Estados Unidos y Canadá apuestan por mostrar avances ante Panamá
- 09/10/2024 00:00
- 08/10/2024 18:37
Necesitados de que se avive el entusiasmo por el mundial del que serán coanfitriones, a estadounidenses y canadienses les urge presentar progresos en su gestión deportiva Las selecciones de Estados Unidos y Canadá aguardan ansiosas sus partidos amistosos con Panamá, expectantes en que la buena presentación que intuyen, les va a aportar una dosis de confianza con sus aficiones al percibirles que están encarriladas en el trayecto correcto que les debe conducir al mundial 2026 con opciones de alcanzar los objetivos trazados.
Sobre todo los estadounidenses, urgen de un acto de fe para despegarse del momento gris que atraviesan tras una deplorable Copa América; en esa búsqueda estrenan en la dirección técnica con bombos y platillos al argentino Mauricio Pochettino ante Panamá, este sábado 12 de octubre en el Q2 Stadium, Austin, Texas. Un encuentro que han promocionado como el Partido de la Herencia Hispana.
Mientras que para Canadá, conducida por Jesse Marsch, que recibirá a los panameños el próximo martes 15 de octubre en el BMO Field de Toronto, la búsqueda está en reforzar su presente dándole continuidad al sello personal mostrado en la Copa América, que le imprimió al equipo la mano del técnico estadounidense.
Para los panameños, el enfoque de estos encuentros está direccionado a la preparación hacia los compromisos oficiales de los cuartos de final de la Liga de Naciones Concacaf 2024-25, que deben asumir en noviembre 11 y 19, compromisos que también atañen a estadounidenses y canadienses, aunque a estos últimos su rendimiento se les confronta de cara al mundial por estar clasificados, ser coanfitriones y a tan solo 20 meses del arranque de la Copa Mundo.
Thomas Christiansen, el timonel panameño, arriba a territorio norteamericano con un equipo que conoce y que le ha rendido, sin ausencias que a primera vista pudieran mermarle rendimiento, con el aliciente del regreso de Fidel Escobar y Aníbal Godoy, piezas esenciales en su gestión, ausentes en la última convocatoria por lesiones; aunado al momento relevante por el que atraviesa Michael Murillo en la liga francesa.
¿Una USA diferente? El debut de Mauricio Pachettino tiene dos aspectos inéditos: será el primer entrenador argentino en dirigirla y a la vez la primera ocasión en que asume una selección nacional; su experiencia está cimentada en la conducción de clubes profesionales donde logró un visible reconocimiento en Europa. Los directivos de la USMNT le fueron a buscar allá; él también aspiraba al cargo como un nuevo reto.
Toda la prensa deportiva norteamericana está pendiente del arranque de su ciclo, se espera que no le serán muy exigente en este inicio, sin embargo, les tiene que dejar una valoración de mejoría en el juego con los canaleros. Esto pasa ahora principalmente por un resultado con una victoria que les haga sentir que la era Gregg Belhalter ha comenzado a quedar atrás.
La convocatoria de Pochettino para enfrentar a Panamá este sábado no luce novedades. El grueso del equipo ha formado parte del proceso anterior con Belhalter; se entiende por la necesidad obligatoria del conductor argentino de conocer a los jugadores, acercarles su propuesta futbolística y medir la respuesta individual al nuevo proyecto. En este sentido, Christiansen, el técnico panameño, tiene a favor el conocimiento directo de las cualidades de los jugadores estadounidenses que ha enfrentado de rivales en varias ocasiones.
Como lo fue anteriormente, Christian Pulisic es la piedra angular del nuevo proyecto; su calidad de juego, liderazgo y presente le hacen imprescindible. El capitán de la selección estadounidense, quien juega en AC Milan, se encuentra además en gran forma, viene de anotar el pasado domingo en la liga italiana ante la Fiorentina, su cuarto gol en los últimos cuatro partidos.
Es incluso el lanzador designado para cobrar los penales por el entrenador del Milan, Paolo Fonseca, quien mostró su disgusto porque sus compañeros en la cancha no le concedieran cobrar el domingo ninguno de los tres penales que tuvieron a favor y que el portero rival les detuvo; perdieron al final el partido 2-1 contra la Fiorentina. Así que si hay un penal a favor de los gringos, Pulisic debería ser el ejecutante.
Para el ataque contra Panamá, Pochettino no contará con el delantero Folarin Balogun, quien anotó el gol de la victoria 2-1 del Mónaco sobre el Rennes en la Ligue 1 de Francia, el domingo; su tercer gol en los últimos tres partidos. Se lesionó en un pasaje de este partido. Bologun junto a Gio Reyna, igualmente lesionado, son las dos ausencias trascendentes del plantel. Aunque a favor le llegan ofensivamente entonados desde el fútbol inglés Josh Sargent, que viene de convertir en la victoria del Norwich City, y Haji Wright quien goleó con el Coventry City.
