La ABP rechaza sobrerregulación que genere costos al sector
- 14/10/2024 00:00
- 13/10/2024 17:46
La Asociación Bancaria aclaró que si bien las actuales exigencias a los clientes se dieron a raíz de los requerimientos del GAFI, eso ahora ‘dificulta el desempeño de los bancos’ La sobrerregulación o regulación innecesaria que conlleva costos o impacto de alguna manera al usuario, es un tema que está preocupando actualmente a la Asociación Bancaria de Panamá (ABP).
Raúl Guizado, presidente de la junta directiva de la ABP, explicó que, por ejemplo, en los procesos de debida diligencia puede haber espacio para flexibilizar y no ser estricto cuando un cliente quiera abrir una cuenta en los bancos.
Explicó que la mayoría de los clientes en todas las instituciones bancarias son de riesgo bajo, después hay un porcentaje de riesgo medio y uno menor de riesgo alto por las características inherente de la actividad económica en que se desempeñan. Sin embargo, Guizado mencionó que en la práctica los bancos se ven obligados a llamar constantemente a los clientes de riesgo bajo para que actualicen información o den sustentos de sus ingresos.
“La sobrerregulación es innecesaria porque ciertamente tiene más costo para la institución financiera. De igual manera, al consumidor le afecta sentir que constantemente el banco lo llame para sustentar sus ingresos. Eso es complicado”, argumentó el presidente de la junta directiva de la ABP.
“Considero innecesario lo que se está haciendo y por eso me refería en aseguranos en no sobrerregular en algunos temas. Creo que hay espacio para mejorar”, afirmó.
Guizado defendió que este proceso no debería ser necesario cuando los bancos tienen sistemas de monitoreo que les permiten fácilmente monitorear las transacciones de los clientes, ya sean de riesgo bajo, medio o alto.
Recordó que toda esta situación empezó cuando Panamá fue incluida en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), como parte de las deficiencias que tenía para la detección de prevención de blanqueo de capitales.
Durante este proceso, dijo, una de las exigencias que se pedía, por ejemplo, era que para los clientes de riesgo bajo se le pidiera los mismos requisitos que para los de riesgo medio y alto, pero “eso dificulta el desempeño”, aseveró.
Carlos Raúl Moreno, presidente del Grupo Acción por Igualdad Financiera Internacional (Gapifi), por su parte, consideró que toda la situación que viven los bancos es a raíz de las decisiones tomadas por las pasadas administraciones de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), aunque cree que con el nuevo superintendente, Milton Ayón Wong, existe “una filosofía diferente”.
“Es culpa de la SBP el haber sobrerregulado el mercado y hacerlo mal. Por ejemplo, lo que se ha establecido con los oficiales de cumplimiento (quienes) mandan más que un dueño de un banco, porque le adscriben una responsabilidad penal ilimitada, por lo tanto, su responsabilidad no está definida”, sostuvo Moreno.
Por consiguiente, consideró que “no hay parámetros claros que puedan evaluar los riesgos de los clientes y que pongan en cintura a los oficiales de cumplimiento para que hagan una labor efectiva, pero no de sobrerregulación, porque eso mata la capacidad de expansión comercial del país.
El presidente de Gapifi criticó, además, que “todas las instituciones del gobierno pasado actuaban para satisfacer a la exigencia internacional, sin evaluar, sin negociar, sin conversar primero los intereses del país”.
“Ya es hora de que se evalúe toda esta sobrerregulación (...) para que sea eficiente y no afecta el comercio del país. Esto también fue (parte de una) cantidad de regulaciones que salieron del GAFI para servir a los intereses que no eran de los panameños”, concluyó Moreno.
La sobrerregulación o regulación innecesaria que conlleva costos o impacto de alguna manera al usuario, es un tema que está preocupando actualmente a la Asociación Bancaria de Panamá (ABP).
Raúl Guizado, presidente de la junta directiva de la ABP, explicó que, por ejemplo, en los procesos de debida diligencia puede haber espacio para flexibilizar y no ser estricto cuando un cliente quiera abrir una cuenta en los bancos.
Explicó que la mayoría de los clientes en todas las instituciones bancarias son de riesgo bajo, después hay un porcentaje de riesgo medio y uno menor de riesgo alto por las características inherente de la actividad económica en que se desempeñan. Sin embargo, Guizado mencionó que en la práctica los bancos se ven obligados a llamar constantemente a los clientes de riesgo bajo para que actualicen información o den sustentos de sus ingresos.
“La sobrerregulación es innecesaria porque ciertamente tiene más costo para la institución financiera. De igual manera, al consumidor le afecta sentir que constantemente el banco lo llame para sustentar sus ingresos. Eso es complicado”, argumentó el presidente de la junta directiva de la ABP.
“Considero innecesario lo que se está haciendo y por eso me refería en aseguranos en no sobrerregular en algunos temas. Creo que hay espacio para mejorar”, afirmó.
Guizado defendió que este proceso no debería ser necesario cuando los bancos tienen sistemas de monitoreo que les permiten fácilmente monitorear las transacciones de los clientes, ya sean de riesgo bajo, medio o alto.
Recordó que toda esta situación empezó cuando Panamá fue incluida en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), como parte de las deficiencias que tenía para la detección de prevención de blanqueo de capitales.
Durante este proceso, dijo, una de las exigencias que se pedía, por ejemplo, era que para los clientes de riesgo bajo se le pidiera los mismos requisitos que para los de riesgo medio y alto, pero “eso dificulta el desempeño”, aseveró.
Carlos Raúl Moreno, presidente del Grupo Acción por Igualdad Financiera Internacional (Gapifi), por su parte, consideró que toda la situación que viven los bancos es a raíz de las decisiones tomadas por las pasadas administraciones de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), aunque cree que con el nuevo superintendente, Milton Ayón Wong, existe “una filosofía diferente”.
“Es culpa de la SBP el haber sobrerregulado el mercado y hacerlo mal. Por ejemplo, lo que se ha establecido con los oficiales de cumplimiento (quienes) mandan más que un dueño de un banco, porque le adscriben una responsabilidad penal ilimitada, por lo tanto, su responsabilidad no está definida”, sostuvo Moreno.
Por consiguiente, consideró que “no hay parámetros claros que puedan evaluar los riesgos de los clientes y que pongan en cintura a los oficiales de cumplimiento para que hagan una labor efectiva, pero no de sobrerregulación, porque eso mata la capacidad de expansión comercial del país.
El presidente de Gapifi criticó, además, que “todas las instituciones del gobierno pasado actuaban para satisfacer a la exigencia internacional, sin evaluar, sin negociar, sin conversar primero los intereses del país”.
“Ya es hora de que se evalúe toda esta sobrerregulación (...) para que sea eficiente y no afecta el comercio del país. Esto también fue (parte de una) cantidad de regulaciones que salieron del GAFI para servir a los intereses que no eran de los panameños”, concluyó Moreno.