Diputados avalan subir el tope del déficit fiscal a 4,0 % para 2025; suspenden al FAP aportes del Canal
- 29/10/2024 00:00
- 28/10/2024 20:09
La Asamblea Nacional aprobó en tercer debate la modificación que permitirá a la actual administración elevar su endeudamiento hasta el año 2030, cuando gradualmente baje a 1,5 % de allí en adelante; mientras, suspenden al FAP recibir los excedentes del Canal por tres años El pleno de la Asamblea Nacional aprobó, con 47 votos a favor, reformar la Ley 34 de 2008, sobre Responsabilidad Social Fiscal (LRSF), elevando el tope del endeudamiento para el año 2025 a 4,0 %, y no a 2.0 % como establecía la norma, también modificada en la pasada administración, así como suspender los aportes que da por excedentes el Canal de Panamá al Fondo de Ahorro de Panamá (FAP).
Ahora, la Ley 445 del 28 de octubre de 2024, publicada en la Gaceta Oficial 30149-C, estipula que, a partir del próximo año, el Gobierno nacional podrá llevar el tope de la deuda pública de manera gradual hasta 1,5 % para el año 2030, y de allí en adelante.
En 2026 el tope será 3,5 %; para 2027 será hasta 3,0 %; para 2028 un 2,5 %; para el 2029 un 2,0 % y para 2030, en adelante es hasta 1,5 %.
Durante su ponencia en el II Foro Económico 2024-La Nueva Transición del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, destacó que con la modificación a la LRSF buscaban que las finanzas públicas fuesen sostenibles, pensando en políticas públicas de tipo contracíclicas —acciones en busca de minimizar, superar o evitar los efectos de los ciclos económicos— reforzando el principio del consejo fiscal, incluyendo ahora una oficina (unidad) de control, monitoreo y evaluación del gasto público, cuya senda está enmarcada en ajuste fiscal.
La razón, dijo, es “para que no fuese tan traumático para el país en estos momentos y en las condiciones [en que se encuentra], no requiere terapia de choque, pero si hacemos los cambios no traumáticos que debemos hacer, no se van a necesitar” [la terapia de choque]. Y agregó que “esto es un aterrizaje suave hacia un manejo no traumático de las finanzas públicas, que nos permitan eventualmente ir ordenándolas y detener la velocidad del crecimiento de la deuda pública. Hacerlo manejable a lo largo del tiempo, bajar la prima de riesgo país, nos permite acceder a financiamiento mucho más barato para el Estado y para los privados, para todos. No es algo improvisado, sino estudiado”, afirmó.
Sin embargo, el tope de la deuda para este año no cumple con la norma, ya que previamente el propio MEF ha estimado que el déficit fiscal superará los 4,5% este 2024, lo que oscilará en un endeudamiento de entre $3.200 y $3.500 millones.
Cifras oficiales indican que el déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) es de $3.438,6 millones, lo que representa el 3,96 % del producto interno bruto (PIB), superando el límite del déficit fiscal de 2,0 % en el 2024.
A julio pasado, la deuda pública aumentó a $51.860 millones. Con base en esas cifras, los economistas proyectan un porcentaje más alto de deuda pública con relación al PIB, considerando las bajas proyecciones de crecimiento económico al cierre de este año (2,5 %).
Creada hace 16 años, la Ley 38 de 2008 establece límites máximos por año de déficit fiscal permitidos al SPNF, con el objetivo de reducir el crecimiento de la deuda pública y lograr su sostenibilidad a largo plazo, permitiendo un manejo ordenado de las finanzas públicas.
Al tiempo que el pleno de la Asamblea aprobó el tope del déficit, también hizo lo propio con la Ley 38 de 2012, sobre el Fondo de Ahorro de Panamá (FAP), donde suspendieron por los próximos tres años los traslados que da por excedentes del Canal de Panamá.
En el FAP “el único cambio que hubo fue una suspensión del traslado de excedentes del Canal por tres años; todo lo demás queda igual”, afirmó Chapman, en declaraciones a la prensa en el foro.
En su comunicado del 17 de octubre, la junta directiva del FAP aclaró que “no fue consultada sobre dicho proyecto de ley”, por lo que solicitaron una reunión con el titular del MEF con el fin de promover el diálogo y conocer los objetivos y la lógica que sustentan dicha propuesta legislativa.
