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Se apuesta por Brasil para el Mundial W 2027

Brasil es el país con mayores logros en las competiciones de la FIFA; en su propósito de expandir el fútbol femenino se presenta como la elección adecuada. @SelecaoFeminina
La de 2027 será la décima versión del torneo que se inició en 1991. Shutterstock
Actualizado
  • 15/05/2024 00:00
Creado
  • 14/05/2024 19:27

Este viernes en Tailandia se otorgará la sede para la Copa Mundial Femenina 2027. Brasil tiene amplias posibilidades. En lo deportivo buscarían dar vuelta a la historia negativa de cuando han disputado un mundial en casa

A Brasil se le percibe como la candidata con mayor opción para ser la anfitriona de la próxima Copa Mundo Femenina 2027. De concretarse, le concedería a la dirigencia brasileña una nueva oportunidad para procurar darle a su afición una inmensa alegría, en esta ocasión en la rama femenina, en un deporte que les ha aportado su mayor brillo deportivo al conquistar con sus selecciones masculinas el cetro en todas las categorías.

A la designación de la sede de la décima versión que se hará este viernes 17 de mayo en Bangkok, Tailandia, durante la celebración del 74 Congreso de la FIFA, llega Brasil teóricamente respaldada en el informe de la comisión de la FIFA que evaluó las propuestas. Esta le otorgó 4,0 puntos a Brasil en la calificación global, sobre 3,7 puntos para la propuesta tripartita europea de Bélgica, Países Bajos y Alemania.

De alcanzar la sede los brasileños sienten que es un paso en la dirección correcta para fortalecer sus aspiraciones por alcanzar el máximo título en el fútbol femenino, que estuvieron cerca de ganar en el lejano mundial 2007 en China; perdieron la final ante Alemania 2-0.

Desde entonces, aunque han llegado a los cuatro campeonatos siguientes en el pelotón de favoritas, les ha sido esquivo acceder a semifinales. Está latente el magro recuerdo de haber sido eliminadas en la fase de grupos en el mundial celebrado el año pasado en Australia y Nueva Zelanda 2023. Llegaron como campeonas de la Copa América y solo pudieron derrotar a Panamá 4-0, selección participante por primera vez.

En los Juegos Olímpicos han alcanzado la medalla de plata en Atenas 2004 y Beijing 2008. Van a los Juegos Olímpicos París 2024 como una de las dos representantes por la Conmebol y subcampeonas de la Copa Oro W Concacaf 2024; están ubicadas en el difícil grupo C, junto a España, Japón y Nigeria.

El mayor arraigo en la práctica del fútbol femenino entre la población de Sudamérica se da en Brasil y son protagonistas permanentes en sus competiciones, su reinado no tiene discusión. El efecto positivo de amplificar la difusión que pudiera tener el que Brasil se convierta en el epicentro de la próxima Copa Mundial Femenina, pareciera compensar la menor calificación en algunos renglones. La evaluación sobre estadios, instalaciones para equipos y árbitros e instalaciones del centro de transmisión internacional, le fue más favorable en puntaje a las europeas.

El informe señala: “La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el Gobierno brasileño han mostrado su apoyo a la candidatura y su compromiso de albergar el evento, lo cual es particularmente importante dado que se requerirían ciertas inversiones en infraestructura y servicios para garantizar el éxito del torneo”, luego apunta, “por último, con respecto a las oportunidades de albergarla, vale la pena señalar que si la candidatura fuera exitosa, Sudamérica sería sede de la competición por primera vez, lo que podría tener un tremendo impacto en el fútbol femenino de la región”. Europa la ha acogido en tres oportunidades la Copa, Sudamérica nunca.

El paso al costado de EE.UU.

Brasil se postuló para albergar el mundial femenino de 2023, una elección que terminaron ganando Australia y Nueva Zelanda; en sus intenciones presentes para hacerse con la sede 2027, tenía en el continente americano una fuerte opositora en Estados Unidos.

