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Las palabras del embajador de EE. UU. que enojaron al gobierno de Ortega
- 01/08/2022 00:00
- 01/08/2022 00:00
El embajador designado para representar a Estados Unidos (EE.UU.) en Nicaragua, Hugo Rodríguez intentó convencer a los senadores republicanos que era el indicado para ocupar este cargo y para alcanzar sus votos y su ratificación fustigó la violación a los derechos humanos en el gobierno de Daniel Ortega.
Pero, quedó acorralado entre la agenda agresiva de los senadores republicanos contra el gobierno nicaragüense y la irritación que sus palabras causaron en el otro lado. La reacción fue inmediata y contundente: Nicaragua le revocó el beneplácito.
En una audiencia, que se celebra en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU, para ratificar o no el cargo, Rodríguez se comprometió a trabajar por el retorno de la democracia, el respeto a los derechos humanos y la liberación de prisioneros políticos en Nicaragua.
Incluso comparó a los nicaragüenses con una experiencia de su progenitor, que escapó de una dictadura dominicana que no daba espacios de libertad y ni esperanzas de realizar los sueños.
“Desafortunadamente, los nicaragüenses hoy hacen frente a una situación similar ya que en las elecciones de noviembre pasado, Daniel Ortega y Rosario Murillo privaron a los nicaragüenses de cualquier oportunidad real de decisión, y las esperanzas de democracia y prosperidad fueron frustradas”, aseguró.
No contento con esto, recordó que permanecen privados de los derechos humanos más de 180 prisioneros, con cargos sin fundamento, entre ellos, figuras políticas de oposición, defensores de derechos humanos, líderes estudiantiles, periodistas, y representantes de la sociedad civil.
El diplomático continuó explicando que el gobierno nicaragüense también clausuró el espacio civil a un grado alarmante: cerrando más de 700 asociaciones, universidades, fundaciones y otras entidades sin fines de lucro en 2022. Más de 800 desde el 2008.
“Como consecuencia de la escalada del clima de represión, miedo y desesperanza, a la par del fracaso del gobierno de Ortega-Murillo, en atender las necesidades básicas del pueblo, cientos de miles de nicaragüenses son hoy refugiados, solicitantes de asilo, y migrantes a través de la región”, aseguró.
Rodríguez, que es un diplomático de carrera, con experiencia, recordó que EE UU se ha pronunciado contra los abusos del gobierno nicaragüense. Y, sin pelos en la lengua, aseguró que continuaría haciéndolo y no con la intención de determinar los asuntos internos de Nicaragua sino porque el compromiso de EE UU en la Carta Democrática Interamericana que suscribieron ambos países en el 2001.
“La Carta Democrática Interamericana obliga al hemisferio a defender los derechos democráticos del pueblo nicaragüense...”, dijo el diplomático.
La comparecencia de los embajadores designados por el gobierno estadounidense a otros países en una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado es un requisito para ser ratificados en una votación que se da después de la audiencia.
En ella, el embajador designado inicia su presentación con una declaración en la que establece su visión con relación a la situación y a los temas de actualidad del país donde prestará servicios y explica el plan de trabajo que tiene la intención de cumplir en ese país en el contexto de la relación bilateral.
La situación política en el Senado de EE UU, que no es controlado por los demócratas, requiere que un embajador designado por el gobierno de John Biden sea convincente para poder alcanzar los votos requeridos para ser confirmado.
Para hacerlo, debe alinearse con las políticas de los republicanos, que en el caso nicaragüense es de línea dura y agresiva contra el presidente Daniel Ortega, al que consideran un dictador que restringe libertades, impide la libertad de prensa, encarcela a los dirigentes de oposición y exilia a periodistas y representantes de organizaciones sin fines de lucro.
Además, preocupa tanto al gobierno demócrata del presidente Biden, como a sus opositores republicanos, que la falta de libertades y el deterioro de la situación económica motiven a los nicaragüenses a migrar a EE UU en busca de mejores oportunidades, un problema de enorme sensibilidad política en el país norteño, en particular por las elecciones de medio período que se avecinan en noviembre de este año.
La necesidad de asumir una posición crítica por parte del embajador designado contra el gobierno Ortega-Murillo provocó una reacción inmediata y contundente del gobierno nicaragüense que consideró los comentarios del designado embajador eran una injerencia en los asuntos internos y revocó la solicitud de beneplácito que aparentemente le había sido otorgada.
En una carta emitida el 28 de julio de 2022, Denis Moncada Colindres, ministro de Relaciones Exteriores expresó que el postulante al cargo de Embajador de EE UU ante el pueblo y Gobierno de la República de Nicaragua desconoció los principios del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas al proferir declaraciones “injerencistas” e “irrespetuosas” contra su país.
Moncada Colindres explicó en su carta a Anthony Blinken, Secretario del Departamento de Estado de EE UU, que el gobierno en uso de sus facultades y en ejercicio de su soberanía retira el beneplácito concedido al postulante a embajador, Rodríguez.
“Recordamos que en función de la diplomacia y en cumplimiento de los postulados de la Convención de Viena no puede el embajador o postulante, Hugo Rodríguez involucrarse en temas nacionales que son propios de los nicaragüenses y mucho menos irrespetar, ofender, humillar, amenazar, protagonizar o ser factor de injerencia o intervencionismo en los asuntos internos de nuestro país”, dijo Moncada Colindres.