• 12/04/2022 00:00

Femicidios, telenovelas y 'turcomanía'

“¿Nos hemos preguntado acaso cuál es la visión del mundo que se construye en esas telenovelas o culebrones, como se les denomina? Somo críticos ante dicha visión?”

El “boom” de las telenovelas turcas ha generado lo que se conoce como la “turcomanía”, palabrita que cada vez cobra mayor fuerza en nuestra sociedad, hombres, mujeres, niños y hasta familias enteras están pendientes del horario y no se quieren perder un capítulo. Si bien es cierto, es una tendencia mundial, en Panamá los medios donde se presentan afirman que llegó para quedarse. A consecuencia del bombardeo publicitario, vemos que panameñas y panameños organizan viajes vacacionales a Turquía.

Un listado anual de Google sobre las consultas más realizadas en Panamá y el mundo, durante el año 2020, resalta la sección de: novelas, series y programas de TV donde lideran el “1-2”, Hercai y Fazilet y sus hijas. El porqué. Ustedes se imaginarán el porqué del ruido, ¿verdad? Lo innegable es que, en su momento en las diversas redes, ambas novelas liderizaron la sintonía.

Huelga decir que Turquía y su capital, Estambul, llamada también Bizancio y Constantinopla, han jugado un rol muy importante en la historia de la humanidad, y esto es valioso. Estambul es una ciudad parte europea y parte asiática, representando el encuentro entre dos continentes. El estrecho de Bósforo actualmente tiene un rol geopolítico internacional de mucho peso, pues constituye el punto clave para la integración de Europa con Asia.

Por otro lado, sabemos que las telenovelas tienen un sitial especial en la industria cultural, término creado por Theodore Adorno y Max Horkheimer a inicios del siglo XX, y están diseñadas con esquemas de ficción y entretenimiento, también lo es que, reproducen una visión del mundo específica. ¿Pero qué está pasando en Turquía con las mujeres?

Por ejemplo, en Turquía el femicidio en el 2021 fue alarmante, más de 300 mujeres han sido asesinadas el mismo año en el que el país se retiró del Convenio de Estambul sobre la protección de las mujeres, hecho repudiado en el 2021 por Joe Biden, quien lo catalogó de “injustificado”. Y lo peor de todo es que los casos han sido maquillados como suicidio.

Durante los últimos años, el número de feminicidios en el país no para de incrementarse ante la pasividad del Gobierno. Las plataformas de defensa de las mujeres calculan que en 2020 cerca de 400 mujeres murieron a manos de hombres. Lamentable.

¿Nos hemos preguntado acaso cuál es la visión del mundo que se construye en esas telenovelas o culebrones, como se les denomina? Somo críticos ante dicha visión? Quedamos consternadas, cuando en días pasado encontraron los restos de la joven empresaria chiricana, hecho catalogado como un femicidio. Y más aún, cuando esa misma noche, en horario de 8:10 p.m., en televisión presentaban la escena de una de estas novelas en donde un hombre apuntaba a la cabeza de una de las protagonistas para dispararle, reflejando el gran sufrimiento de la víctima, aunque decidió golpearla y disparar varios balazos a un costado de ella, no sabemos qué sucedió al final. Una escena por sí espeluznante y más en estos momentos.

La pregunta que sigue es: ¿dónde quedaron los acuerdos de autorregulación de los medios televisivos del 2011 que establecían horarios y algunas normas para evitar exponer a la población vulnerable, en donde jugué como mediadora del diálogo entre el Gobierno y las televisoras? ¿Dónde está la compasión y empatía propia del ser humano hacia otros? ¿Solamente nos interesa vender o debemos propiciar una sociedad sana mentalmente, menos violenta y empática ante las poblaciones más vulnerables del país?

Las respuestas también están en nosotros los “prosumidores”, como nos denominan ahora, porque producimos y consumimos mensajes, desarrollar una actitud crítica de vigilancia y ver más allá de lo que la pantalla nos muestra.

(*) Docente universitaria, presidenta de Confiarp, presidenta honoraria de Apreppa, miembro de la Soka Gakkai de Panamá.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus