialmente, de los hogares de menos ingresos, e incidiendo en la economía estadounidense.
La gobernadora de la Reserva Federal insistió en que la inflación está afectado más a los hogares de menores ingresos ya que los precios de los alimentos, la energía y los servicios de vivienda siguen siendo mucho más altos que antes de la pandemia. En enero, la inflación de los Estados Unidos se situó en 3,1%, en febrero en 3,2%, en abril 3,5%, en marzo 3,5% y en mayo 3,3%.
“La continua debilidad del gasto de consumo y la menor actividad inmobiliaria a principios del segundo trimestre también sugieren un menor impulso de la actividad económica estadounidense en lo que va del año, expresó Bowman.
En el primer trimestre 2024, el producto interno bruto (PIB) de los Estados Unidos creció a una tasa trimestral anualizada de 1,4%, más lento que en la segunda mitad del año pasado, según la última revisión de la Oficina de Análisis Económico, dependiente del Departamento de Comercio.
La tasa de crecimiento para el país a marzo de 2024 supone un frenazo frente a los trimestres anteriores en pleno año electoral y es, además, la expansión más moderada desde que el PIB se contrajo en el segundo trimestre de 2022. En el tercer trimestre de 2023, el PIB creció a un ritmo trimestral anualizado del 4,9% y en el cuarto aumentó 3,4%. Este desempeño evidencia que el endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos para controlar la inflación está causando mella en su economía y afecta a todo el mundo.
Perspectivas La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó hasta un 2,6 % sus perspectivas de crecimiento para la economía de Estados Unidos (desde el 2,7% que le había dado en abril pasado), y prevé un ritmo de crecimiento de alrededor del 2% hasta 2029, con el desempleo “estable” en entorno al 4% y la inflación corrigiéndose por debajo del 2%, el año próximo.
El organismo consideró que la economía de los Estados Unidos ha demostrado ser “robusta, dinámica y capaz de adaptarse”, el empleo continúa excediendo las expectativas relativas al artículo IV de 2023 y la reducción de la inflación ha sido menos costosa de lo que se temía.
Berguido opinó que “aunque el FMI haya brindado una reducción, sigue siendo un crecimiento bueno. El 2,6% no es malo, es un crecimiento grande e importante tomando en cuenta que hablamos de la economía más grande (del mundo)”.
Aramburú-Porras consideró que, indiscutiblemente, una rebaja en el crecimiento económico de los Estados Unidos, el principal socio comercial del Canal y que influye mucho en la actividad económica de la región, particularmente de Panamá, tendrá un impacto en la economía panameña.
Sin embargo, el economista “no” cree que ese impacto sea considerable porque la rebaja ha sido pequeña y, sobre todo, porque se vislumbra posiblemente una rebaja de los intereses a fin de año, lo cual tendría un impacto positivo en la economía panameña, sobre todo por el nivel de deuda, que tiene el sector público y privado.
“Vemos que el crecimiento de Estados Unidos de un 2,6% es similar a la que va a tener la economía panameña de 2,5%. Además el escenario de Estados Unidos es considerado óptimo en comparación con los países europeos que están más desarrollados”, puntualizó Aramburú-Porras.
Carlos Berguido, Presidente de la ABPAunque el FMI haya brindado una reducción, eso sigue siendo un crecimiento bueno. El 2,6% no es malo, es un crecimiento grande e importante tomando en cuenta que hablamos de la economía más grande”, FMI Con la economía avanzando a un ritmo impresionante, Estados Unidos no ha pagado un alto costo por la configuración actual de la política monetaria Fernando Aramburu PorrasExministro de economía y finanzasVemos que el crecimiento de EE.UU. de un 2,6% es similar a la que va a tener la economía panameña de 2,5%
El presidente de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, Jerome Powell, reiteró, la semana pasada, que el Comité de política monetaria necesita ganar “más confianza” de que la inflación se dirige de modo sostenible hacia el objetivo del 2% antes de comenzar a bajar los tipos de interés.
Si se toma en cuenta que la inflación se mantiene estancada por encima del 3%, todo parece indicar que la bajada de las tasas se mantendrán alejadas por lo menos en lo que resta del año. En la reunión de principios de junio pasado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) votó a favor de mantener el rango objetivo de la tasa de fondos federales en el 5,25% al 5,5%, dijo la gobernadora de la Reserva Federa, Michelle W. Bowman, a finales de junio pasado.
Los datos de abril y mayo “sí sugieren que estamos volviendo a una senda desinflacionaria”, afirmó el jefe del banco central estadounidense en una conferencia de política monetaria en Sintra, Portugal, el pasado martes, publicó el portal de noticias la Voz de América. Sin embargo, “sólo queremos entender que los niveles que estamos viendo son una lectura real de la inflación subyacente (no incluye los volátiles precios de los alimentos y los combustibles)”, afirmó Powel.
La inflación es uno de los factores más importantes que intervienen en los tipos de interés. Por lo tanto, si la inflación es alta, los bancos centrales pueden subir las tasas para frenar el gasto excesivo y controlar la inflación.
En la nota, Powell advirtió que si la FED recorta las tasas de interés demasiado pronto, la inflación podría volver a acelerarse, y forzar al Comité de política monetaria a retroceder y aplicar fuertes alzas en los tipos de interés; y si tarda mucho en reducir las tasas de financiación, corre el riesgo de debilitar tanto la economía y provocar una recesión. “Conseguir el equilibrio adecuado en la política monetaria durante este período crítico es realmente en lo que pienso a altas horas de la madrugada”, dijo Powell al exponer su principal preocupación.
Carlos Berguido, presidente de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), y Fernando Aramburú- Porras, exministro de Economía y Finanzas, coincidieron en que el bajo crecimiento de la economía de los Estados Unidos “no es el verdadero problema que preocupa, sino más bien el alza de las tasas de interés que se ha experimentado en los últimos dos años”.
En el caso de Panamá, por su dependencia al dólar, cualquier cambio en los Estados Unidos, como el endurecimiento de las políticas monetarias podrían afectar directamente a la economía panameña, agregó Berguido. Y, aseveró que cada vez que el país norteamericano aumenta los tipos de interés, siempre hay un periodo de atraso, de reflejo en Panamá, de seis a 18 meses para terminar de absorber el efecto de los movimientos de las tasas, dependiendo de los productos y el periodo de vencimiento.
“Desde el momento en que la FED anuncia y ejecuta la variación en las tasas de interés, usualmente, tiene un efecto retardado en Panamá, que puede ser de seis meses para algunos productos y hasta 18 meses para los de largo plazo, como, por ejemplo, los depósitos a plazo fijo, que demoran mucho más tiempo y se debe esperar su vencimiento para poder aplicar las nuevas tasas a los clientes”, reforzó Berguido.
Aramburú-Porras, por su parte, enfatizó que las tasas de interés de la FED “sí tienen un impacto mayúsculo” en la economía panameña que está en deuda tanto en el sector público como en el privado. A esto, Berguido citó que, por ejemplo, según la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), la tasa promedio de referencia de los mercados de crédito hipotecario en Panamá, hoy en día, se ubican en 6,25%, la cual comenzó a regir en mayo de 2024, después de desplazar la tasa de 5,75% que estaba hace menos de un año.
En sus perspectivas, el banquero no cree que por ahora, el panorama esté listo para que las tasas de interés comiencen a bajar porque todavía el nivel de inflación de los Estados Unidos no ha llegado a la meta que se planteó el Comité de la FED, de 2%, ya que hasta el momento está por encima del 3%.
“Toda la lectura internacional indica que todavía no hay un escenario del ciclo bajista de la inflación de las tasas de los Estados Unidos, por lo que creo no va a ocurrir, sino hasta finales del año o a principios del 2025, ya que todavía falta un tramo por recorrer. Percibo que eso (tasas de interés de la FED) todavía no va a comenzar a bajar. Es probable que esa tasa promedio siga reflejando un aumento en lo que resta del año”, alertó Berguido.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en un reciente informe, también recomendó a la FED “esperar” para reducir los tipos de interés al menos hasta finales de año. “A pesar del importante progreso logrado hasta la fecha para devolver la inflación a su objetivo del 2%, la FED debería esperar para reducir su tasa de interés oficial al menos hasta finales de 2024. Con la economía avanzando a un ritmo impresionante, Estados Unidos no ha pagado un alto costo por la configuración actual de la política monetaria”, concluyó el FMI en su informe país para Estados Unidos.
El organismo también alertó sobre “los importantes riesgos al alza de la inflación que se pusieron claramente de relieve con los resultados de los datos a principios de este año”, por lo que considera que “sería prudente reducir la tasa de política (monetaria) sólo después de que haya evidencia más clara de que la inflación está regresando de manera sostenible a la meta del 2% del FOMC.
Además, agregó que “en el caso de que los datos de inflación entrantes sean intensos en los próximos meses, tal vez haya que considerar seriamente la posibilidad de eliminar el sesgo relajado en las comunicaciones de la FED y, potencialmente, aumentar aún más la tasa de los fondos federales”.
Al mismo tiempo, el presidente de la ABP subrayó que con el elevado nivel de inflación que vive los Estados se perjudican los precios, productos y servicios, que el consumidor compra todos los meses para poder vivir, como son: el alquiler de sus casas, movilizarse en su carro, ir al cine o al restaurante, etc.
“Eso (precios de los productos y servicios) es lo que ha aumentado mucho, por el nivel de la inflación. El verdadero reto que tiene la economía de los Estados Unidos es cómo controlar el nivel de inflación porque cuando los costos al consumidor aumentan, los salarios de las personas rinden menos y sienten que por más que trabajen, o incluso le den aumento, no es suficiente para subsistir porque todo está más caro”, comentó Berguido.
Desde marzo de 2022 a julio 2023, la FED ha aumentado los tipos once veces, hasta su nivel actual, de 5,3%, en un intento por combatir la inflación más alta en décadas. Pero en los primeros meses de 2024, el repunte de la inflación fue evidente en muchas categorías de bienes y servicios, lo que está afectando la confianza de los consumidores, especialmente, de los hogares de menos ingresos, e incidiendo en la economía estadounidense.
La gobernadora de la Reserva Federal insistió en que la inflación está afectado más a los hogares de menores ingresos ya que los precios de los alimentos, la energía y los servicios de vivienda siguen siendo mucho más altos que antes de la pandemia. En enero, la inflación de los Estados Unidos se situó en 3,1%, en febrero en 3,2%, en abril 3,5%, en marzo 3,5% y en mayo 3,3%.
“La continua debilidad del gasto de consumo y la menor actividad inmobiliaria a principios del segundo trimestre también sugieren un menor impulso de la actividad económica estadounidense en lo que va del año, expresó Bowman.
En el primer trimestre 2024, el producto interno bruto (PIB) de los Estados Unidos creció a una tasa trimestral anualizada de 1,4%, más lento que en la segunda mitad del año pasado, según la última revisión de la Oficina de Análisis Económico, dependiente del Departamento de Comercio.
La tasa de crecimiento para el país a marzo de 2024 supone un frenazo frente a los trimestres anteriores en pleno año electoral y es, además, la expansión más moderada desde que el PIB se contrajo en el segundo trimestre de 2022. En el tercer trimestre de 2023, el PIB creció a un ritmo trimestral anualizado del 4,9% y en el cuarto aumentó 3,4%. Este desempeño evidencia que el endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos para controlar la inflación está causando mella en su economía y afecta a todo el mundo.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó hasta un 2,6 % sus perspectivas de crecimiento para la economía de Estados Unidos (desde el 2,7% que le había dado en abril pasado), y prevé un ritmo de crecimiento de alrededor del 2% hasta 2029, con el desempleo “estable” en entorno al 4% y la inflación corrigiéndose por debajo del 2%, el año próximo.
El organismo consideró que la economía de los Estados Unidos ha demostrado ser “robusta, dinámica y capaz de adaptarse”, el empleo continúa excediendo las expectativas relativas al artículo IV de 2023 y la reducción de la inflación ha sido menos costosa de lo que se temía.
Berguido opinó que “aunque el FMI haya brindado una reducción, sigue siendo un crecimiento bueno. El 2,6% no es malo, es un crecimiento grande e importante tomando en cuenta que hablamos de la economía más grande (del mundo)”.
Aramburú-Porras consideró que, indiscutiblemente, una rebaja en el crecimiento económico de los Estados Unidos, el principal socio comercial del Canal y que influye mucho en la actividad económica de la región, particularmente de Panamá, tendrá un impacto en la economía panameña.
Sin embargo, el economista “no” cree que ese impacto sea considerable porque la rebaja ha sido pequeña y, sobre todo, porque se vislumbra posiblemente una rebaja de los intereses a fin de año, lo cual tendría un impacto positivo en la economía panameña, sobre todo por el nivel de deuda, que tiene el sector público y privado.
“Vemos que el crecimiento de Estados Unidos de un 2,6% es similar a la que va a tener la economía panameña de 2,5%. Además el escenario de Estados Unidos es considerado óptimo en comparación con los países europeos que están más desarrollados”, puntualizó Aramburú-Porras.