En tanto, el economista, Felipe Argote fue enfático al señalar que: “al FAP no hay que darle ni un solo centavo más hasta que se reestructure. En 2022 perdió más de $125 millones y, si vemos históricamente, los últimos 10 años no ha rendido ni 3 %, o sea, rinde menos que los ahorros del Seguro en el Banco Nacional. Realmente, el FAP está dando muy poco y tiene gastos de $10 millones que no se justifican, porque cuando era el Fondo Fiduciario para el Desarrollo rendía más que ahora como Fondo Soberano, por eso hay que reestructurarlo. No está rindiendo lo que debería. [La reestructuración] debe hacerse rápido, pero mientras tanto, no hay que darle dinero”.
Con base en los resultados financieros auditados para el primer trimestre del año 2024 (1T2024) del FAP, entre sus puntos más destacados están: una rentabilidad bruta acumulada del periodo al 1T 2024 fue de 2,27 %; un excedente de ingresos sobre gastos acumulados por $30,2 millones.
Al cierre del 1T 2024, el FAP generó $12,4 millones en intereses y dividendos, y cuenta con activos netos (patrimonio) por el orden de los $1,446.4 millones.
Punto de vista Durante el tercer debate en la Asamblea Nacional, uno de los diputados que rechazó la propuesta de reforma de la LRSF fue Ernesto Cedeño Alvarado, quien lo calificó de “inconveniente, ya que es un instrumento jurídico que debido a su carácter delicado está en contra del pueblo panameño”.
Olmedo Estrada, economista y expresidente del Colegio, comentó su punto de vista sobre la recién aprobada LRSF, ya que “el comportamiento de los ingresos es el que determina la capacidad que tiene el gobierno para bajar ese déficit”. “Este año el déficit está por encima del 4,0 %, y no sabemos en cuánto cerrará, ya que falta lo que sucederá en el último trimestre de este año (2024), los tres meses más dinámicos de la economía panameña. Además, habría que ver si con eso (ingresos) es suficiente para bajar a menos del 4,0 % el tope”
El economista indicó que “con la propuesta del presupuesto de 2025, nosotros consideramos que ese déficit puede ser igual o mayor de lo que vamos a tener este mismo año, ya que estamos hablando de los mismos montos por encima de los $30.000 millones versus los ingresos”.
Por su parte, el también economista Víctor Cruz recordó que desde que se creó la LRSF, “los gobiernos han realizado ajustes acordes a sus proyecciones particulares, y el ajuste que hoy hace el Gobierno nacional, como elemento de estabilización presupuestaria no escapa a ello. Pero hoy existe una gran diferencia, y es que el MEF reconoce que el problema de la deuda externa frena las perspectivas de un crecimiento económico más alto, debido a que nuestros ingresos se quedan cortos ante lo que aspiran las entidades gubernamentales en sus presupuestos particulares”.
El pleno de la Asamblea Nacional aprobó, con 47 votos a favor, reformar la Ley 34 de 2008, sobre Responsabilidad Social Fiscal (LRSF), elevando el tope del endeudamiento para el año 2025 a 4,0 %, y no a 2.0 % como establecía la norma, también modificada en la pasada administración, así como suspender los aportes que da por excedentes el Canal de Panamá al Fondo de Ahorro de Panamá (FAP).
Ahora, la Ley 445 del 28 de octubre de 2024, publicada en la Gaceta Oficial 30149-C, estipula que, a partir del próximo año, el Gobierno nacional podrá llevar el tope de la deuda pública de manera gradual hasta 1,5 % para el año 2030, y de allí en adelante.
En 2026 el tope será 3,5 %; para 2027 será hasta 3,0 %; para 2028 un 2,5 %; para el 2029 un 2,0 % y para 2030, en adelante es hasta 1,5 %.
Durante su ponencia en el II Foro Económico 2024-La Nueva Transición del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, destacó que con la modificación a la LRSF buscaban que las finanzas públicas fuesen sostenibles, pensando en políticas públicas de tipo contracíclicas —acciones en busca de minimizar, superar o evitar los efectos de los ciclos económicos— reforzando el principio del consejo fiscal, incluyendo ahora una oficina (unidad) de control, monitoreo y evaluación del gasto público, cuya senda está enmarcada en ajuste fiscal.
La razón, dijo, es “para que no fuese tan traumático para el país en estos momentos y en las condiciones [en que se encuentra], no requiere terapia de choque, pero si hacemos los cambios no traumáticos que debemos hacer, no se van a necesitar” [la terapia de choque]. Y agregó que “esto es un aterrizaje suave hacia un manejo no traumático de las finanzas públicas, que nos permitan eventualmente ir ordenándolas y detener la velocidad del crecimiento de la deuda pública. Hacerlo manejable a lo largo del tiempo, bajar la prima de riesgo país, nos permite acceder a financiamiento mucho más barato para el Estado y para los privados, para todos. No es algo improvisado, sino estudiado”, afirmó.
