• 05/05/2024 00:00

Una elección para transformar al país

Es cierto, vivimos en tiempos de confusión, pero momentos como hoy son oportunos para reflexionar, construir patria y votar bien

Nunca podremos volver a como éramos antes. Las costumbres y formas de participación política que se desarrollaron en el pasado ya no funcionan bien. La tecnología ha hecho que todo sea ahora mucho más rápido y multidireccional. Y como consecuencia, nuestro marco legal y aparato institucional están operando fuera de los límites de la sostenibilidad, y si no hacemos pronto los cambios necesarios, nuestra democracia, nuestro sistema político y toda nuestra sociedad pueden colapsar.

Transformar al país para enfrentar los próximos cien años está mucho más allá de mis capacidades físicas, pero aprovechando que hoy son las elecciones, quisiera modestamente sugerir tres aspectos que deberíamos tomar en cuenta. Primero, votar por el fortalecimiento de las instituciones para que puedan generar mayor confianza y resistir el desgobierno al que hemos llegado. Segundo, votar para que las redes sociales sean menos corrosivas y tóxicas. Y tercero, votar para promover una educación en valores éticos que permita eliminar la corrupción de nuestra sociedad.

En cuanto a fortalecer las instituciones, la prioridad es que puedan funcionar generando un nivel de confianza muy por encima de los que tenemos ahora. Un primer paso sería empoderar las instituciones de seguridad para enfrentar el caos y hacer cumplir la ley cada vez que grupos extremistas se dan la tarea de obstaculizar el libre tránsito. Simplemente, hay que castigar a los que secuestran a la población y afectan la economía del país.

En cuanto a las redes, la clave es entender que no podemos sobrevivir sin que existan espacios públicos donde podamos hablar libremente y llegar a consensos estables. Tampoco es conveniente el empoderamiento de “influencers” y “call centers” que han creado un ambiente enrarecido que se parece más a una anarquía y menos a una democracia. Para reducir esa toxicidad, sugerimos crear un registro del usuario como condición previa para obtener la amplificación algorítmica que ofrecen las redes sociales. Los bancos y otras industrias tienen reglas de conozca a su cliente para que no puedan hacer negocios con clientes anónimos que cometen fechorías. Las redes sociales deberían estar obligadas a hacer lo mismo, lo cual significaría que antes de que una plataforma difunda tus palabras a millones de personas, tiene la obligación de verificar (quizás a través de la misma plataforma o de un tercero) que eres un ser humano real, en un país en particular, y que tienes la edad suficiente para usar la plataforma. Esta mínima consideración eliminaría la mayoría de los miles de cuentas falsas que actualmente contaminan las principales plataformas. Probablemente también reduciría la frecuencia de amenazas y hostigamiento en general, muy común cuando las personas sienten que su identidad es desconocida e imposible de rastrear.

Y finalmente, la educación en valores éticos es la vía más efectiva para enfrentar la corrupción y tener mejores ciudadanos. Los niños y jóvenes de este país no tienen la culpa del lío en el que nos encontramos, y seguro heredarán toda una serie de problemas y dificultades. Pero al menos que aprendan a manejarlos, sus perspectivas no serán muy buenas. La infancia de antes, donde jugar al aire libre y sin supervisión era lo normal, se ha perdido. Igualmente admirar a los mayores y respetar a las autoridades. Simplemente ahora los niños y jóvenes juegan menos tiempo, están más conectados en línea, piensan que saben todo, no escuchan consejos ni respetan a nadie que represente autoridad.

Cualesquiera que sean las consecuencias de estos actos, es probable que hayan iniciado al impedírsele a niños el desarrollo de las habilidades necesarias para un comportamiento normal. Jugar es la forma que tiene la naturaleza de enseñar a los mamíferos jóvenes las habilidades que necesitarán cuando sean adultos, que para los humanos incluyen la capacidad de cooperar, establecer y hacer cumplir reglas, comprometerse, adjudicar conflictos y aceptar la derrota. Por tanto, el cambio más importante que podemos hacer para reducir los efectos dañinos de las redes sociales en los niños es retrasar la entrada hasta que hayan pasado la pubertad y responsabilizar a las empresas de hacerla cumplir. Y junto con una mejor educación en valores éticos, los miembros de las próximas generaciones podrán contar con los elementos básicos para enfrentar la amenaza de la corrupción.

Frente a esta realidad sombría y cúmulo de evidencias que el país no regresará a su anterior normalidad, la pregunta es saber cuál de los candidatos de ganar las elecciones promulgaría estos cambios necesarios para transformar el país. Es cierto, vivimos en tiempos de confusión, pero momentos como hoy son oportunos para reflexionar, construir patria y votar bien. Pienso que discernir un poco en torno a estos tres aspectos fundamentales da luces suficientes para una buena toma de decisión. Al final, lo importante es que gane Panamá.

El autor es empresario
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