Saril, el sabor de la Navidad

Actualizado
  • 21/12/2014 01:00
Creado
  • 21/12/2014 01:00
El refresco preferido de diciembre es muy fácil de hacer, aunque debe tener algo de paciencia para cortar los sépalos uno por uno

El color, rojo de estas flores es tan intenso como el sabor de su infusión. El saril, o la chicha de saril, es una herencia antillana, específicamente de Jamaica, pero su procedencia es más lejana aun.

‘Vino a Panamá del Caribe, pero no es originaria del Caribe ni de América. El saril, conocido por mucha gente de habla no española como Hibiscus (por su nombre científico hibiscus sabdariffa ), proviene de Africa y Asia’, aclara el chef Rolando González.

Su llegada, la debemos a la población antillana que llegara a Panamá con la construcción del canal de Panamá. Por eso, su preparación es como se acostumbra en Jamaica, frío y con el picor que le da el jengibre.

‘No seríamos rrisol de razas, sin la cantidad de herencia cultural-social-histórica y gastronómica que tuvimos durante ese período de nuestra vida nacional’, afirma González.

En Jamaica, esta bebida es conocida como Jamaican Sorrel, y algunos lo acompañan con algunas otras especias, un chorrito de limón y ron blanco, preferiblemente jamaicano.

‘En otros lugares del mundo donde también se consume, no es típico en esta combinación, ni consumir sólo la flor de la planta’, informa el chef. En algunos lugares, su infusión se toma caliente, o sin el jengibre.

Una de sus variantes es la mexicana ‘agua de Jamaica’, una infusión hecha de los pétalos de sus flores.

Y en la mayoría de los países donde es consumido no es considerada una bebida de temporadas específicas como el saril es típico de la Navidad en Panamá.

Esto se debe a que ‘sólo hay en baja cosecha en los meses de enero, febrero y noviembre, y su temporada de cosecha más alta es justamente, en el mes de diciembre’, dice el chef.

Sin embargo, actualmente el saril se puede conseguir en presentaciones de sirope, deshidratados y concentrados, lo que nos hace tenerlo en cualquier época del año.

CÓMO PREPARARLO

La infusión se prepara con los sépalos que deben ser despegados y bien lavados. La manera más fácil de hacerlo es con una puntilla.

En una olla, se pone el agua con el jengibre majado y unos 3 clavitos de olor. Cuando empiece a hervir, le agregan el saril y lo dejan en fuego medio por aproximadamente 20 minutos.

La intensidad de la infusión dependerá directamente de la cantidad de sépalos que utilice. Eso dependerá de su gusto.

La mezcla se debe colar y endulzar con azúcar o miel.

Una recomendación es endulzar solo la cantidad que se consumirá durante la jornada, pues con el dulce se fermenta con rapidez, mientras que sin endulzar le durará más tiempo.

DISFRÚTELO

‘Se puede tomar así caliente como un té, o se deja reposar y luego de pasa a la nevera para enfriar. Sirva con mucho hielo’, recomienda González.

Si desea probarlo con algo de ‘piquete’, le recomendamos, a manera de sangría, mezclar una infusión liviana con. vino blanco y servirlo en una copa con hielo.

Yo uso el concentrado que ya viene con jengibre y azúcar, y lo licuo con hielo y un chorrito de Triple Sec’, comenta González.

Y para los verdaderamente fanáticos, tendremos la próxima semana una receta de cheesecake de saril. No se la puede perder.

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