El triste final del juego del amigo secreto

PANAMÁ. ¿Quién me regalará? Es la pregunta de todo curioso que en estas fechas de Navidad se apunta para participar con amigos, familiares o compañeros de trabajo o de la escuela del tradicional juego de la época, el amigo secreto. Una tradición navideña que te regala momentos de alegría, pero en algunas ocasiones pueden convertirse en decepciones jamás olvidadas.

Una olla arrocera, un par de cassette, una bolsa de nueces, o la cerámica que parece más un adorno de casa, todos esos objetos fueron los obsequios que recibieron algunas personas cuando jugaban el tradicional juego.

Aunque el espíritu de la Navidad es compartir; siempre causará enojo entregar un buen regalo y recibir a cambio un par de medias de baratillo. Pero no se sienta mal, eso le pasó, le pasa y le seguirá pasando a la gente. No se amargue, mejor es reír.

Algunas personalidades de la televisión y la comunidad artística local rememoraron los peores obsequios recibidos, cuando jugaron al amigo secreto.

ANÉCDOTAS

Empezamos con Robi Durán y su esposa Erika Nota. ‘Lo que inmediatamente se me viene a la cabeza fue una libreta de pintar, esas que venían en la cajita feliz, la verdad no entendí ese obsequio, pero me enojé mucho, no se me olvidará’, dijo Robi.

Cuando de gustos se trata, la ropa no suele ser lo más indicado para regalar. Al menos eso le sucedió a Erika Nota, quien durante un intercambio, recibió una minifalda color mostaza. ‘Era un pedacito de tela de un color que jamás me pondría, pero igual fue bien recibido’, dijo Erika, entre risas.

Otro que no sólo quedó marcado una vez, sino varias veces, fue Lilo, cantante y músico de Señor Loop. ‘Siempre me regalaban corbatas estampadas de señor, una prenda de vestir que hasta la actualidad no me gusta’, dice Lilo. El artista añadió que lo peor era que siempre le preguntaban cuándo se las pondría.

También están aquellos amigos secretos que parecen que no tuvieron tiempo de comprar el regalo de su amigo y llegan a la cita con algo fuera de lo común.

Betina García, una de los presentadores del programa televisivo La Cáscara, afirmó que ha sido víctima de ese amigo.

‘Una vez, me obsequiaron una cerámica bien feaaaa. Yo creo que era el regalo del día de la madre de la mamá de mi amigo secreto y como no tuvo tiempo, lo envolvió en un pedazo de papel y me lo entregó’, dijo Betina.

Confesó que ese día se juró que no iba a involucrase más en el juego. ‘Me enojé de ver cómo a mis amigas les regalaron pulseras, accesorios de vestir y yo con una cerámica de hogar’, aclaró. Después me dije que lo importante es compartir.

Al preguntarle a Juan Carlos Tapiero, locutor de 40 Principales, sobre el peor obsequio recibido inmediatamente se acordó de ‘un bono para comprar casete’. Perplejo, trató de analizar el regalo: ‘Será porque trabajo en la radio, pero esa persona tenía que saber que ya los casetes no se usan, así que no entendí si su intención fue bromear’, expresó Tapiero, quien no se atrevió a preguntar.

DESILUSIONES Y ESMEROS

La lista continúa. Están esos que se esmeran por obsequiar un buen detalle, sin embargo, no reciben nada de su amigo secreto, porque se les olvidó o no llegó a la fiesta.

Rolando Sterling, presentador del programa Buenos Días de TVN Canal 2, recordó que su peor regalo fue un suplemento que venía insertado en un diario. ‘El obsequio estaba bien forrado y la persona que me lo dio lo compró, porque adentro había una foto que me tomaron cuando jugaba béisbol. Le pudo haber costado 0.25 centésimos’, explicó Rolando.

Otro que no ha olvidado el mejor presente de su vida fue Andrés Morales, actor y presentador de TV, quien recibió una bolsa de nueces. ‘Y lo peor es que soy alérgico a los nueces’, afirmó.

Al cantante Manuel Araúz le obsequiaron un soldado de plomo. ‘Fue triste porque yo regalé un avión de colección y a mí me tocó un juguete que costó un dolar.

El también cantante Manuel Corredera recibió un par de medias para hombres. ‘Eran horribles. Yo me esmeré por quedar bien con mi regalo. Eso suele pasar, pero a pesar de todo seguimos jugando porque la idea es divertirse’, concluyó. En efecto, incluso los desencantados vuelven a anotarse al juego el próximo año.