El sueño de jugar fútbol profesional
- 06/12/2024 00:00
- 05/12/2024 18:31
Jóvenes de Panamá y Ecuador experimentaron por cuatro días el fútbol argentino, conocieron un poco de la historia de este deporte del país suramericano y se entrenaron con el club San Lorenzo de Almagro En plena primavera de Argentina, 16 jóvenes de Panamá y Ecuador llegan al país suramericano con la redonda ilusión de jugar al fútbol profesional. Por cuatro días experimentaron uno de los mejores escenarios del fútbol del continente, conocieron un poco de historia del fútbol argentino y se pusieron la camiseta de uno de los emblemáticos equipos: El San Lorenzo de Almagro.
Todo empezó con un anuncio que escucharon o recibieron en sus cuentas de Instagran en la que el San Lorenzo realizaba una veeduría que los llevaría a Argentina. Algunos viajaron solos, otros acompañados de sus padres.
La mayoría se conoció allá, en la calle Corrientes, microcentro de Buenos Aires, donde queda el hotel en el que se concentraron desde el sábado 26 de octubre. El día siguiente, domingo 27, la primera experiencia del grupo fue conocer el museo del Club River Plate y el mítico estadio Monumental, después de un rico asado argentino.
En el museo puedes sentir y vivir el fervor de los hinchas. A través de un video sensorial, los jóvenes experimentan la euforia que produce ver al equipo anotar un gol y las frustraciones de errar uno, al mismo tiempo que explican la historia del club y como el sentimiento de pertenencia se transmite de generación en generación.
Por un pasillo oscuro recorres la historia del club desde sus inicios, en 1904, que es acompañado con datos históricos de la vida política y cultural de Argentina. El recorrido termina con la entrada a una de las gradas del estadio Monumental, una experiencia que para los amantes del fútbol es indescriptible.
Luego de las primeras horas de paseo, llega el momento que los jóvenes esperan y para el cual pagaron un poco más de mil dólares, sin incluir el costo del boleto, y viajaron siete horas desde Panamá, en un vuelo directo de Copa. Todo, para ponerse una réplica de la camiseta del San Lorenzo para entrar a una de las canchas que conforman el complejo deportivo del club. Pero antes, pasaron por una revisión médica.
Bajo un sol picante y una temperatura de mas o menos 20 grados centígrados, los 16 jóvenes ecuatorianos y panameños se enfrentan, después de hacer el habitual calentamiento, a un combinado de juveniles del club que, como todos los días, acuden al entrenamiento.
Con la atenta mirada de dos técnicos del club, el grupo de jóvenes, que jugaban juntos por primera vez, mostraron sus cualidades futbolísticas. La práctica termina y regresan al hotel para continuar con la visita al museo del Club Boca Juniors, ubicado en el estadio de la Bombonera en el barrio de la Boca. Allí, los jóvenes conocieron más del fútbol argentino y pasearon por el famoso Caminito, un pintoresco callejón que se mueve al ritmo de pequeños comercios estilo artesanal y del tango.
Museo, fútbol y estadios, parece que lo has visto todo, pero si no vas a un partido de primera división algo queda faltando en la historia. En una noche de lunes, con temperatura baja, el Huracán enfrentó a Central Córdoba y allá fue el grupo de jóvenes para observar por 90 minutos el fútbol argentino y sentir la euforia de los hinchas, aunque se quedaron esperando el gol.
El segundo y último día de entrenamiento con el San Lorenzo, los 16 jóvenes volvieron a la cancha para jugar y, a diferencia del primer día, fueron mezclados con los juveniles del club para armar los dos equipos. El entrenamiento duro casi tres horas y la estadía en el San Lorenzo terminó con una visita al estadio Pedro Bidegain, la sede del club. Allí, como en cada sitio a los que fueron, los jóvenes se tomaron la foto para el recuerdo.
La gira en Buenos Aires continuaba. y después del último entrenamiento, la experiencia los llevó a conocer más estadios y más sobre la historia del balompié argentino y una de las leyendas del fútbol mundial, Diego Armando Maradona. Si aún duda que existe una iglesia del 10, en la que las personas acuden a rezar y llevar ofrenda, créalo, existe y está en el estadio que lleva su nombre, que es la sede del Argentinos Juniors, de donde salió el fallecido astro suramericano y otras grandes figuras del fútbol argentino.
El Templo del Fútbol es el nombre del museo en el que muestran la historia del club y en el que las personas acuden a llevar desde las cosas menos pensables, como cigarrillos, hasta prendas deportivas. Así es el amor por el fútbol y por Maradona.
Pero hay más: si deseas conocer la primera casa que se compró con el primer contrato en el Argentino Juniors, esta queda a pocas cuadras. La vivienda fue convertida en un museo y tiene rincones como la habitación de Maradona, donde el tiempo parece no haber transcurrido.
Sin duda, el sueño de muchos jóvenes es ir a Argentina, entrenarse con un club de primer división y conocer los sitios más emblemáticos del fútbol argentino.