Con su calificada infraestructura, su desarrollo en el fútbol femenino y el lobby que le acompaña, Estados Unidos optó por presentar el pasado diciembre la propuesta de una candidatura conjunta con México.

Esgrimió como un valioso activo el hecho de acoger la Copa Mundo Masculina de 2026, una experiencia que le permitiría replicarla en la femenina de 2027 en coordinación con ciudades sedes, gobiernos locales, seguridad, estadios, etc. Más lo que se está desarrollando con la mira puesta de los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028.

Como podrían tener en contra el argumento de que ya habían sido sede de dos Copas Mundial Femenina (1999 y 2003), sumaron a México que no la ha realizado para hacerla una oferta conjunta novedosa. En la Concacaf sería su cuarta sede mundialista femenina, pues Canadá lo fue en 2015.

Posteriormente en conversaciones internas y con algunas autoridades de la FIFA, sopesaron que la concesión podría también provocar una sobrecarga de fútbol, teniendo en cuenta que el Mundial de Clubes Masculino es el año entrante. También está sobre la mesa la propuesta de una versión de este evento con clubes femeninos.

La saturación en la oferta comercial para patrocinios, ventas de derechos de transmisión etc., podría resentir en Estados Unidos la proyección del fútbol y de la Copa Mundial Femenina 2027, por lo cual 2031 se ofreció como mejor periodo.

El pasado 29 de abril, a tres semanas de la elección, decidieron retirar la candidatura para centrarse en pujar por la de 2031, favoreciendo de paso las aspiraciones brasileñas al dejarles solos como aspirantes por el continente.

El año entrante de debe definir la sede de 2031. Si Brasil obtiene la de 2027, no necesariamente Estados Unidos y México van a tener el camino expedito. Al quedar relegados los europeos posiblemente buscarán que esa versión les sea otorgada, esgrimiendo en la FIFA el “principio de rotación de confederaciones”. Esta norma aboga por desplazar el torneo en cada versión de un continente a otro.

En la FIFA nunca se sabe, hay intereses y lobby, Estados Unidos tiene experiencia y mucho pulso. Posiblemente se argumentará que hace 16 años la Concacaf no organiza una Copa Mundial Femenina, mientras la UEFA hace 5 años con Francia en 2019, tuvo su última versión. Será una reñida disputa.

Empujando los fantasmas

Si el viernes Brasil se alza con la sede la Copa Mundial Femenina 2027, le van a recordar en el camino que sus fantasmas históricos le señalan que cuando jugó una Copa Mundo en su casa, nunca la ganó; tanto en 1950 como en 2014 fue una debacle.

Se dirá que esta es la versión femenina y es cierto, sin embargo, tampoco está exenta de ambigüedades. En los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, Brasil Femenina era favorita al oro o mínimo subir al pódium con una medalla al cuello. Fueron eliminadas por Suecia en las semifinales disputadas en el estadio Maracaná; las suecas las vencieron en la tanda de penales 4-3, después de haber empatado 0-0 en 120 minutos de juego. La localía no les alcanzó ni para la medalla de bronce, la cual perderían 2-0 contra Canadá.

La propuesta de Brasil contempla utilizar 10 estadios y la final se celebraría en el estadio Maracaná, un estadio del que también se podría decir que Brasil lo liberó de algunas maldiciones propias, al ganar allí la medalla de oro del fútbol masculino en esos mismos Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. El oro olímpico no lo habían alcanzado en el fútbol hasta ese momento.

No fue tampoco un logro fácil con empate en la final 1-1 contra Alemania en 120 minutos de juego, con el corazón entre los dientes de 78.000 espectadores, en su mayoría brasileños, se decantó en la tanda de penales para Brasil 5-4.

Si las predicciones se alinean el viernes con la votación y Brasil logra su anhelada sede para 2027, las jugadoras que lleguen a formar la selección para ese torneo, saben de antemano que lograr el título será la mínima exigencia. Exorcizar al Maracaná levantando por fin una Copa Mundial para Brasil con su gente y en su campo, es parte relevante del legado que aspiran deje el torneo femenino 2027.