Panamá será la encargada de darle el bautizo a Pochettino. Le ha tocado un partido con sed de revancha, con la herida aún abierta por el 2-1 de la victoria en la Copa América hace tres meses, que siente la obligación de cerrarla. Entre los retos panameños estará el de impedir que no se la cobren o que no la salden escandalosamente.
La Canadá de Marsch Jesse Marsch fue asistente de Bob Bradley durante su época en la Selección de Estados Unidos, su país. Dirigió al Montreal Impact, tuvo un paso exitoso como entrenador en la MLS con New York Red Bulls, condujo en Austria al RB Salzburgo; fue asistente y entrenador en el fútbol alemán con RB Leipzig y en Inglaterra al Leeds United. Con esos pergaminos aspiraba que se le tuviera en cuenta para dirigir a los estadounidenses, pero no le dieron la oportunidad.
Desde el 13 de mayo de este año le nombraron entrenador de Canadá; en las toldas canadienses ya dejó constancia de sus capacidades al conducirlos hasta las semifinales de la pasada Copa América. Fueron protagonistas, ocuparon el cuarto puesto, siendo la mejor representación de la Concacaf en este torneo continental. En semifinales perdieron con Argentina, que sería la campeona del torneo, los campeones mundiales les derrotaron; los únicos en derrotarles en el tiempo de juego (en dos partidos, el de la inauguración y en las semifinales).
Marsch ha venido trabajando con el grupo de jugadores conformado por quienes habitualmente integran la selección de la hoja de maple, cuya figura principal es Alphonso Davies, mostrándose enfático en que buscará ampliarlo incorporando jugadores más jóvenes; sorprendió ahora al sumar en la convocatoria para el juego con Panamá a tres jóvenes jugadores Sub-20: Kwasi Poku, Santiago López y Jamie Knight-Lebel.
Knight-Lebel es un defensa central, mientras López y Poku son delanteros. López tiene tanto la nacionalidad mexicana como la canadiense y su momento más llamativo ocurrió en julio durante el campeonato Sub-20 de la Concacaf, al anotar con Canadá tres goles en cuatro partidos durante el torneo.
A Poku, de mantener el nivel, le presagian posibilidades de meterse en la nómina para el mundial; se inició como mediocampista izquierdo y se ha transformado en un efectivo delantero 9. Fue uno de los fichajes más caros de la Liga Premier canadiense registrados esta temporada.
Veremos si Marsch se atreve a abrir de entrada con alguno de ellos en la alineación; de lo que sí parece seguro es que se plantará desafiando a los panameños con presión alta y un ritmo asfixiante para quebrarles la resistencia en el inicio. Nada nuevo para Panamá; la clave estará en si logra sacudirse de ello para mostrar ante estadounidense y canadienses, las virtudes que le han posicionado como la mejor selección de Centroamérica.
Las selecciones de Estados Unidos y Canadá aguardan ansiosas sus partidos amistosos con Panamá, expectantes en que la buena presentación que intuyen, les va a aportar una dosis de confianza con sus aficiones al percibirles que están encarriladas en el trayecto correcto que les debe conducir al mundial 2026 con opciones de alcanzar los objetivos trazados.
Sobre todo los estadounidenses, urgen de un acto de fe para despegarse del momento gris que atraviesan tras una deplorable Copa América; en esa búsqueda estrenan en la dirección técnica con bombos y platillos al argentino Mauricio Pochettino ante Panamá, este sábado 12 de octubre en el Q2 Stadium, Austin, Texas. Un encuentro que han promocionado como el Partido de la Herencia Hispana.
Mientras que para Canadá, conducida por Jesse Marsch, que recibirá a los panameños el próximo martes 15 de octubre en el BMO Field de Toronto, la búsqueda está en reforzar su presente dándole continuidad al sello personal mostrado en la Copa América, que le imprimió al equipo la mano del técnico estadounidense.
Para los panameños, el enfoque de estos encuentros está direccionado a la preparación hacia los compromisos oficiales de los cuartos de final de la Liga de Naciones Concacaf 2024-25, que deben asumir en noviembre 11 y 19, compromisos que también atañen a estadounidenses y canadienses, aunque a estos últimos su rendimiento se les confronta de cara al mundial por estar clasificados, ser coanfitriones y a tan solo 20 meses del arranque de la Copa Mundo.
Thomas Christiansen, el timonel panameño, arriba a territorio norteamericano con un equipo que conoce y que le ha rendido, sin ausencias que a primera vista pudieran mermarle rendimiento, con el aliciente del regreso de Fidel Escobar y Aníbal Godoy, piezas esenciales en su gestión, ausentes en la última convocatoria por lesiones; aunado al momento relevante por el que atraviesa Michael Murillo en la liga francesa.
El debut de Mauricio Pachettino tiene dos aspectos inéditos: será el primer entrenador argentino en dirigirla y a la vez la primera ocasión en que asume una selección nacional; su experiencia está cimentada en la conducción de clubes profesionales donde logró un visible reconocimiento en Europa. Los directivos de la USMNT le fueron a buscar allá; él también aspiraba al cargo como un nuevo reto.