Al final, de los 16 jugadores que hicieron la gira, el club San Lorenzo eligió a uno, un panameño. Los demás recibieron un certificado de participación que seguramente enmarcarán y colgarán en un sitio especial de su recámara para el recuerdo eterno de una gira maravillosa.
En plena primavera de Argentina, 16 jóvenes de Panamá y Ecuador llegan al país suramericano con la redonda ilusión de jugar al fútbol profesional. Por cuatro días experimentaron uno de los mejores escenarios del fútbol del continente, conocieron un poco de historia del fútbol argentino y se pusieron la camiseta de uno de los emblemáticos equipos: El San Lorenzo de Almagro.
Todo empezó con un anuncio que escucharon o recibieron en sus cuentas de Instagran en la que el San Lorenzo realizaba una veeduría que los llevaría a Argentina. Algunos viajaron solos, otros acompañados de sus padres.
La mayoría se conoció allá, en la calle Corrientes, microcentro de Buenos Aires, donde queda el hotel en el que se concentraron desde el sábado 26 de octubre. El día siguiente, domingo 27, la primera experiencia del grupo fue conocer el museo del Club River Plate y el mítico estadio Monumental, después de un rico asado argentino.
En el museo puedes sentir y vivir el fervor de los hinchas. A través de un video sensorial, los jóvenes experimentan la euforia que produce ver al equipo anotar un gol y las frustraciones de errar uno, al mismo tiempo que explican la historia del club y como el sentimiento de pertenencia se transmite de generación en generación.
Por un pasillo oscuro recorres la historia del club desde sus inicios, en 1904, que es acompañado con datos históricos de la vida política y cultural de Argentina. El recorrido termina con la entrada a una de las gradas del estadio Monumental, una experiencia que para los amantes del fútbol es indescriptible.
Luego de las primeras horas de paseo, llega el momento que los jóvenes esperan y para el cual pagaron un poco más de mil dólares, sin incluir el costo del boleto, y viajaron siete horas desde Panamá, en un vuelo directo de Copa. Todo, para ponerse una réplica de la camiseta del San Lorenzo para entrar a una de las canchas que conforman el complejo deportivo del club. Pero antes, pasaron por una revisión médica.
Bajo un sol picante y una temperatura de mas o menos 20 grados centígrados, los 16 jóvenes ecuatorianos y panameños se enfrentan, después de hacer el habitual calentamiento, a un combinado de juveniles del club que, como todos los días, acuden al entrenamiento.
Con la atenta mirada de dos técnicos del club, el grupo de jóvenes, que jugaban juntos por primera vez, mostraron sus cualidades futbolísticas. La práctica termina y regresan al hotel para continuar con la visita al museo del Club Boca Juniors, ubicado en el estadio de la Bombonera en el barrio de la Boca. Allí, los jóvenes conocieron más del fútbol argentino y pasearon por el famoso Caminito, un pintoresco callejón que se mueve al ritmo de pequeños comercios estilo artesanal y del tango.
Museo, fútbol y estadios, parece que lo has visto todo, pero si no vas a un partido de primera división algo queda faltando en la historia. En una noche de lunes, con temperatura baja, el Huracán enfrentó a Central Córdoba y allá fue el grupo de jóvenes para observar por 90 minutos el fútbol argentino y sentir la euforia de los hinchas, aunque se quedaron esperando el gol.
El segundo y último día de entrenamiento con el San Lorenzo, los 16 jóvenes volvieron a la cancha para jugar y, a diferencia del primer día, fueron mezclados con los juveniles del club para armar los dos equipos. El entrenamiento duro casi tres horas y la estadía en el San Lorenzo terminó con una visita al estadio Pedro Bidegain, la sede del club. Allí, como en cada sitio a los que fueron, los jóvenes se tomaron la foto para el recuerdo.
La gira en Buenos Aires continuaba. y después del último entrenamiento, la experiencia los llevó a conocer más estadios y más sobre la historia del balompié argentino y una de las leyendas del fútbol mundial, Diego Armando Maradona. Si aún duda que existe una iglesia del 10, en la que las personas acuden a rezar y llevar ofrenda, créalo, existe y está en el estadio que lleva su nombre, que es la sede del Argentinos Juniors, de donde salió el fallecido astro suramericano y otras grandes figuras del fútbol argentino.
El Templo del Fútbol es el nombre del museo en el que muestran la historia del club y en el que las personas acuden a llevar desde las cosas menos pensables, como cigarrillos, hasta prendas deportivas. Así es el amor por el fútbol y por Maradona.
Pero hay más: si deseas conocer la primera casa que se compró con el primer contrato en el Argentino Juniors, esta queda a pocas cuadras. La vivienda fue convertida en un museo y tiene rincones como la habitación de Maradona, donde el tiempo parece no haber transcurrido.
Sin duda, el sueño de muchos jóvenes es ir a Argentina, entrenarse con un club de primer división y conocer los sitios más emblemáticos del fútbol argentino.
Al final, de los 16 jugadores que hicieron la gira, el club San Lorenzo eligió a uno, un panameño. Los demás recibieron un certificado de participación que seguramente enmarcarán y colgarán en un sitio especial de su recámara para el recuerdo eterno de una gira maravillosa.