La disyuntiva por conformar la mayoría legislativa

Luego de los comicios del pasado domingo 5 de mayo, en los que José Raúl Mulino ganó la Presidencia de la República como abanderado de los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, el próximo paso para los diputados de los diversos partidos políticos y los de libre postulación será tomar el control de la mayoría en la Asamblea Nacional.

Con una Asamblea dividida en la que ninguna de las alianzas políticas logró sacar 36 diputados para convertirse en la mayoría simple para la aprobación de las diferentes iniciativas legislativas, se esperan conversaciones cruciales entre las diferentes bancadas para controlar la Asamblea. Las negociaciones definirían si la Asamblea queda en manos del oficialismo o de oposición.

Hasta ayer a las 4:00 de la tarde, la Asamblea Nacional quedaba formada por 20 diputados de libre postulación que tendrá la bancada mayoritaria, pero no son mayoría legislativa. Los partidos del gobierno electo, Realizando Metas y Alianza, sumaban 16 escaños, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) 13 curules, Cambio Democrático (CD) 8, el Partido Panameñista 8, el Partido Popular (PP) 2 curules, el Movimiento Otro Camino (Moca) 3 diputados y el Molirena 1 diputación. Sin embargo, aún quedaban por concretarse algunas curules.

Frente al nuevo gobierno, habrá que ver en los próximos días cuál será el rol que jugarán los diputados de cada una de las facciones políticas.

Incluso ya el expresidente de la República y presidente del partido Realizando Metas, Ricardo Martinelli, comenzó a tender puentes a los miembros de Cambio Democrático.

Para el analista político Edwin Cabrera, una vez termine esta semana el proceso de proclamaciones de diputados en los distintos circuitos, los panameños debemos estar pendientes de dos capítulos que están por escribirse antes del 1 de julio: la configuración del gabinete de Mulino y quién logra tener mayoría en el Órgano Legislativo el 1 de julio, cuando se tenga que elegir a la junta directiva.

“En ambos capítulos vamos a estar frente a quién o quiénes de verdad están políticamente ejerciendo cuotas de poder, sobre quiénes hacen alianza con quién en la Asamblea para producir el número mágico que es 36 votos”, señaló.

Para Cabrera, la pregunta ante una Asamblea altamente cuestionada es quién logra alcanzar esa mayoría para hacer los cambios que se requiere. “Ahora vamos a ver si hay talento político para lograr eso”.

“El PRD, Realizando Metas, Cambio Democrático y el panameñismo han sufrido un golpe demasiado duro. Cuándo en Panamá íbamos a imaginar que habría 20 diputados de libre postulación. Si hacen el análisis de los resultados, tienen que entender lo que pasó. Si vienen con el juego de armar mayoría para que en la Asamblea haya más de lo mismo, no quiero ni imaginarme lo que va a pasar en este país”, recalcó Cabrera.

El exsecretario general del PRD Pedro Miguel González manifestó que tanto el presidente electo Mulino como los dos partidos oficialistas tienen la responsabilidad de formar una mayoría legislativa para poder gobernar.

Sin embargo, González ve un escenario muy difícil para el oficialismo. Por un lado no tendrían el apoyo de la bancada independiente y de Moca, y por el otro lado el respaldo de partidos como el PRD y Cambio Democrático.

“Con esos dos partidos ellos estarían en la capacidad –junto con el diputado del Molirena– de constituir una mayoría legislativa estrecha, quizá con la participación de la diputada electa independiente, pero muy vinculada a RM, más que el PRD, Zulay Rodríguez, allí podrían constituir una mayoría de 37 a 38 diputados, dejando el camino libre a los diputados independientes y de Otro Camino como bancadas de la oposición.

“Una de esas dos alternativas puede ocurrir. Habría que ver cuál es el interés y hasta donde está dispuesto a llegar el presidente electo y la dirección de los dos partidos elegidos como gobierno, tanto Realizando Metas como Alianza”, indicó.

Agregó que en el caso del PRD, si llega a un entendimiento con el gobierno electo por la gobernabilidad del país, se estaría degradando a ser un partido bisagra y sufrirá las consecuencias, concluyó.