• 29/11/2015 01:01

Sostenibilidad del sector de la construcción

El sector de la construcción está enfrentando con responsabilidad su compromiso de reducir al máximo los impactos  

El sector de la construcción está enfrentando con responsabilidad su compromiso de reducir al máximo los impactos que sus actividades constructivas puedan ocasionar a la sociedad y al medio ambiente. De allí que cada día se presta mayor atención a la puesta en práctica de estrategias para garantizar la sostenibilidad de una actividad tan dinámica.

Con esa visión en mente, la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) se ha integrado a la asociación Sumarse —red local del Pacto Global de las Naciones Unidas—, convertida en punto de encuentro entre diversos sectores de la sociedad para avanzar en el desarrollo sostenible del país.

En ese contexto, Sumarse coordinó un estudio sectorial sobre los retos y oportunidades en materia de responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible del sector de la construcción. Como resultado, pudo definirse un escenario de retos y oportunidades que pasan por la autorregulación, la gestión ambiental y adaptación al cambio climático, la profesionalización del capital humano, la vinculación con la comunidad y la gestión de los recursos externos.

En lo tocante a la autorregulación, se busca que el sector de la construcción tenga la capacidad de regularse a sí mismo en aspectos como políticas de transparencia, de anticorrupción, de calidad, temas ambientales y atención y servicios de postventa.

La gestión ambiental adquiere particular relevancia ante los efectos del cambio climático, cuya realidad está presente, y sobre el cual deben impulsarse acciones de adaptación a los cambios que impone el clima. Eso demanda una mejor gestión de los recursos naturales, principalmente el agua y los métodos de saneamiento, la eficiencia energética, optimizar las prácticas de gestión de los desechos y el reciclaje integrado.

Cuando se habla de profesionalizar el capital humano, se apunta a garantizar prácticas seguras, salud ocupacional, cumplimiento de las normativas que generen una mejor relación laboral y la permanente capacitación del personal.

La vinculación con la comunidad tiene que ver con la denominada licencia social, que está relacionada con la aprobación de las actividades de las empresas por las personas o grupos afectados. Eso se logra a través de un diálogo constante y transparente con las comunidades en las que operan las empresas de la construcción.

La conclusión final tiene que ver con un nuevo modelo en la gestión de los recursos externos no solo en el uso de materias primas, sino en la responsabilidad al momento de seleccionar los proveedores y contratistas. Aquí se apuntó a la necesidad de promover políticas que los obligue a cumplir estándares ambientales que contribuyan al bienestar social de las comunidades en las cuales realizan actividades comerciales.

La identificación de estas áreas específicas coloca al sector de la construcción en una posición clave que le permite orientar sus estrategias de responsabilidad social empresarial en beneficio del desarrollo sostenible del país.

No debe perderse de vista el acelerado proceso de urbanización que experimenta Panamá, como efecto del crecimiento de la economía y del reflejo de la industria de la construcción a nivel global. En la actualidad, el sector de la construcción aporta el 15 % del Producto Interno Bruto (PIB) y genera 190 000 puestos de trabajo directos. Las proyecciones inmediatas indican que se mantendrá el grado de robustez en las inversiones y las oportunidades de crecimiento. Eso también representa retos particularmente importantes en la manera de desarrollar los proyectos futuros.

Al asumir sus compromisos sociales impostergables, las empresas miembros de la Capac están adquiriendo mayor conciencia en la vinculación entre la sostenibilidad y una gestión eficiente de sus prácticas operacionales. Eso demanda construcciones más sostenibles con mayores requerimientos en infraestructuras y planificación.

Para el sector de la construcción sigue siendo motivo de inquietud la falta de estabilidad en políticas de largo plazo, la seguridad jurídica en las inversiones y la carencia de uniformidad y coherencia de criterios entre las distintas organizaciones que regulan el sector, el encarecimiento de los costos de las viviendas por la actuación del Estado en gestiones de permisos y la creación de nuevos impuestos.

Es indiscutible el aporte del sector empresarial a los objetivos de alcanzar un desarrollo sostenible. Y las empresas miembro de la Capac están demostrando su compromiso y disposición para continuar cooperando con el Gobierno nacional y las organizaciones de la sociedad civil en acciones constructivas que garanticen la sostenibilidad, el crecimiento y el desarrollo integral en beneficio de todos los panameños.

*DIRECTOR GENERAL DE LA CAPAC.

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