La enésima última bala de Lando Norris
- 17/10/2024 16:03
- 17/10/2024 15:57
A falta de seis circuitos para que termine el año, Verstappen lidera la clasificación con 52 puntos más que Lando Norris Veintiséis días después del último Gran Premio, la Formula Uno vuelve a la acción de la mano del GP de Estados Unidos y otorga al británico Lando Norris y a su equipo, McLaren, la -enésima- última bala para acechar al neerlandés Max Verstappen (Red Bull), a cuya escudería ya han arrebatado el liderato del Mundial de Constructores.
A falta de seis circuitos para que termine el año, Verstappen lidera la clasificación con 52 puntos más que Lando Norris, con 279, que, aunque acumula dos triunfos en las cuatro últimas carreras, no ha logrado reducir en demasía la ventaja del triple campeón del mundo, que ha minimizado daños, y también riesgos, y ha extraído el máximo del monoplaza austríaco.
No obstante, este trazado de Las Américas, que cuenta con 5.513 metros y al que se le darán 56 vueltas el domingo para completar los 308.405 km, dará la oportunidad a Norris de ganar hasta 33 puntos -34 si además completa la vuelta rápida- puesto que más allá de la carrera dominical, habrá una carrera al esprint el sábado que reducirá a un sólo entrenamiento libre el fin de semana.
El dominio de McLaren, con un increíble progreso durante la temporada, no se ha visto traducido en esta segunda mitad del año en una persecución voraz sobre Verstappen, que a pesar de llevar ocho grandes premios sin lograr la victoria -algo totalmente inédito en el último lustro- ha sabido mantener la distancia.
De hecho, si el neerlandés fuera segundo en los seis grandes premios que restan y Norris terminara campeón de todos ellos, Verstappen se embolsaría su cuarto Mundial de Pilotos, por lo que McLaren necesita ahora la ayuda del australiano Óscar Piastri, que, ahora sí, sabe que las órdenes de equipo pasan por primar a Norris en contra de su rendimiento individual.
Por eso mismo, McLaren tiene la oportunidad de volcarse en Austin (Texas, EEUU) para seguir reduciendo la ventaja respecto a Verstappen y, de paso, aumentar los 31 puntos de diferencia entre el equipo austríaco (475 puntos) y el británico (516) en el Mundial de constructores.
Sin embargo, para ello necesita de un gran Oscar Piastri, al que ya no le vale con ser tercero, sino que debe intentar superar tanto a Verstappen como al monegasco Charles Leclerc (Ferrari).
Sainz, Alonso, Pérez y Colapinto, a no pasar desapercibidos
Detener a Piastri es el objetivo, además de Red Bull, del español Carlos Sainz (Ferrari). Preparado para sus seis últimas carreras en Ferrari, una escudería en la que ha pasado los últimos cuatro años en los que ha competido de tú a tú con Leclerc, el madrileño sigue quinto en el Mundial, con 190 puntos, y aunque tiene al ‘heredero’ de su monoplaza por detrás, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), con 174, ansía con despojar de la cuarta posición a un Piastri en ascenso y que suma 237 puntos.
No obstante, estas últimas carreras no significan sólo una despedida para Sainz, sino una reivindicación ante Williams del piloto que llegará el próximo año a la escudería británica para olvidar cualquier duda que haya podido sembrar el grandísimo rendimiento del argentino Franco Colapinto (Williams), un soplo de aire fresco a la zona media de la parrilla.
Su desparpajo ante las cámaras ha sido el mismo que ha irradiado sobre el asfalto y prueba de ello es la octava posición cosechada en Baku, su segundo Gran Premio en la Fórmula Uno, su duodécima posición en su debut o el undécimo puesto en Singapur hace ahora casi un mes.
No pasar desapercibido. Eso es lo que está consiguiendo Colapinto y, de alguna manera, es el mismo reto con el que cuenta el mexicano ‘Checo’ Pérez. Octavo en el Mundial de pilotos, la última plaza reservada para los cuatro equipos que dominan el Mundial, el mexicano necesita sumar puntos y hacer buenos papeles tanto en este circuito como el próximo fin de semana en México.
Si no, la clasificación amenaza con dejarlo ‘in media res’ entre la zona media de la parrilla y la zona alta, pues los Mercedes, que ya le han pasado en la clasificación, aspiran a pelear por Sainz o Piastri, pero no a quedarse rezagados durante las últimas carreras del año.
Así, reengancharse a los siete primeros crearía una gran diferencia con la zona media-baja de la parrilla, esa que domina asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) con 62 puntos, a más de ochenta de Pérez pero más que doblando los 24 puntos del alemán Nico Hulkenberg (Haas).
Preocupado más por el coche de 2025 y no tanto por el rendimiento de su Aston Martin este año, ya sin opciones de victoria, Alonso se centra en seguir siendo el primero de los otros doce, dejando a Mercedes, McLaren, Red Bull y Ferrari, inalcanzables todos ellos, en sus guerras para intentar sellar esa novena plaza en la tabla clasificatoria.
Por tanto, su reto es, como el de toda la zona media-baja de la parrilla, no pasar desapercibido en una carrera que puede ayudar a decidir el campeonato para Verstappen o propiciar una reducción de puntos para Norris, que si quiere acechar a Verstappen no sólo necesita ayuda de su compañero, sino también ser sólido durante todo el fin de semana.