Sin embargo, el tope de la deuda para este año no cumple con la norma, ya que previamente el propio MEF ha estimado que el déficit fiscal superará los 4,5% este 2024, lo que oscilará en un endeudamiento de entre $3.200 y $3.500 millones.
Cifras oficiales indican que el déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) es de $3.438,6 millones, lo que representa el 3,96 % del producto interno bruto (PIB), superando el límite del déficit fiscal de 2,0 % en el 2024.
A julio pasado, la deuda pública aumentó a $51.860 millones. Con base en esas cifras, los economistas proyectan un porcentaje más alto de deuda pública con relación al PIB, considerando las bajas proyecciones de crecimiento económico al cierre de este año (2,5 %).
Creada hace 16 años, la Ley 38 de 2008 establece límites máximos por año de déficit fiscal permitidos al SPNF, con el objetivo de reducir el crecimiento de la deuda pública y lograr su sostenibilidad a largo plazo, permitiendo un manejo ordenado de las finanzas públicas.
Al tiempo que el pleno de la Asamblea aprobó el tope del déficit, también hizo lo propio con la Ley 38 de 2012, sobre el Fondo de Ahorro de Panamá (FAP), donde suspendieron por los próximos tres años los traslados que da por excedentes del Canal de Panamá.
En el FAP “el único cambio que hubo fue una suspensión del traslado de excedentes del Canal por tres años; todo lo demás queda igual”, afirmó Chapman, en declaraciones a la prensa en el foro.
En su comunicado del 17 de octubre, la junta directiva del FAP aclaró que “no fue consultada sobre dicho proyecto de ley”, por lo que solicitaron una reunión con el titular del MEF con el fin de promover el diálogo y conocer los objetivos y la lógica que sustentan dicha propuesta legislativa.
En tanto, el economista, Felipe Argote fue enfático al señalar que: “al FAP no hay que darle ni un solo centavo más hasta que se reestructure. En 2022 perdió más de $125 millones y, si vemos históricamente, los últimos 10 años no ha rendido ni 3 %, o sea, rinde menos que los ahorros del Seguro en el Banco Nacional. Realmente, el FAP está dando muy poco y tiene gastos de $10 millones que no se justifican, porque cuando era el Fondo Fiduciario para el Desarrollo rendía más que ahora como Fondo Soberano, por eso hay que reestructurarlo. No está rindiendo lo que debería. [La reestructuración] debe hacerse rápido, pero mientras tanto, no hay que darle dinero”.
Con base en los resultados financieros auditados para el primer trimestre del año 2024 (1T2024) del FAP, entre sus puntos más destacados están: una rentabilidad bruta acumulada del periodo al 1T 2024 fue de 2,27 %; un excedente de ingresos sobre gastos acumulados por $30,2 millones.
Al cierre del 1T 2024, el FAP generó $12,4 millones en intereses y dividendos, y cuenta con activos netos (patrimonio) por el orden de los $1,446.4 millones.
Durante el tercer debate en la Asamblea Nacional, uno de los diputados que rechazó la propuesta de reforma de la LRSF fue Ernesto Cedeño Alvarado, quien lo calificó de “inconveniente, ya que es un instrumento jurídico que debido a su carácter delicado está en contra del pueblo panameño”.
Olmedo Estrada, economista y expresidente del Colegio, comentó su punto de vista sobre la recién aprobada LRSF, ya que “el comportamiento de los ingresos es el que determina la capacidad que tiene el gobierno para bajar ese déficit”. “Este año el déficit está por encima del 4,0 %, y no sabemos en cuánto cerrará, ya que falta lo que sucederá en el último trimestre de este año (2024), los tres meses más dinámicos de la economía panameña. Además, habría que ver si con eso (ingresos) es suficiente para bajar a menos del 4,0 % el tope”
El economista indicó que “con la propuesta del presupuesto de 2025, nosotros consideramos que ese déficit puede ser igual o mayor de lo que vamos a tener este mismo año, ya que estamos hablando de los mismos montos por encima de los $30.000 millones versus los ingresos”.
Por su parte, el también economista Víctor Cruz recordó que desde que se creó la LRSF, “los gobiernos han realizado ajustes acordes a sus proyecciones particulares, y el ajuste que hoy hace el Gobierno nacional, como elemento de estabilización presupuestaria no escapa a ello. Pero hoy existe una gran diferencia, y es que el MEF reconoce que el problema de la deuda externa frena las perspectivas de un crecimiento económico más alto, debido a que nuestros ingresos se quedan cortos ante lo que aspiran las entidades gubernamentales en sus presupuestos particulares”.