Toda la prensa deportiva norteamericana está pendiente del arranque de su ciclo, se espera que no le serán muy exigente en este inicio, sin embargo, les tiene que dejar una valoración de mejoría en el juego con los canaleros. Esto pasa ahora principalmente por un resultado con una victoria que les haga sentir que la era Gregg Belhalter ha comenzado a quedar atrás.
La convocatoria de Pochettino para enfrentar a Panamá este sábado no luce novedades. El grueso del equipo ha formado parte del proceso anterior con Belhalter; se entiende por la necesidad obligatoria del conductor argentino de conocer a los jugadores, acercarles su propuesta futbolística y medir la respuesta individual al nuevo proyecto. En este sentido, Christiansen, el técnico panameño, tiene a favor el conocimiento directo de las cualidades de los jugadores estadounidenses que ha enfrentado de rivales en varias ocasiones.
Como lo fue anteriormente, Christian Pulisic es la piedra angular del nuevo proyecto; su calidad de juego, liderazgo y presente le hacen imprescindible. El capitán de la selección estadounidense, quien juega en AC Milan, se encuentra además en gran forma, viene de anotar el pasado domingo en la liga italiana ante la Fiorentina, su cuarto gol en los últimos cuatro partidos.
Es incluso el lanzador designado para cobrar los penales por el entrenador del Milan, Paolo Fonseca, quien mostró su disgusto porque sus compañeros en la cancha no le concedieran cobrar el domingo ninguno de los tres penales que tuvieron a favor y que el portero rival les detuvo; perdieron al final el partido 2-1 contra la Fiorentina. Así que si hay un penal a favor de los gringos, Pulisic debería ser el ejecutante.
Para el ataque contra Panamá, Pochettino no contará con el delantero Folarin Balogun, quien anotó el gol de la victoria 2-1 del Mónaco sobre el Rennes en la Ligue 1 de Francia, el domingo; su tercer gol en los últimos tres partidos. Se lesionó en un pasaje de este partido. Bologun junto a Gio Reyna, igualmente lesionado, son las dos ausencias trascendentes del plantel. Aunque a favor le llegan ofensivamente entonados desde el fútbol inglés Josh Sargent, que viene de convertir en la victoria del Norwich City, y Haji Wright quien goleó con el Coventry City.
Panamá será la encargada de darle el bautizo a Pochettino. Le ha tocado un partido con sed de revancha, con la herida aún abierta por el 2-1 de la victoria en la Copa América hace tres meses, que siente la obligación de cerrarla. Entre los retos panameños estará el de impedir que no se la cobren o que no la salden escandalosamente.
Jesse Marsch fue asistente de Bob Bradley durante su época en la Selección de Estados Unidos, su país. Dirigió al Montreal Impact, tuvo un paso exitoso como entrenador en la MLS con New York Red Bulls, condujo en Austria al RB Salzburgo; fue asistente y entrenador en el fútbol alemán con RB Leipzig y en Inglaterra al Leeds United. Con esos pergaminos aspiraba que se le tuviera en cuenta para dirigir a los estadounidenses, pero no le dieron la oportunidad.
Desde el 13 de mayo de este año le nombraron entrenador de Canadá; en las toldas canadienses ya dejó constancia de sus capacidades al conducirlos hasta las semifinales de la pasada Copa América. Fueron protagonistas, ocuparon el cuarto puesto, siendo la mejor representación de la Concacaf en este torneo continental. En semifinales perdieron con Argentina, que sería la campeona del torneo, los campeones mundiales les derrotaron; los únicos en derrotarles en el tiempo de juego (en dos partidos, el de la inauguración y en las semifinales).
Marsch ha venido trabajando con el grupo de jugadores conformado por quienes habitualmente integran la selección de la hoja de maple, cuya figura principal es Alphonso Davies, mostrándose enfático en que buscará ampliarlo incorporando jugadores más jóvenes; sorprendió ahora al sumar en la convocatoria para el juego con Panamá a tres jóvenes jugadores Sub-20: Kwasi Poku, Santiago López y Jamie Knight-Lebel.
Knight-Lebel es un defensa central, mientras López y Poku son delanteros. López tiene tanto la nacionalidad mexicana como la canadiense y su momento más llamativo ocurrió en julio durante el campeonato Sub-20 de la Concacaf, al anotar con Canadá tres goles en cuatro partidos durante el torneo.
A Poku, de mantener el nivel, le presagian posibilidades de meterse en la nómina para el mundial; se inició como mediocampista izquierdo y se ha transformado en un efectivo delantero 9. Fue uno de los fichajes más caros de la Liga Premier canadiense registrados esta temporada.
Veremos si Marsch se atreve a abrir de entrada con alguno de ellos en la alineación; de lo que sí parece seguro es que se plantará desafiando a los panameños con presión alta y un ritmo asfixiante para quebrarles la resistencia en el inicio. Nada nuevo para Panamá; la clave estará en si logra sacudirse de ello para mostrar ante estadounidense y canadienses, las virtudes que le han posicionado como la mejor selección de Centroamérica.