Veintiséis días después del último Gran Premio, la Formula Uno vuelve a la acción de la mano del GP de Estados Unidos y otorga al británico Lando Norris y a su equipo, McLaren, la -enésima- última bala para acechar al neerlandés Max Verstappen (Red Bull), a cuya escudería ya han arrebatado el liderato del Mundial de Constructores.
A falta de seis circuitos para que termine el año, Verstappen lidera la clasificación con 52 puntos más que Lando Norris, con 279, que, aunque acumula dos triunfos en las cuatro últimas carreras, no ha logrado reducir en demasía la ventaja del triple campeón del mundo, que ha minimizado daños, y también riesgos, y ha extraído el máximo del monoplaza austríaco.
No obstante, este trazado de Las Américas, que cuenta con 5.513 metros y al que se le darán 56 vueltas el domingo para completar los 308.405 km, dará la oportunidad a Norris de ganar hasta 33 puntos -34 si además completa la vuelta rápida- puesto que más allá de la carrera dominical, habrá una carrera al esprint el sábado que reducirá a un sólo entrenamiento libre el fin de semana.
El dominio de McLaren, con un increíble progreso durante la temporada, no se ha visto traducido en esta segunda mitad del año en una persecución voraz sobre Verstappen, que a pesar de llevar ocho grandes premios sin lograr la victoria -algo totalmente inédito en el último lustro- ha sabido mantener la distancia.
De hecho, si el neerlandés fuera segundo en los seis grandes premios que restan y Norris terminara campeón de todos ellos, Verstappen se embolsaría su cuarto Mundial de Pilotos, por lo que McLaren necesita ahora la ayuda del australiano Óscar Piastri, que, ahora sí, sabe que las órdenes de equipo pasan por primar a Norris en contra de su rendimiento individual.
Por eso mismo, McLaren tiene la oportunidad de volcarse en Austin (Texas, EEUU) para seguir reduciendo la ventaja respecto a Verstappen y, de paso, aumentar los 31 puntos de diferencia entre el equipo austríaco (475 puntos) y el británico (516) en el Mundial de constructores.
Sin embargo, para ello necesita de un gran Oscar Piastri, al que ya no le vale con ser tercero, sino que debe intentar superar tanto a Verstappen como al monegasco Charles Leclerc (Ferrari).
Sainz, Alonso, Pérez y Colapinto, a no pasar desapercibidos
Detener a Piastri es el objetivo, además de Red Bull, del español Carlos Sainz (Ferrari). Preparado para sus seis últimas carreras en Ferrari, una escudería en la que ha pasado los últimos cuatro años en los que ha competido de tú a tú con Leclerc, el madrileño sigue quinto en el Mundial, con 190 puntos, y aunque tiene al ‘heredero’ de su monoplaza por detrás, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), con 174, ansía con despojar de la cuarta posición a un Piastri en ascenso y que suma 237 puntos.
No obstante, estas últimas carreras no significan sólo una despedida para Sainz, sino una reivindicación ante Williams del piloto que llegará el próximo año a la escudería británica para olvidar cualquier duda que haya podido sembrar el grandísimo rendimiento del argentino Franco Colapinto (Williams), un soplo de aire fresco a la zona media de la parrilla.
Su desparpajo ante las cámaras ha sido el mismo que ha irradiado sobre el asfalto y prueba de ello es la octava posición cosechada en Baku, su segundo Gran Premio en la Fórmula Uno, su duodécima posición en su debut o el undécimo puesto en Singapur hace ahora casi un mes.
No pasar desapercibido. Eso es lo que está consiguiendo Colapinto y, de alguna manera, es el mismo reto con el que cuenta el mexicano ‘Checo’ Pérez. Octavo en el Mundial de pilotos, la última plaza reservada para los cuatro equipos que dominan el Mundial, el mexicano necesita sumar puntos y hacer buenos papeles tanto en este circuito como el próximo fin de semana en México.
Si no, la clasificación amenaza con dejarlo ‘in media res’ entre la zona media de la parrilla y la zona alta, pues los Mercedes, que ya le han pasado en la clasificación, aspiran a pelear por Sainz o Piastri, pero no a quedarse rezagados durante las últimas carreras del año.
Así, reengancharse a los siete primeros crearía una gran diferencia con la zona media-baja de la parrilla, esa que domina asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) con 62 puntos, a más de ochenta de Pérez pero más que doblando los 24 puntos del alemán Nico Hulkenberg (Haas).
Preocupado más por el coche de 2025 y no tanto por el rendimiento de su Aston Martin este año, ya sin opciones de victoria, Alonso se centra en seguir siendo el primero de los otros doce, dejando a Mercedes, McLaren, Red Bull y Ferrari, inalcanzables todos ellos, en sus guerras para intentar sellar esa novena plaza en la tabla clasificatoria.
Por tanto, su reto es, como el de toda la zona media-baja de la parrilla, no pasar desapercibido en una carrera que puede ayudar a decidir el campeonato para Verstappen o propiciar una reducción de puntos para Norris, que si quiere acechar a Verstappen no sólo necesita ayuda de su compañero, sino también ser sólido durante todo el fin de semana.