Economía

América Latina afronta una ‘crisis’ de desarrollo que complica reducir la pobreza, dice Cepal

El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar Xirinachs.
Actualizado
  • 27/06/2024 00:00
Creado
  • 26/06/2024 17:56

La desigualdad es una característica histórica y estructural de esta región, que se ha mantenido y reproducido incluso en períodos de crecimiento y prosperidad económica

América Latina y el Caribe afrontan una crisis de desarrollo por las tasas “bajas y mediocres” de crecimiento que complican la transformación productiva y la reducción de la pobreza, advirtió este miércoles, 26 de junio, el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar-Xirinachs, durante su discurso de apertura en el Cuarto Seminario Regional de Desarrollo Social.

Salazar-Xirinachs subrayó, en el seminario “Protección social y desigualdad: América Latina y el Caribe hacia la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 2025”, la necesidad de establecer políticas de desarrollo productivo que contribuyan a impulsar el crecimiento económico y permitan acabar con la desigualdad social en la región.

Las tasas “bajas y mediocres de crecimiento” hacen muy difícil “promover la transformación productiva, reducir la pobreza, reducir la informalidad, crear empleos de alta calidad y generar los ingresos fiscales para políticas sociales de impacto”, recogió la agencoia de noticias EFE.

“América Latina y el Caribe está en una crisis del desarrollo que se expresa en tres trampas: una de baja capacidad para crecer, una de alta desigualdad y de baja movilidad y cohesión social, y una de baja capacidad institucional y de gobernanza poco efectiva”, dijo.

Al respecto, apuntó el ejecutivo sobre cinco factores en los qué trabajar para reducir esa desigualdad: abordar la heterogeneidad productiva que impide generar empleos de calidad, la persistencia de sistemas tributarios regresivos y de políticas sociales limitadas, la baja calidad de la educación, la desigualdad de género y las violaciones a los derechos humanos contra indígenas y otros grupos de la población.

Sin embargo, la desigualdad ha estado en el centro del pensamiento y reflexiones de la Cepal en sus 75 años de vida, contribuyendo desde un análisis a nivel interregional, con los planteamientos sobre las dinámicas centro-periferia en relación con las asimetrías sectoriales del desarrollo económico (1951), hasta la distribución de los ingresos, la riqueza y el ejercicio de derechos.

En el marco del seminario trajeron a colación, la heterogeneidad estructural que caracteriza el funcionamiento de los sistemas productivos de los países de la región de Latinoamérica, en la cual los sectores de baja productividad generan la mayor parte del empleo, es uno de los determinantes de la desigualdad en la región.

El mercado del trabajo es el eslabón fundamental que vincula esta estructura productiva con la desigualdad de ingresos. Se ha planteado que esta desigualdad estructural es una barrera importante para el desarrollo de los países de la región, así como para la erradicación de la pobreza, la ampliación de la ciudadanía y el ejercicio de derechos (2010, 2012 y 2014). Es, además, ineficiente porque tiene un impacto negativo sobre la productividad, la fiscalidad y la sostenibilidad ambiental.

En contextos de elevada informalidad laboral y desigualdad, con amplios vacíos en los sistemas de protección social que caracterizan a la región, los estratos bajos con frecuencia deben enfrentar la incertidumbre y los choques individuales y colectivos a costa de su bienestar presente y futuro.

Hoy en día existe un amplio reconocimiento de la relevancia de hacer frente a la desigualdad y fomentar la inclusión social. Esto tiene un claro fundamento en el enfoque de derechos y el reconocimiento de las consecuencias negativas que ella tiene en el desarrollo de capacidades y el bienestar individual. Pero también es un objetivo necesario para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, centralidad que se releva de manera clara en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y que se recoge en los ejes y líneas de acción de política pública acordados por los países de la región en la Agenda Regional de Desarrollo Social Inclusivo.

El objetivo del seminario, que se celebra hasta mañana en Santiago de Chile, es promover la reflexión y diálogo para avanzar en el reconocimiento, análisis de las características y dimensionamiento de la desigualdad social en la región camino a la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 2025. Con esto, se busca fortalecer el diseño de políticas públicas que permitan avanzar en el desarrollo social inclusivo y así progresar en el cumplimiento de los objetivos acordados por los países en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

El encuentro regional contó también con autoridades y especialistas de renombre, como el asesor principal del Programa de Cooperación Cepal-BMZ/giz, Manfred Haebig, la directora en la Dirección de Cooperación con América Latina y el Caribe de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Laura Oroz Ulibarri, y la directora adjunta para la Oficina de México y Centroamérica de la Fundación Ford, Ximena Andión.