Un parque que se añora sin saberlo

Actualizado
  • 24/01/2016 01:00
Creado
  • 24/01/2016 01:00
El recordado ‘Parque Legislativo' ha perdido el brillo de aquel lugar donde la familia se reunía a disfrutar un domingo de paseo

Son dos grandes monumentos, mudos, testigos de nuestra historia; hoy abandonados.

Están los mártires del 9 de enero de 1964 que izaron el pabellón nacional en la quinta frontera, y el gran monumento en memoria a los caídos (bomberos) del Polvorín de 5 de mayo de 1914, compuesto por una gran fuente frontal y una pequeña, cuyas aguas sucias han provocado un criadero de mosquitos que evita apreciar la belleza de su arquitectura.

La Plaza Remón Cantera, con la célebre frase ‘Ni millones ni limosnas, queremos justicia' en la parte frontal, es utilizada como un mercado persa. Ventas de comida, buhoneros, es incluso el dormitorio de orates y gente de malvivir. Ya no se escucha el susurro del agua de la fuente, los jardines perdieron su esplendor, los pisos, bancos y faroles coloniales luchan contra el tiempo.

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