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Exceso de optimismo, un riesgo para avanzar a la instancia final

La Selección de Panamá de Thomas Christiansen bien se podría calificar que es un equipo de autor. @fepafut
‘Cascarita’ Tapia es cargado en hombros al concluir el primer partido eliminatorio de Panamá que venció a Costa Rica 3-2, el 4 de abril de 1976. Tapia anotó el primer gol en una eliminatoria. Archivo | La Estrella de Panamá
Guyana ha venido preparándose para la eliminatoria. El último registro ante Panamá fue en la Copa Oro 2019, con victoria panameña 4-2. @OfficialGFFInc
Actualizado
  • 05/06/2024 00:00
Creado
  • 04/06/2024 20:21

La Selección inicia la eliminatoria para el mundial 2026 respaldada en un proceso con buenos resultados, no debe exceder su valor restándole dificultades al camino y a los rivales de turno

La Selección Mayor Masculina abre este jueves 6 de junio ante Guyana su decimotercera participación en una eliminatoria para la Copa Mundo rodeada, como en ninguna otra de las doce ocasiones que le antecedieron, de una amplia confianza entre la afición que da por descontado que se clasificará al torneo más importante de selecciones nacionales.

Una percepción en cuya ‘certeza’ se apoya por el rendimiento alcanzado desde la eliminatoria anterior hasta este presente futbolístico. Un recorrido en el que el conjunto panameño sustentó su crecimiento en Centroamérica con haber alcanzado dos semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf, una final de la Copa Oro y la clasificación a la próxima Copa América 2024.

Un nivel competitivo que la ha llevado a lucir el perfil adecuado, para que se le considere una selección atractiva al programar partidos amistosos internacionales. ¿Qué otros elementos refuerzan las aspiraciones de estar presentes en el torneo de 2026? Veamos cinco argumentos adicionales.

1. Los grandes ya no están. El primer elemento que impacta favorablemente es el hecho de que, al disputarse el Mundial en México, Estados Unidos y Canadá, de partida salen los tres países de la competición por los cupos clasificatorios; particularmente significativo en lo que respecta a México y Estados Unidos quienes han sido las selecciones con mayor presencia mundialista, 18 y 12 veces, respectivamente. Canadá tuvo su segunda participación en la Copa Mundo 2022 después de 36 años ausente.

2. La ampliación de cupos. El de 2026 se disputará con el formato más ampliado que se haya concebido: 48 selecciones. Esto ha permitido a la FIFA mantenerle a la Concacaf los tres cupos directos que venía otorgándole y además ampliarle de 1 a 2 las opciones para acceder a través del repechaje. Ello redunda en ampliar el abanico al asegurarle a la región contar con 6 de sus selecciones en el certamen, al sumarle los tres países anfitriones del campeonato; una cifra que podría crecer a 8 si salen avanti los dos del repechaje.

3. La mirada en el retrovisor. La primera eliminatoria que disputó Panamá fue para Argentina 1978, se concedía un cupo a la Concacaf que lo obtuvo México. En el mundial participaban 16 equipos. En aquel clasificatorio, el entrenador de la selección fue el técnico chileno Luis Renato Panay, quien aportó el conocimiento adquirido como exjugador y entrenador en el fútbol sudamericano. Era un momento en que el boxeo, el béisbol, la hípica y el baloncesto marcaban época por sus logros y preferencia, sin embargo, la riqueza del país para producir deportistas de calado no excluía al fútbol nacional.

En su primer partido, el 4 de abril de 1976, la selección enfrentó a Costa Rica venciéndola 3-2, con una actuación brillante de Luis Ernesto ‘Cascarita’ Tapia, quien anotó el primer gol en las eliminatorias. Luego empataría frente a El Salvador 1-1 y en los siguientes compromisos, problemas dirigenciales y económicos darían al traste con sus posibilidades. Hoy la federación proyecta un entorno con estabilidad, recursos y planificación, que fue posible concebir, en parte, tras el éxito de participar en el mundial de 2018.

4. No será un paso inédito. Clasificar al máximo evento del fútbol suele ser un objetivo permanente para aquellas selecciones de países donde el fútbol ocupa un lugar privilegiado entre los deportes y en su economía. Es una aspiración en aquellos que no consiguen con continuidad hacerlo, y un anhelo para los que nunca lo han alcanzado.

