• 01/12/2023 00:00

Panamá cambia tu propio destino

Recordemos que la ley de causa y efecto, que rige la esencia de la vida, es inexorable y su acción involucra a todas las situaciones que nos rodean

Panamá por su posición geográfica es un pueblo pacífico y tolerante, siempre lo ha sido, lo confirman nuestra propia historia patria y también muchos extranjeros que conviven entre nosotros. Pero también es un país luchador y victorioso cuando se trata de defender su soberanía y el derecho universal a la vida.

Panamá: “Puente del mundo, corazón del universo”, recuerdo que fue el eslogan de una joven panameña que ganó el concurso Miss Top Model Panamá allá por el 2011 y nos representó en los Ángeles, California; con esa sencilla y profunda consigna arrancó los aplausos de todas y todos los presentes y en especial de los panameños residentes en USA y clasificó entre las primeras finalistas. Esta expresión resume nuestra vocación de paz, la que jamás abandonaremos. Los hechos actuales lo están demostrando: la actitud de los jóvenes panameños en diversas latitudes, manifestando su inconformidad por un contrato ley minero que el pueblo, el verdadero soberano rechaza rotundamente.

Panamá está muy convulsionada, sufriendo, esto es innegable, lo que sucede en casi todo el sistema global, afectado por un entorno cambiante y que cada día demuestra ser más frágil, de ansiedad, no lineal, que provoca incomprensión y que los expertos denominan BANI, (FANI por sus siglas en español). Es cierto que existe un vacío de poder, y que no hay un liderazgo definido en este movimiento. Pero también es cierto que luchamos contra un enemigo invisible y poderoso: la avaricia que amenaza con socavar nuestra vida y, en definitiva, la vida es nuestro mayor tesoro.

¿Qué mensaje estamos enviando a la generación de jóvenes que aún tiene ideales y piensa en el ambiente como un recurso fundamental para sostener la vida?, y a los indígenas a quienes gran parte de la población, muchas veces por incomprensión, los catalogan de “analfabetas”, “mal olientes”, “ignorantes y hasta de “delincuentes” cuando defienden su hábitat natural. Un informe del Banco interamericano de desarrollo del 2022, que hace referencia a su situación, señala que, en Panamá, estas comunidades se enfrentan a serios desafíos, especialmente relacionados con su reconocimiento, derechos territoriales y casos de desalojo forzado.

Recordemos que la ley de causa y efecto, que rige la esencia de la vida, es inexorable y su acción involucra a todas las situaciones que nos rodean. Panamá, este es el momento, cambia tu propio destino, con tus pensamientos, palabras y acciones positivas lucha contra la corrupción, el juega vivo, compra y venta de conciencia que llevamos dentro; para entonces convertirnos en lo que el constructor de la paz y filósofo del siglo XX Dr. Daisaku Ikeda denomina buen ciudadano/ciudadana, es decir, “buen miembro de su familia, buen compañero de trabajo y buen miembro de su comunidad local”. Esta es la mejor forma de cambiar nuestro destino como país.

La autora es docente universitaria, miembro de la Soka Gakkai y Asesora de CONFIARP
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