El saldo total de la deuda de crédito en Panamá está en $40.000 millones y la morosidad en 7,3%
- 27/09/2024 00:00
- 26/09/2024 20:35
De los $40.000 millones del saldo total de la deuda de crédito, el 53% corresponde a hipotecas, 27% a préstamos personales, 6% a tarjetas de crédito, 5% a préstamos de automóvil; a otros tipos de préstamos o financiamientos, un 9%, según cifras de APC Experian Al cierre de agosto de 2024, el saldo total de la deuda de crédito de personas naturales en Panamá ascendió a $40.000 millones, mientras que la morosidad está en 7,3%, arrojan las cifras de APC Experian.
La cifra del saldo de crédito corresponde a un total de 2.338.585 personas (2.026.241 panameños y 312.344) con referencias en la plataforma . Eso significa que cada persona, panameño o residente que está en el sistema, al igual que el mes anterior, debe en promedio $17.300, ya sea a cooperativas, financieras, bancos, empresas de telecomunicaciones, etcétera, indicó Gonzalo Córdoba, gerente ejecutivo de APC Experian, en el reporte mensual.
Se trata de “un monto que como hemos expresado anteriormente, no debe preocuparnos, ya que lo importante es el grado de morosidad del saldo total de la cartera de crédito y a la fecha esta se mantiene controlada, colocándose en solo un 7,3% las referencia con morosidad de más de 60 días”.
Con estas cifras aseguró esto indica que el 93% de las obligaciones que mantienen los panameños, reportadas en el historial de crédito, se encuentran con los pagos al día.
Como dato positivo destacó que la morosidad de las tarjetas de crédito ha bajado de 12% a 10% al comparar agosto de 2024 con igual periodo del año pasado (2023). Y, añadió que la cantidad de obligaciones por tarjetas de crédito en el sistema han aumentado de 711.000 tarjetas en circulación en el 2023 a 785.000 obligaciones en el 2024, refiriéndose solo a las otorgadas por el sector bancario.
En otras cifras, la cartera de préstamos personales sigue en crecimiento con un saldo de 10.000 millones de dólares, de los cuales el 75% han sido créditos brindados por bancos y el otro 25% por financieras, cooperativas y otro tipo de industrias.
También destacó que en agosto se mantuvo sin variación la proporción de los $40.000 millones en el saldo de crédito. De ese total, 53% corresponde a hipotecas, 27% a préstamos personales, 6% a tarjetas de crédito, 5% a préstamos de automóvil y a otros tipos de préstamos o financiamientos un 9%.
Desafíos A pesar de que el saldo de crédito se mantuvo para el octavo mes del presente año, el reciente informe de Estabilidad Financiera para el primer semestre de 2024 de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) plantea importantes desafíos económicos que se presentaron durante el primer semestre de 2024, entre ellos, la desaceleración del crecimiento económico, la creciente presión sobre la sostenibilidad fiscal y un entorno externo incierto que podría impactar negativamente las perspectivas a corto y mediano plazo, e impactar la expansión del crédito.
“Estos factores seguirán planteando serios retos para el sistema bancario, con posibles repercusiones en las condiciones operativas y financieras. La combinación de estos elementos podría restringir la expansión del crédito, al tiempo que aumenta el riesgo de un incremento en los activos improductivos en los próximos 12 meses, lo que podría debilitar aún más el dinamismo económico del país”, señala el prólogo del informe de la SBP.
Al cierre de agosto de 2024, el saldo total de la deuda de crédito de personas naturales en Panamá ascendió a $40.000 millones, mientras que la morosidad está en 7,3%, arrojan las cifras de APC Experian.
La cifra del saldo de crédito corresponde a un total de 2.338.585 personas (2.026.241 panameños y 312.344) con referencias en la plataforma . Eso significa que cada persona, panameño o residente que está en el sistema, al igual que el mes anterior, debe en promedio $17.300, ya sea a cooperativas, financieras, bancos, empresas de telecomunicaciones, etcétera, indicó Gonzalo Córdoba, gerente ejecutivo de APC Experian, en el reporte mensual.
Se trata de “un monto que como hemos expresado anteriormente, no debe preocuparnos, ya que lo importante es el grado de morosidad del saldo total de la cartera de crédito y a la fecha esta se mantiene controlada, colocándose en solo un 7,3% las referencia con morosidad de más de 60 días”.
Con estas cifras aseguró esto indica que el 93% de las obligaciones que mantienen los panameños, reportadas en el historial de crédito, se encuentran con los pagos al día.
Como dato positivo destacó que la morosidad de las tarjetas de crédito ha bajado de 12% a 10% al comparar agosto de 2024 con igual periodo del año pasado (2023). Y, añadió que la cantidad de obligaciones por tarjetas de crédito en el sistema han aumentado de 711.000 tarjetas en circulación en el 2023 a 785.000 obligaciones en el 2024, refiriéndose solo a las otorgadas por el sector bancario.
En otras cifras, la cartera de préstamos personales sigue en crecimiento con un saldo de 10.000 millones de dólares, de los cuales el 75% han sido créditos brindados por bancos y el otro 25% por financieras, cooperativas y otro tipo de industrias.
También destacó que en agosto se mantuvo sin variación la proporción de los $40.000 millones en el saldo de crédito. De ese total, 53% corresponde a hipotecas, 27% a préstamos personales, 6% a tarjetas de crédito, 5% a préstamos de automóvil y a otros tipos de préstamos o financiamientos un 9%.
A pesar de que el saldo de crédito se mantuvo para el octavo mes del presente año, el reciente informe de Estabilidad Financiera para el primer semestre de 2024 de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) plantea importantes desafíos económicos que se presentaron durante el primer semestre de 2024, entre ellos, la desaceleración del crecimiento económico, la creciente presión sobre la sostenibilidad fiscal y un entorno externo incierto que podría impactar negativamente las perspectivas a corto y mediano plazo, e impactar la expansión del crédito.
“Estos factores seguirán planteando serios retos para el sistema bancario, con posibles repercusiones en las condiciones operativas y financieras. La combinación de estos elementos podría restringir la expansión del crédito, al tiempo que aumenta el riesgo de un incremento en los activos improductivos en los próximos 12 meses, lo que podría debilitar aún más el dinamismo económico del país”, señala el prólogo del informe de la SBP.