Panamá ya lo consiguió; Rusia 2018 marca una línea divisoria entre el antes y el después. Tal vez una segunda clasificación al mundial no tenga en el país el impacto y los ribetes de “hecho extraordinario” que alcanzó la noche del 10 de octubre de 2017, pero se sigue esperando repetirla con expectativa e ilusión.

Así que para la mayoría de los jugadores integrantes del plantel que no formaron parte de aquel equipo y para quienes estuvieron, lograr la clasificación no es una cumbre imposible de coronar; está probado que es alcanzable y no fue un hecho lejano. Ello debería redundar en restarle algo de la ansiedad y la presión que se siente en la primera vez.

5. Un relevo de elogiar. A diferencia de Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez que gestionó con acierto el cierre de la madurez de una generación de futbolistas, que le había dejado preparada Julio Dely Valdés, clasificándoles, a Thomas Christiansen le correspondió la ingente tarea de darle paso al relevo generacional.

Liderando un cuerpo técnico que aportó conceptos tácticos nuevos y metodología europea, Christiansen moldeó un conjunto que olfateó la clasificación a Qatar 2022, quedando rezagado por un estrecho margen; una brecha que pudieron haber cerrado en el partido de visita en Costa Rica, el cual tuvieron al alcance y perdieron 1-0. Su continuidad al mando de la Selección se impuso como una decisión lógica.

Hoy el reconocimiento de las cualidades del equipo y del cuerpo técnico llega, como se mencionaba al inicio, a dar por sentado el alcance de la clasificación en cuyo trámite el calendario de 2024 incluye el partido de apertura ante Guyana, de este jueves, y el del domingo frente a Monserrat. El grupo D donde figura Panamá, lo integran también Belice y Nicaragua; esta fase eliminatoria, denominada segunda ronda, seguirá desarrollándose con los encuentros pendientes durante 2025.

Son en total seis grupos, en los cuales clasifican los dos primeros, para un total de 12 selecciones, quienes en la tercera y última ronda de 2025 se dividirán en 3 grupos de 4 equipos; los primeros de cada grupo clasifican directo al mundial y los dos mejores segundos disputarán la opción del repechaje.

Consciente de que el positivismo irradiado por la afición conlleva una carga que se puede transformar en una trampa al transmitir a lo interno que es un tramo fácil y hacia los rivales un mensaje de menosprecio, Christiansen salió al paso recalcando: “A ver, mucha gente habla de la Copa América (20 de junio) porque es un torneo grande que tiene mucho interés, pero para nosotros los dos partidos que tenemos el día 6 y 9 de junio de eliminatorias para el Mundial es lo más importante ahora mismo, allí no podemos fallar”.

El mensaje debería calar hondo, pues lo andado será un mero registro estadístico si no conduce a la segunda clasificación de Panamá a un mundial. Christiansen tiene un plantel que en esta segunda parte del proceso bien se podría calificar que ya es un equipo de autor: al gusto de su paladar y con los jugadores panameños mejor calificados rindiéndole. Sumado a las posibilidades de cupos que ofrece esta eliminatoria, sería injustificable no alcanzar un cupo directo o una opción de repechaje.

Tal vez este proceso de Thomas Christiansen y de Fepafut, que partió en 2020 distanciado de Román Torres –referente de una generación y emblema de la primera clasificación mundialista, cercano entonces a su retiro y hoy un exjugador–, debería limar esta arista para sumar más unidad. Por encima de las diferencias y de quién tuvo la responsabilidad de haber extraviado la llave para abrir la puerta, ceder ambos con un acercamiento sería un gesto de unidad que apreciaría la afición panameña.

En camino hacia el mundial México/Estados Unidos/Canadá 2026 que emprende la Selección, le beneficiaría el acompañamiento afectuoso de quien fuera su capitán durante años y el mayor referente del fútbol panameño en Estados Unidos al haber conquistado con el Sounders FC dos campeonatos de la MLS (2016 y 2019).

Mañana en el Rommel Fernández frente a Guyana, arropada por una afición entusiasmada, la Selección llega con el crédito suficiente en la tarjeta de peaje para reafirmar sus aspiraciones ante el primer obstáculo, a no ser que se olvide de la seriedad, la entrega y el profesionalismo con el que encaró los desafíos anteriores; de lo contrario, entonces como diría la célebre Mafalda, “¡sonamos,muchachos!”.